¿Qué es la economía circular y cuáles son sus beneficios?
La economía circular es un nuevo modelo de producción que promueve la reducción del consumo, el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía, garantizando un crecimiento sostenible en el tiempo.
Debido a que todos los procesos de fabricación de bienes y servicios suponen un coste ambiental, este modelo busca optimizar los materiales y residuos con el objetivo de alargar su vida útil. De esta forma, se separa del actual sistema de usar y desechar, apostando por otro respetuoso con el medioambiente y con bases en la prevención, la reutilización, la reparación y el reciclaje.
¿Por qué es importante adoptar un tipo de economía circular?
El alza de la demanda global de materias primas, provoca que cada año se consuman muchos más recursos de los que el planeta es capaz de regenerar. Estos hábitos productivos suponen un agotamiento del medio ambiente y la aceleración del cambio climático. Sobre esto, de acuerdo al Foro Mundial para la Naturaleza (WWF), los seres humanos vivimos como si tuviéramos 1,75 planetas y, a este ritmo, en 2050 necesitaremos tres para sobrevivir.
A modo de ejemplo, en 2022 el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra fue el 28 de julio -un día menos que el año anterior-, momento en que la humanidad ha agotado los recursos naturales disponibles para todo el año, lo que supone que en 208 días hemos terminado con el capital natural para 365.
Por todo esto, resulta de vital importancia la implementación de un modelo de economía circular con el que reducir la huella ecológica, significando un avance para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la ONU en septiembre de 2015 y actualizados a finales de 2021 en la Cumbre del Clima de Glasgow. Allí también se instó a que todos los países convocados se comprometan a desarrollar programas de recortes en sus emisiones para lograr el objetivo de que el incremento de la temperatura oscile entre los 1,5 y los 2 grados respecto a los niveles preindustriales.
¿Cuáles son los beneficios de la economía circular en la sociedad y las organizaciones?
- Reducción de las emisiones de gases de CO₂
- Reducción de la generación de residuos
- Incremento del valor de la tierra y del suelo como activos
- Reducción del impacto ambiental debido a los procesos extractivos de materias
- Mejoras en el suministro de materias primas con productos más duraderos
- Ahorro por reutilización de recursos y reducción de costes de extracción y traslado
- Nuevas oportunidades de negocio en materia de tratamiento y reutilización de los desechos
- Mayor innovación tecnológica
- Generación de empleo en pequeñas y medianas empresas
- Menor dependencia de la importación de materias primas y mayor seguridad del suministro
Pasar de una economía lineal a una circular es un objetivo que como sociedad debemos asumir para preservar la naturaleza en condiciones óptimas para un desarrollo sostenible. Los beneficios de este cambio incluyen la creación de ciudades más habitables, una mayor distribución del valor de la economía, la reducción de la contaminación de ecosistemas marinos y terrestres y de la pérdida de biodiversidad, así como una disminución de los riesgos para la salud humana.
En SMV somos conscientes de la importancia de la economía circular y ofrecemos servicios de reciclaje y gestión de distintos tipos de residuos, bajo una política de calidad y compromiso con el medio ambiente y su entorno.
Para más información sobre nuestro trabajo y servicios te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactarnos a través del siguiente link.
¿Cómo es el proceso de reciclaje del vidrio?
¿Sabías que esa botella de vidrio o ese frasco usado pueden ser reciclados infinitas veces? A diferencia de otros materiales, la cadena de reciclaje del vidrio podría considerarse un “círculo perfecto”, siendo todo un ejemplo de economía circular y sostenibilidad, al mantener el 100% de sus propiedades iniciales tras su tratamiento.
El reciclaje de envases de vidrio supone grandes beneficios ambientales, ya que evita la extracción de materias primas de la naturaleza, fomenta el ahorro de energía y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, contribuyendo a la puesta en marcha de una economía circular vinculada al objetivo número 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas sobre producción y consumo responsables.
¿Qué tipo de envases se pueden reciclar?
A pesar de su flexibilidad, debemos tener en cuenta que no todos los productos que llevan vidrio son reciclables, debido a que muchos de ellos están compuestos por materias primas que no se pueden reciclar y que en caso de intentarlo, podrían perjudicar todo el proceso. Para esto es importante saber:
Envases reciclables:
- Botellas de vidrio sin tapones
- Tarros de vidrio sin tapas
- Frascos de vidrio
Envases no reciclables:
- Cerámica
- Porcelana
- Vasos o copas
- Bombillas
- Espejos
¿Cuáles son las fases del reciclaje de vidrio?
