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¿Qué es la economía circular y cuáles son sus beneficios?

La economía circular es un nuevo modelo de producción que promueve la reducción del consumo, el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía, garantizando un crecimiento sostenible en el tiempo.

Debido a que todos los procesos de fabricación de bienes y servicios suponen un coste ambiental, este modelo busca optimizar los materiales y residuos con el objetivo de alargar su vida útil. De esta forma, se separa del actual sistema de usar y desechar, apostando por otro respetuoso con el medioambiente y con bases en la prevención, la reutilización, la reparación y el reciclaje.

¿Por qué es importante adoptar un tipo de economía circular?

 El alza de la demanda global de materias primas, provoca que cada año se consuman muchos más recursos de los que el planeta es capaz de regenerar. Estos hábitos productivos suponen un agotamiento del medio ambiente y la aceleración del cambio climático. Sobre esto, de acuerdo al Foro Mundial para la Naturaleza (WWF), los seres humanos vivimos como si tuviéramos 1,75 planetas y, a este ritmo, en 2050 necesitaremos tres para sobrevivir.

 A modo de ejemplo, en 2022 el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra fue el 28 de julio -un día menos que el año anterior-, momento en que la humanidad ha agotado los recursos naturales disponibles para todo el año, lo que supone que en 208 días hemos terminado con el capital natural para 365.

 Por todo esto, resulta de vital importancia la implementación de un modelo de economía circular con el que reducir la huella ecológica, significando un avance para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la ONU en septiembre de 2015 y actualizados a finales de 2021 en la Cumbre del Clima de Glasgow. Allí también se instó a que todos los países convocados se comprometan a desarrollar programas de recortes en sus emisiones para lograr el objetivo de que el incremento de la temperatura oscile entre los 1,5 y los 2 grados respecto a los niveles preindustriales.

¿Cuáles son los beneficios de la economía circular en la sociedad y las organizaciones?

  • Reducción de las emisiones de gases de CO
  • Reducción de la generación de residuos
  • Incremento del valor de la tierra y del suelo como activos
  • Reducción del impacto ambiental debido a los procesos extractivos de materias
  • Mejoras en el suministro de materias primas con productos más duraderos
  • Ahorro por reutilización de recursos y reducción de costes de extracción y traslado
  • Nuevas oportunidades de negocio en materia de tratamiento y reutilización de los desechos
  • Mayor innovación tecnológica
  • Generación de empleo en pequeñas y medianas empresas
  • Menor dependencia de la importación de materias primas y mayor seguridad del suministro

Pasar de una economía lineal a una circular es un objetivo que como sociedad debemos asumir para preservar la naturaleza en condiciones óptimas para un desarrollo sostenible. Los beneficios de este cambio incluyen la creación de ciudades más habitables, una mayor distribución del valor de la economía, la reducción de la contaminación de ecosistemas marinos y terrestres y de la pérdida de biodiversidad, así como una disminución de los riesgos para la salud humana.

En SMV somos conscientes de la importancia de la economía circular y ofrecemos servicios de reciclaje y gestión de distintos tipos de residuos, bajo una política de calidad y compromiso con el medio ambiente y su entorno.

Para más información sobre nuestro trabajo y servicios te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactarnos a través del siguiente link.

 

 


¿Cómo es el proceso de reciclaje del vidrio?

¿Sabías que esa botella de vidrio o ese frasco usado pueden ser reciclados infinitas veces? A diferencia de otros materiales, la cadena de reciclaje del vidrio podría considerarse un “círculo perfecto”, siendo todo un ejemplo de economía circular y sostenibilidad, al mantener el 100% de sus propiedades iniciales tras su tratamiento.

El reciclaje de envases de vidrio supone grandes beneficios ambientales, ya que evita la extracción de materias primas de la naturaleza, fomenta el ahorro de energía y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, contribuyendo a la puesta en marcha de una economía circular vinculada al objetivo número 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas sobre producción y consumo responsables.

¿Qué tipo de envases se pueden reciclar?

A pesar de su flexibilidad, debemos tener en cuenta que no todos los productos que llevan vidrio son reciclables, debido a que muchos de ellos están compuestos por materias primas que no se pueden reciclar y que en caso de intentarlo, podrían perjudicar todo el proceso. Para esto es importante saber:

Envases reciclables:

  • Botellas de vidrio sin tapones
  • Tarros de vidrio sin tapas
  • Frascos de vidrio

Envases no reciclables:

  • Cerámica
  • Porcelana
  • Vasos o copas
  • Bombillas
  • Espejos

¿Cuáles son las fases del reciclaje de vidrio?