El contenedor verde es el destinado para deshacernos de estos envases, los cuales deberán estar vacíos y limpios con el objetivo de facilitar el trabajo de los gestores de residuos para ser transportados a la planta de reciclaje.
Una vez allí, se separa y se clasifica el vidrio por color y elementos para posteriormente retirar todo el material diferente al vidrio. Tras su limpieza, este se pasa por una serie de tamices y martillos en donde se tritura hasta lograr el tamaño deseado para luego utilizar imanes para retirar los posibles vestigios de metal.
Tras ser procesados, los restos de vidrio triturado se denomina calcín. Este material posteriormente se calentará y se mezclará con arena, hidróxido de sodio y caliza para fabricar nuevos productos con idénticas propiedades al original.
En SMV ofrecemos la gestión de este tipo de residuos considerados no peligrosos. Nos encargamos de su recolección y valorización, avalados por la autorización 460/V/RNP/CV de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
Además, contamos con una gran flota de camiones y contenedores de diverso tipo con el fin de adaptarnos a las necesidades de los clientes que requieran recolección de residuos, bien sean peligrosos o no peligrosos con el objetivo de desarrollar nuestras actividades con seguridad y profesionalidad.
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¿Qué son los RAEE y cómo se reciclan?
¿Sabes cuántos electrodomésticos hay actualmente en los hogares españoles? ¿Qué se hace con estos aparatos cuando dejan de funcionar?
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, como secadores de pelo, teléfonos móviles, tablets, lavadoras, frigoríficos, etc., y que cuando se acercan al final de su vida útil, pasan a ser considerados como RAEE.
Para poder colaborar con su proceso de reciclado, debemos tener en cuenta que estos no deben ser arrojados en contenedores, por lo que existen distintas opciones para deshacernos de estos residuos tecnológicos:
- En el mismo punto de venta
- Puntos limpios fijos
- Puntos limpios móviles (consultando previamente las paradas)
- Contactando con el servicio municipal de recogida de voluminosos
¿En qué consiste y por qué es importante su reciclaje?
Los constantes avances tecnológicos, provoca que el volumen de este tipo de desechos sea cada vez mayor a lo largo de los años. Su correcto tratamiento y gestión resulta de suma importancia debido a sus altos niveles de componentes tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos que podrían suponer un grave impacto ambiental.
Por este motivo, el reciclaje del material informático tiene un proceso que consta de varias etapas y se realiza en plantas específicamente acondicionadas para dicho fin. Luego de un primer proceso de recepción, pesado y evaluación, la gestión de los residuos informáticos empieza con la clasificación de los diferentes materiales para su posterior tratamiento. Es decir, se separan las diferentes partes como el plástico o el cristal, con especial atención a las partes que contienen elementos contaminantes.
Ejemplos de estas sustancias son el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, entre otros, que afectan al calentamiento global y que pueden ser perjudiciales para la salud humana si se emiten al medio ambiente. El reciclaje de RAEES resulta beneficioso, ya que mitiga el riesgo de contaminación de agua, suelo y aire al eliminar de forma debida los materiales tóxicos que están presentes en los residuos electrónicos. Además, se reduce la extracción de materiales brutos al poder recuperar elementos como el vidrio, plástico y metales que vuelven al ciclo productivo.
¿Cómo se clasifican los RAEE?
Los aparatos eléctricos y electrónicos se dividen en categorías y subcategorías en función de su uso y características. A partir del 15 de agosto de 2018, los AEE se clasifican en 7 categorías, según lo dispuesto en el Real Decreto 110/2015. Estas son:
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- FR1 - Aparatos de intercambio de temperatura (frigoríficos, congeladores, bombas de calor, radiadores de aceite, etc.)
- FR2 - Monitores y pantallas (pantallas, televisores, ordenadores portátiles, etc.)
- FR3 - Lámparas (fluorescentes rectas, fluorescentes compactas, LED, etc.)
- FR4 - Grandes aparatos (lavadoras, secadoras, cocinas, hornos eléctricos, equipos de música, etc.)
- FR5 - Pequeños aparatos (aspiradoras, máquinas de coser, microondas, tostadoras, etc.)
- FR6 - Aparatos informáticos y de telecomunicaciones con componentes peligrosos (teléfonos móviles, GPS, calculadoras de bolsillo, impresoras, etc.)
- FR7 - Paneles fotovoltaicos
En SMV somos expertos en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Nos encargamos de su clasificación, recogida de material informático, transporte y eliminación de información. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
Reciclaje y recogida de aceite usado
La recogida y tratamiento de aceites usados industriales y domésticos son clave para el cuidado del medio ambiente. Resulta muy común que el aceite usado sea vertido en desagües, atascando tuberías y alcantarillados, además de acabar en ríos y océanos dañando al ecosistema marino.