El contenedor verde es el destinado para deshacernos de estos envases, los cuales deberán estar vacíos y limpios con el objetivo de facilitar el trabajo de los gestores de residuos para ser transportados a la planta de reciclaje. 

Una vez allí, se separa y se clasifica el vidrio por color y elementos para posteriormente retirar todo el material diferente al vidrio. Tras su limpieza, este se pasa por una serie de tamices y martillos en donde se tritura hasta lograr el tamaño deseado para luego utilizar imanes para retirar los posibles vestigios de metal. 

Tras ser procesados, los restos de vidrio triturado se denomina calcín. Este material posteriormente se calentará y se mezclará con arena, hidróxido de sodio y caliza para fabricar nuevos productos con idénticas propiedades al original.

En SMV ofrecemos la gestión de este tipo de residuos considerados no peligrosos. Nos encargamos de su recolección y valorización, avalados por la autorización 460/V/RNP/CV de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.

Además, contamos con una gran flota de camiones y contenedores de diverso tipo con el fin de adaptarnos a las necesidades de los clientes que requieran recolección de residuos, bien sean peligrosos o no peligrosos con el objetivo de desarrollar nuestras actividades con seguridad y profesionalidad. 

Para más información sobre nuestros servicios, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.

 


¿Qué son los RAEE y cómo se reciclan?

¿Sabes cuántos electrodomésticos hay actualmente en los hogares españoles? ¿Qué se hace con estos aparatos cuando dejan de funcionar? 

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, como secadores de pelo, teléfonos móviles, tablets, lavadoras, frigoríficos, etc., y que cuando se acercan al final de su vida útil, pasan a ser considerados como RAEE.

Para poder colaborar con su proceso de reciclado, debemos tener en cuenta que estos no deben ser arrojados en contenedores, por lo que existen distintas opciones para deshacernos de estos residuos tecnológicos:

  • En el mismo punto de venta
  • Puntos limpios fijos
  • Puntos limpios móviles (consultando previamente las paradas)
  • Contactando con el servicio municipal de recogida de voluminosos

¿En qué consiste y por qué es importante su reciclaje?

Los constantes avances tecnológicos, provoca que el volumen de este tipo de desechos sea cada vez mayor a lo largo de los años. Su correcto tratamiento y gestión resulta de suma importancia debido a sus altos niveles de componentes tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos que podrían suponer un grave impacto ambiental. 

Por este motivo, el reciclaje del material informático tiene un proceso que consta de varias etapas y se realiza en plantas específicamente acondicionadas para dicho fin. Luego de un primer proceso de recepción, pesado y evaluación, la gestión de los residuos informáticos empieza con la clasificación de los diferentes materiales para su posterior tratamiento. Es decir, se separan las diferentes partes como el plástico o el cristal, con especial atención a las partes que contienen elementos contaminantes.

Ejemplos de estas sustancias son el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, entre otros, que afectan al calentamiento global y que pueden ser perjudiciales para la salud humana si se emiten al medio ambiente. El reciclaje de RAEES resulta beneficioso, ya que mitiga el riesgo de contaminación de agua, suelo y aire al eliminar de forma debida los materiales tóxicos que están presentes en los residuos electrónicos. Además, se reduce la extracción de materiales brutos al poder recuperar elementos como el vidrio, plástico y metales que vuelven al ciclo productivo. 

¿Cómo se clasifican los RAEE?

Los aparatos eléctricos y electrónicos se dividen en categorías y subcategorías en función de su uso y características. A partir del 15 de agosto de 2018, los AEE se clasifican en 7 categorías, según lo dispuesto en el Real Decreto 110/2015. Estas son:

    • FR1 - Aparatos de intercambio de temperatura (frigoríficos, congeladores, bombas de calor, radiadores de aceite, etc.)
    • FR2 - Monitores y pantallas (pantallas, televisores, ordenadores portátiles, etc.)
    • FR3 - Lámparas (fluorescentes rectas, fluorescentes compactas, LED, etc.)
    • FR4 - Grandes aparatos (lavadoras, secadoras, cocinas, hornos eléctricos, equipos de música, etc.)
    • FR5 - Pequeños aparatos (aspiradoras, máquinas de coser, microondas, tostadoras, etc.)
    • FR6 - Aparatos informáticos y de telecomunicaciones con componentes peligrosos (teléfonos móviles, GPS, calculadoras de bolsillo, impresoras, etc.)
    • FR7 - Paneles fotovoltaicos

En SMV somos expertos en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Nos encargamos de su clasificación, recogida de material informático, transporte y eliminación de información. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link


Reciclaje y recogida de aceite usado

La recogida y tratamiento de aceites usados industriales y domésticos son clave para el cuidado del medio ambiente. Resulta muy común que el aceite usado sea vertido en desagües, atascando tuberías y alcantarillados, además de acabar en ríos y océanos dañando al ecosistema marino. 

Se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. En SMV somos conscientes de esta necesidad, y por ello ponemos a su disposición el servicio de recogida y gestión de aceites usados

¿El aceite usado es reciclable?

El aceite usado es perfectamente reciclable y su correcto tratamiento permite generar otro tipo de materias primas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que su gestión variará dependiendo del tipo de aceite y el uso que se le haya dado. 

En el caso del aceite doméstico que utilizamos para cocinar, una vez frío, este debe guardarse en envases correctamente sellados para evitar las fugas, y llevarlo a un punto limpio para deshacerse de él. 

Para el aceite de motor y el aceite industrial, el procedimiento para su descarte es el mismo, siempre teniendo en consideración que debemos utilizar distintos envases para cada uno de ellos.

Con el tiempo, este tipo de aceites van perdiendo sus propiedades debido a los procesos mecánicos a los que son sometidos. 

Al degradarse sus componentes, aparecen mezclas de diferentes partículas junto con aquellas provenientes del desgaste de las piezas de la maquinaria. Estos componentes como el fósforo, el cloro o el azúfre, contienen altos niveles de toxicidad y peligrosidad.

Además de afectar tener una baja biodegradabilidad, el aceite forma una película impermeable y como consecuencia, puede afectar en gran medida al desarrollo de la vida biológica o de las aguas. Los metales pesados que contiene afectan a la vegetación y a la fertilidad del suelo. Un ejemplo de esto son los acuíferos, ya que la viscosidad de esta película dificulta o impide la oxigenación del ambiente.

La recogida y el transporte de estos desechos debe ser mediante contenedores específicos, para posteriormente ser reciclado en sitios especializados en su tratamiento, extracción y correcto almacenamiento, con el objetivo de evitar cualquier tipo de contaminación.

Este procedimiento resulta fundamental, ya que el aceite está compuesto por distintos recursos energéticos que tras su reciclaje nos permiten extraer biodiesel, jabones, detergentes, barnices y pinturas, entre otros productos. 

¿Cómo es su proceso de gestión?

El proceso comienza con la retirada del aceite en los distintos puntos limpios o en otros sitios en donde se haya generado, como pueden ser los talleres o industrias.

Estos son transportados a distintos centros en donde se realizan análisis para determinar tanto su composición como sus niveles de contaminación.

Dependiendo del tipo de aceite, además de poder ser reciclado, este podrá ser regenerado para producir nuevos aceites o valorado energéticamente para ser utilizado como combustible en diversas industrias.

En SMV nos encargamos de la recogida de aceite usado en forma doméstica, de aquel proveniente de la hostelería y de talleres mecánicos, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental que esto supone. Además, somos especialistas en la gestión de todo tipo de residuos como aquellos peligrosos/no peligrosos, residuos sandach, RAEES, entre otros. 

Para más información sobre este y otros servicios, te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactar con nosotros


Gestión de residuos en depuradoras

Uno de los principales objetivos de una planta depuradora de aguas residuales, es reducir la contaminación del agua para poder ser aprovechada tras su limpieza. Desde SMV te informamos en qué consiste y cómo es su funcionamiento. 

En primer lugar, se considera agua residual a aquellas aguas contaminadas por la intervención humana o por procesos industriales. Ejemplos de esto resultan ciertas actividades diarias que ensucian el agua, como el lavarnos las manos, el uso de detergentes, lavar ropa, regar las plantas, etc.

Este agua que termina en las alcantarillas, contiene sustancias contaminantes y residuos orgánicos y es por esto que debe ser limpiada antes de ser devuelta al medio natural como son los mares y ríos. 

Para poder eliminar este tipo de desechos, podemos recurrir a plantas tratadoras de aguas residuales, quienes ejecutan distintos procesos:

    1. Primario: en esta primera etapa se remueven aquellos materiales que puedan ser sedimentados. Este proceso se obtiene mediante procesos físicos y químicos. Si el sedimento resulta muy tóxico o difícil de asentar, se debe dejar las aguas en distintos tanques con sustancias químicas fuertes para lograr que este proceso se acelere. 
    2. Secundario: en segundo lugar, se procede a eliminar los desechos y sustancias que no se han podido remover en la primera etapa. Generalmente, este es un proceso que requiere un nivel más alto de sustancias químicas debido a que los microorganismos resultan casi invisibles. Esta etapa también se caracteriza por incluir tratamientos biológicos.
    3. Terciaria: en esta última etapa, se procederá a eliminar aquellos materiales nocivos como pueden ser los compuestos orgánicos, nitrógeno, fósforo, etc. Este proceso se lleva a cabo en las aguas residuales con origen industrial ya que resultan ser las más contaminadas.

El tratamiento de estas aguas produce residuos llamados lodos, mayormente líquidos y que concentran altos niveles de toxicidad. Las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) deben asegurarse de gestionar residuos medioambientales correctamente, ya que suelen ser difíciles de manejar y transportar, por lo que es importante que una empresa especializada se encargue de ellos. 

Otro de los residuos ocasionados son los de desbaste los cuales son retenidos mediante rejillas donde se acumularán temporalmente hasta que sean trasladados al vertedero. Estos residuos están constituídos por materiales sólidos como aquellos urbanos o el papel.

En SMV contamos con certificaciones que nos avalan como empresa capacitada para la recogida de lodos, además de garantizar la correcta gestión de residuos de desbaste. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link

 


Consecuencias del plástico en mares y océanos

Se calcula que en 2021, los seres humanos hemos desperdiciado una media de 8 millones de toneladas de plástico y que si tenemos en cuenta las cifras de los últimos años, ya hemos superado los 150 millones de toneladas en nuestros mares y océanos. Desde SMV queremos informarte sobre las consecuencias que el plástico en mares y océanos puede suponer, con el objetivo de concienciar de cara a nuestro futuro. 

En primer lugar, debemos tener en cuenta que el plástico es uno de los materiales más contaminantes y que su tiempo de degradación puede alcanzar los 1.000 años. Además, otra característica del plástico es su rápida dispersión, por lo que podemos encontrarlo en distintos puntos del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida.

A pesar de esto, en la actualidad el plástico se ha convertido en uno de los materiales más comunes utilizados por la sociedad, desde envases de bebidas y detergentes, electrodomésticos, el sector sanitario, entre otros. Aunque desde el 3 de julio de 2021 ha entrado en vigor la prohibición de los plásticos de un solo uso en toda la Unión Europea, aún queda mucho por hacer. 

Para que todos podamos tomar conciencia, a continuación, te detallamos las consecuencias que este tipo de contaminación puede ocasionar en el medioambiente, con el objetivo de cambiar nuestros hábitos:

  • El plástico no sólo daña al ecosistema marino, sino que también afecta a una bacteria fotosintética que ayuda a los seres humanos a respirar bajo el agua. Esta bacteria, que resulta ser la más abundante del océano, nos provee el 10% del oxígeno de nuestro planeta.
  • Los pequeños trozos de plástico que se encuentran en los mares por la descomposición  de los plásticos más grandes, son ingeridos por peces y otros animales marinos, lo que puede ocasionar problemas de digestión e incluso la muerte.
  • Los aditivos químicos del plástico contaminan el agua y al ser ingeridos por estos animales, pueden entrar en la cadena alimentaria suponiendo también un alto riesgo para el ser humano.  
  • Además, afecta enormemente a nuestra economía ya que este tipo de contaminación puede suponer diversos daños tanto en el turismo como en el sector pesquero. 

Un ejemplo claro es la denominada “Isla de Basura” también llamada “Isla Tóxica” compuesta de 1,8 billones de trozos de plástico flotante y situada en el océano Pácifico Norte entre Hawái y California. Si bien existen 5 islas de basura en todo el mundo, esta resulta ser la más extensa alcanzando los 1.6 millones de km2, triplicando el tamaño de Francia.

Para evitar las consecuencias del plástico en mares y océanos, resulta importante que todos aportemos nuestro granito de arena mediante pequeñas acciones como su descarte en los contenedores amarillos para su correcto reciclaje. En SMV contamos con una gran flota de camiones y contenedores para la recogida de este tipo de residuos en forma segura, haz click aquí para conocer más sobre este servicio.


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¿Qué sucede con los residuos espaciales?

El término residuos espaciales (o basura espacial) engloba todos aquellos objetos artificiales dispersos por el espacio, sobre todo en la órbita terrestre, que ya no tienen una función útil. 

Dentro de los residuos espaciales encontramos tanto naves espaciales que ya no sirven como satélites, etapas abandonadas de vehículos de lanzamiento, equipamiento inservible de estaciones espaciales o escombros de fragmentación por desintegración o por colisión de estos elementos o parte de ellos entre sí.

Esta variedad de objetos hace que, dentro de esta misma clasificación, se encuentren distintos materiales, entre ellos pintura, líquidos solidificados, motores o partículas no quemadas de otros materiales metálicos. 

Tipos de residuos espaciales 

Según la Agencia Espacial Europea (ESA), entidad internacional que vigila de manera continua la evolución de la basura espacial y que anualmente realiza un informe de control sobre ella, podemos clasificar los residuos espaciales de la siguiente forma: 

  • Carga útil. Principalmente, satélites.
  • Cohetes y restos de las etapas empleadas para poner misiones en órbita. 
  • Objetos y herramientas perdidas como tornillos, cables, cámaras, etc.

En función de su tamaño, los residuos espaciales pueden ser: 

  • De 1 cm. Se estima que hoy en día hay más de 128 millones de estos fragmentos dispersos por el espacio, aunque la mayoría son indetectables.
  • De entre 1 y 10 cm. Según datos de la ESA, en la órbita terrestre ya hay unos 900.000 fragmentos de residuos espaciales con un tamaño comprendido entre una canica y una pelota de tenis.
  • Más de 10 cm. Estos objetos son los menos comunes. Sin embargo, también son peligroso, ya que, dentro de esta clasificación podemos encontrar desde tornillos, cables o herramientas hasta satélites fuera de servicio.

¿Por qué los residuos espaciales son peligrosos?

Aparentemente, los residuos espaciales están lejos y no suponen ningún riesgo para nuestros. Sin embargo, esta visión es completamente errónea: atrapados en la órbita de la Tierra y fuera de control, el número, masa y área de este tipo de chatarra originada por la actividad espacial del ser humano es cada vez mayor. Esto puede suponer un riesgo para otros satélites, estaciones espaciales o cohetes en funcionamiento, o para nuestro sistema de comunicaciones global.

Los residuos espaciales también representan un riesgo por su propia naturaleza: normalmente se trata de piezas metálicas que circulan a gran velocidad. Como no podemos controlar su trayectoria, en caso de colisión se producen grandes explosiones que, a su vez, generan nuevos residuos que vuelven  circular por el espacio y a colisionar con otros en una cadena infinita conocida como "síndrome de Kettler". 

Además, dentro de la chatarra espacial también hay restos de combustible sólido altamente inflamable que pueden causar graves daños y dispersar contaminantes en la atmósfera en caso de explosión. En este sentido, algunos satélites, especialmente los modelos soviéticos lanzados al espacio durante la Guerra Fría, contienen pilas nucleares con material radiactivo que podrían ser muy contaminantes si vuelven a la Tierra. 

Por último, los residuos espaciales pueden caer en la superficie de la Tierra o, llegado al momento, alcanzar un número tan elevado que no podamos enviar nuevas misiones al espacio e incluso volar, ya que el riesgo de colisión será constante.

¿Qué se hace con la basura espacial? ¿Puede reciclarse? 

Esta duda es habitual, pues muchas personas se preguntan si existe la opción de recuperar los residuos espaciales que ya no sirven y reciclar sus materias primas.

Por ahora, lo más próximo es un sistema ideado por la ESA para recolectar la basura del espacio. Se trata de un satélite diseñado para atrapar con una red o con un robot otros satélites inservibles. Después, junto con la masa de basura espacial cercana, ambos se hunden de forma controlada en la atmósfera para su desintegración. 

Este proyecto, aprobado en 2020, se llama ClearSpace-1, será la primera misión de eliminación de basura espacial del mundo y se pondrá en marcha en 2025, convirtiéndose en todo un hito de la historia espacial.

¿Existen otras opciones para tratar los residuos espaciales y minimizar su impacto?

El principal reto hoy en día no es tanto reciclar como conseguir reducir la cantidad de residuos espaciales y hacer un uso "más sostenible" del espacio. 

Algunas indicaciones de la Agencia Espacial Europea para conseguirlo son: 

  • Diseñar cohetes y naves que minimicen la cantidad de materiales desprendidos durante las fases de lanzamiento. 
  • Eliminar las fuentes de energía de los satélites en desuso para evitar explosiones (pasivación).
  • Alejar los satélites no operativos de los operativos mediante su desorbitación o creando "órbitas cementerio" para ellos. 
  • Reutilizar los materiales de aquellos cohetes que regresan intactos a la superficie. Hasta ahora, el mejor ejemplo de este tipo de cohetes "reutilizables" son los empleados por la compañía aeroespacial Space X. 

En esta misma línea trabajo, se espera que en 2050 se ponga en marcha Gateway Earth, una estación espacial diseñada específicamente para reciclar la basura.


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Conversión de residuos en energía renovable ¿es posible?

La conversión de nuestros residuos en energía es clave para cumplir la normativa europea que establece que la cantidad de residuos urbanos depositados en vertederos en 2035 debe ser menor de un 10%

Pero, ¿cómo es la energía producida por los residuos orgánicos? ¿Cuál es el proceso a seguir?

Tradicionalmente, el método más "fácil" para convertir los residuos en energía era incinerarlos. Es decir, se quemaban tanto aquellos residuos combustibles seguros como restos de comida, cartones, papeles o telas. 

Los resultados obtenidos a nivel mundial era positivos: en Japón se trataban anualmente casi 40 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos por métodos térmicos, mientras que en Suecia las incineradoras podían generar energía suficiente para satisfacer un 20% de las demandas de calefacción del país y suministrar energía a más de 250.000 hogares. 

El problema de incinerar los residuos para obtener energía es que, durante el proceso, se generan contaminantes atmosféricos como metales pesados, dioxinas y gases ácidos. Y, aunque con las incineradoras modernas estas emisiones son bajas, era necesario buscar otros métodos más limpios.

Pirólisis y gasificación: dos formas de obtener energía de residuos urbanos 

Hoy en día existen diferentes tecnologías para generar energía a partir de residuos.  Todas siguen estrictas normas ambientales y nos permiten convertir hasta el 98% de los residuos en energía.

Podemos clasificarlas en dos grupos: térmicas (generan electricidad a través de la combustión directa) y no térmicas (producen metano, etanol, hidrógeno y otros tipos de combustibles sintéticos). 

Dentro de estas tecnologías destaca la pirólisis, una forma de termólisis que permite descomponer los residuos, a través de calor (las temperaturas pueden alcanzar los 600 °C), en un entorno inerte completamente libre de oxígeno. Las fuentes de energía que pueden obtenerse a través de la pirólisis son: un 35 % del peso total de los residuos se convierte en carbón; un 40% se transforma en líquido biocombustible; y un 10% en gas artificial.

Actualmente, también podemos convertir los residuos en gas, e incluso transformar los gases de vertedero (que se generan naturalmente al descomponerse los desechos) en energía. 

La gasificación permite la conversión de residuos sólidos municipales, combustibles derivados de residuos, plásticos, restos de la industria agrícola, materia seca de los lodos de depuración y carbón en energía sostenible. Concretamente, en gas sintético con valor calorífico equivalente porcentualmente a un 10-15% del gas natural. 

Este proceso tiene otras ventajas: alrededor del 50% de los gases de invernadero es metano, perjudicial para la atmósfera y que contribuye a aumentar el efecto invernadero. Si somos capaces de "capturar" este gas, reduciremos la contaminación. 

¿Qué fuentes de energía se pueden obtener de nuestros residuos?

Biomasa

La biomasa es una de las fuentes energéticas más antigua. Este concepto engloba toda la materia orgánica susceptible de ser utilizada como fuente de energía. La biomasa puede ser: 

  • Natural. Se produce en la naturaleza, sin intervención humana.
  • Residual. Proviene de las actividades de las personas (por ejemplo, los residuos orgánicos urbanos).
  • Producida. Se trata de un tipo de recurso (generalmente vegetal) cuya única finalidad es el aprovechamiento energético.

En el caso de la biomasa residual, algunos procesos como la torrefacción o la pirólisis usan temperaturas elevadas para alterar químicamente y producir un combustible sólido denominado biocarbón. 

Biocombustibles (biogás, biodiésel, biometano, etc.)

Los procesos de conversión de residuos en energía pueden crear biocombustibles líquidos a partir de biomasa. 

Actualmente, nuestro país utiliza tanto los residuos urbanos como los residuos de depuradoras para generar biogás que puede usarse como combustible para medios de transporte y en el ámbito doméstico (calefacción, cocinas, etc.). 

Otro de los combustibles que podemos obtener gracias a la conversión de residuos urbanos en energía es el biodiésel, cuyos principales componentes son aceites vegetales y grasas animales. Las propiedades del biodiésel son prácticamente las mismas que las del gasóleo (gasoil), aunque su punto de inflamación es superior.

Respecto al biometano, es un tipo de gas renovable obtenido a partir del biogás que, por sus características, tiene un poder energético parecido al del gas natural. Su principal ventaja es que puede sustituirlo, siendo una alternativa mucho más sostenible: es neutro en CO₂, limpio y sin partículas. Además, el biometano puede inyectarse en la red de gas natural o comprimirse en GNC para uso como combustible o para producir calor o electricidad. En países como en Suecia, el uso del biometano como combustible ya ha superado al del gas natural (57%).

En SMV realizamos un tratamiento integral de tus residuos. Si tienes dudas, consúltanos.


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La valorización de residuos: tipos y beneficios

En los últimos años la preocupación por el medio ambiente es una responsabilidad para los países y sus sociedades. Cada día se presentan nuevas opciones para reciclar y alargar así la vida del planeta.

La reutilización de residuos es una herramienta que nació de esta inquietud por la contaminación. Es un instrumento que permite que la mayoría de los desechos no termine en el vertedero. Se trata de evaluar los restos no como objetos, sino como materia prima de otros procesos.

En SMV ofrecemos servicios de recogida de residuos, a través de los cuales nos encargamos de recoger estos remanentes, no importa cuál sea su origen, para examinarlos y determinar cómo pueden tener una segunda oportunidad.

 

Gestión de residuos

Este concepto engloba todas las actividades que deben realizarse para tratar cualquier residuo. Esto incluye la recogida, el transporte y su tratamiento final.

El procedimiento de valorización dependerá de la composición del desecho. Por ejemplo, para los restos orgánicos se utiliza un método diferente que para los inorgánicos.

En el caso de materiales altamente tóxicos, como pinturas o disolventes, hay un protocolo específico para su recolección y traslado que responde a la gestión de residuos peligrosos.

De ahí la importancia de contar con un gestor de residuos que cumpla con la normativa vigente, y asegure su correcto tratamiento.

Jerarquía de tratamiento

Debido a la alta generación de basura, la Unión Europea definió una jerarquía cuando se trata del tratamiento de desechos.

Como primer paso, se debe tratar de prevenir al máximo la generación de residuos. Sin embargo, se conoce que no producirlos es una tarea casi imposible. Por eso, el segundo peldaño lo compone la reutilización de estos materiales seguido por el reciclaje.

En cuarto lugar, se coloca otra clase de valorización, que incluye el ámbito energético. En quinto y último lugar, está la eliminación en vertederos. Esta jerarquía obliga a las empresas a agotar todas las opciones posibles antes de utilizar los depósitos de basura.

 

¿En qué consiste la valorización de residuos?

Algunos expertos en la materia han definido la valorización de residuos como el resultado de un estudio que establece cómo un desecho pudiera sustituir a otros materiales dentro de un objeto que está diseñado para cumplir una función determinada.

De acuerdo con la Directiva 2008/98/CE de residuos, la valorización se define como la “operación cuyo resultado principal es que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular”.

No todo debe terminar en la basura. Por eso, existen plantas que clasifican cada tipo de material. Una vez que termina este proceso, estos desperdicios se preparan para transformarse y tener una nueva utilidad.

 

Tipos de valorización de residuos

  • Valoración energética

A través de la incineración de residuos se obtiene la energía proveniente de estos materiales. Esta energía, a veces, es comparable con las funciones de los combustibles convencionales como el carbón, el gas y la hidroelectricidad.

Este en un concepto relativamente nuevo, en auge y muy beneficioso, dado que no necesita de grandes extensiones de tierra y se rige por un riguroso control ambiental.

  • Valoración de materiales sólidos

Es la obtención de materia prima a través del reciclaje. En este aspecto, es común la gestión de residuos no peligrosos como envases plásticos, de papel, cartón, vidrio, entre otros.

 

Beneficios de la valorización de residuos

  1. Reducción de la cantidad de residuos

Al implementar la valorización de residuos, se disminuye la cantidad de basura que finalmente llega a los vertederos.

Si un porcentaje de los desechos de cada empresa termina en su reciclaje o reutilización, se hablaría de una disminución importante de la contaminación a la que se somete al planeta.

Es importante recordar que los colectores de basura representan un riesgo para la sociedad, debido a que su descomposición genera líquidos y gases con efectos nocivos para el suelo, el aire y el agua.

Los colectores de basura podrían traer graves consecuencias para la salud de toda una población y, a la larga, para el medio ambiente en general.

  1. Ventajas económicas para empresas

La reutilización de materiales podría causar una reducción en los costes de la compra de materia prima.

Si una empresa es capaz de producir sus propios materiales, no tendrá que gastar más dinero en sus proveedores.

Si bien la valorización de residuos implica consumo de capital, es preferible pagar este precio y dedicar menos dinero a la adquisición de más materia prima.

  1. Nuevas plazas de trabajo

Desde que se empezó a utilizar esta herramienta, cada vez más consorcios la están empleando. Por esto, cada vez se ha aumentado la inversión en las plantas de reciclaje.

Esta apuesta ha generado un aumento en puestos de trabajo, favoreciendo así la actividad económica de los países. Se estima que cada año aumente la inversión en esta materia.

 

La valorización de residuos no solo es una actividad recomendable, sino que se ha convertido en una acción de vital importancia para el mantenimiento de la vida en el planeta.

En SMV somos muy conscientes de ello y, por ello, nos encargamos de valorizar tus residuos y los de tu empresa de la mejor forma posible, anteponiendo tu comodidad y la preservación del medio ambiente.


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Cómo se realiza la gestión de residuos en restaurantes

La gestión de residuos en restaurantes preocupa a todas las personas vinculadas al sector de la hostelería. Se trata de una cuestión de salubridad que debe entenderse como una cuestión de salud pública.

El correcto manejo de los residuos de restaurantes es importante ya que, debido a su alto contenido orgánico, este tipo de basuras pueden albergar multitud de microorganismos e incluso plagas. En este sentido, la acumulación de los desperdicios de los restaurantes puede constituir un problema sanitario de primer orden. Recomendamos tener una empresa de servicios medioambientales de Valencia.

La gestión de residuos en restaurantes está contemplada en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, donde aparecen catalogados bajo el epígrafe “Residuos comerciales” y en el que se contemplan los “residuos generados por la actividad propia del comercio, al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios”.

Materiales, ubicación y diseño de instalaciones son los tres factores que deben tenerse en cuenta a la hora de manipular residuos de alimentos sin riesgos.

¿Qué tipo de residuos se generan en los restaurantes?

Restaurantes y bares generan muchos residuos orgánicos, plásticos, vidrios e incluso de origen químico. Algunos de ellos son reciclables y podemos utilizar los servicios comunes para su reciclaje siempre que haga la clasificación oportuna:

  • Contenedor verde. Cristal y vidrio.
  • Contenedor azul. Envases y materiales de cartón y papel.
  • Contenedor amarillo. Envases y materiales de plástico y de latón, tetrabricks y latas de conserva y/o bebida.
  • Contenedor gris/marrón. El contenedor marrón está destinado para los residuos orgánicos

Dentro de los residuos de los restaurantes encontramos una tipología con un tratamiento especial: los “residuos grasos”. Dentro estos residuos, que para ser reciclados deben ser recogidos por una empresa profesional autorizada, encontraríamos los aceites de freidoras y otro tipo de grasas animales y vegetales relacionadas con el tratamiento, cocinado o consumo de alimentos.

¿Por qué es importante reciclar el aceite de bares y restaurantes?

El reciclaje de este tipo de los residuos grasos de los restaurantes, como es el caso del reciclaje de aceite usado, es obligatorio porque son un material muy contaminante: se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.

Una vez tratados, los residuos grasos de utilizan para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química (fabricación de ceras y barnices, etc.).

El reciclaje de aceite, como uno de los principales residuos de los restaurantes, tiene como objetivo el cumplimiento de:

  • La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
  • El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR).
  • Las recomendaciones de la Estrategia Temática sobre el Uso Sostenible de Recursos Naturales europea.
  • La Política Energética Europea de producción de energía renovables a través de la producción de biocombustibles.

Cómo gestionar los residuos de los restaurantes

La gestión de los residuos de los restaurantes debe ser prioritaria, de la misma forma que lo son la limpieza de espacios de almacenaje o de uso con altas probabilidades de contaminación (neveras, congeladores, superficies, despensa, etc.)

Una de las claves para una tratar los residuos generados en un restaurante de manera eficiente es establecer un sistema de aislamiento desde que son producidos y hasta que son eliminados. Una buena idea es instalar recipientes con cierre hermético y accionamiento no manual en zonas de la cocina donde se manipulen restos de alimentos.

También es muy importante determinar dónde se instalarán los contenedores de basura, fabricados con material resistente y con suficiente capacidad. Su ubicación se hará en zonas específicas fáciles de limpiar y desinfectar, y completamente aisladas de las zonas de circulación y almacenaje de los alimentos.

Se aconseja que estas zonas dispongan de toma de agua, sumidero de rejilla, pocas juntas en el pavimento, medias cañas en la pared y cierre hermético para evitar el paso de insectos y roedores.

Por último, la evacuación de los residuos de los restaurantes debe ser continua para evitar la acumulación. Los residuos serán transportados al exterior por una vía que no suponga riesgo de contaminación para personas, materiales, equipos o alimentos.

Otros consejos para mejorar la gestión de residuos de restaurantes son:

  • Retirar la basura de las cocinas para evitar malos olores, contaminación y aparición de organismos nocivos.
  • Instalar recipientes y cubos de basura antigoteo, a prueba de agua y plagas, y con tapas herméticas o bien ajustadas.
  • Limpiar completamente y con frecuencia los contenedores donde se acumula la basura.
  • Evitar la generación masiva de residuos en la cocina del restaurante gracias a la definición de menú, la rotación de productos (sobre todo de producto fresco), y la compra inteligente.

En SMV disponemos de un servicio de recogida y gestión de aceites usados para restaurantes. También cubrimos el proceso de tratamiento y reciclaje del aceite usado en la hostelería. Si quieres realizar una gestión 100% eficiente de los residuos de tu restaurante, contacta con nosotros.