Se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. En SMV somos conscientes de esta necesidad, y por ello ponemos a su disposición el servicio de recogida y gestión de aceites usados.
¿El aceite usado es reciclable?
El aceite usado es perfectamente reciclable y su correcto tratamiento permite generar otro tipo de materias primas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que su gestión variará dependiendo del tipo de aceite y el uso que se le haya dado.
En el caso del aceite doméstico que utilizamos para cocinar, una vez frío, este debe guardarse en envases correctamente sellados para evitar las fugas, y llevarlo a un punto limpio para deshacerse de él.
Para el aceite de motor y el aceite industrial, el procedimiento para su descarte es el mismo, siempre teniendo en consideración que debemos utilizar distintos envases para cada uno de ellos.
Con el tiempo, este tipo de aceites van perdiendo sus propiedades debido a los procesos mecánicos a los que son sometidos.
Al degradarse sus componentes, aparecen mezclas de diferentes partículas junto con aquellas provenientes del desgaste de las piezas de la maquinaria. Estos componentes como el fósforo, el cloro o el azúfre, contienen altos niveles de toxicidad y peligrosidad.
Además de afectar tener una baja biodegradabilidad, el aceite forma una película impermeable y como consecuencia, puede afectar en gran medida al desarrollo de la vida biológica o de las aguas. Los metales pesados que contiene afectan a la vegetación y a la fertilidad del suelo. Un ejemplo de esto son los acuíferos, ya que la viscosidad de esta película dificulta o impide la oxigenación del ambiente.
La recogida y el transporte de estos desechos debe ser mediante contenedores específicos, para posteriormente ser reciclado en sitios especializados en su tratamiento, extracción y correcto almacenamiento, con el objetivo de evitar cualquier tipo de contaminación.
Este procedimiento resulta fundamental, ya que el aceite está compuesto por distintos recursos energéticos que tras su reciclaje nos permiten extraer biodiesel, jabones, detergentes, barnices y pinturas, entre otros productos.
¿Cómo es su proceso de gestión?
El proceso comienza con la retirada del aceite en los distintos puntos limpios o en otros sitios en donde se haya generado, como pueden ser los talleres o industrias.
Estos son transportados a distintos centros en donde se realizan análisis para determinar tanto su composición como sus niveles de contaminación.
Dependiendo del tipo de aceite, además de poder ser reciclado, este podrá ser regenerado para producir nuevos aceites o valorado energéticamente para ser utilizado como combustible en diversas industrias.
En SMV nos encargamos de la recogida de aceite usado en forma doméstica, de aquel proveniente de la hostelería y de talleres mecánicos, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental que esto supone. Además, somos especialistas en la gestión de todo tipo de residuos como aquellos peligrosos/no peligrosos, residuos sandach, RAEES, entre otros.
Para más información sobre este y otros servicios, te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactar con nosotros.
Gestión de residuos en depuradoras
Uno de los principales objetivos de una planta depuradora de aguas residuales, es reducir la contaminación del agua para poder ser aprovechada tras su limpieza. Desde SMV te informamos en qué consiste y cómo es su funcionamiento.
En primer lugar, se considera agua residual a aquellas aguas contaminadas por la intervención humana o por procesos industriales. Ejemplos de esto resultan ciertas actividades diarias que ensucian el agua, como el lavarnos las manos, el uso de detergentes, lavar ropa, regar las plantas, etc.
Este agua que termina en las alcantarillas, contiene sustancias contaminantes y residuos orgánicos y es por esto que debe ser limpiada antes de ser devuelta al medio natural como son los mares y ríos.
Para poder eliminar este tipo de desechos, podemos recurrir a plantas tratadoras de aguas residuales, quienes ejecutan distintos procesos:
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- Primario: en esta primera etapa se remueven aquellos materiales que puedan ser sedimentados. Este proceso se obtiene mediante procesos físicos y químicos. Si el sedimento resulta muy tóxico o difícil de asentar, se debe dejar las aguas en distintos tanques con sustancias químicas fuertes para lograr que este proceso se acelere.
- Secundario: en segundo lugar, se procede a eliminar los desechos y sustancias que no se han podido remover en la primera etapa. Generalmente, este es un proceso que requiere un nivel más alto de sustancias químicas debido a que los microorganismos resultan casi invisibles. Esta etapa también se caracteriza por incluir tratamientos biológicos.
- Terciaria: en esta última etapa, se procederá a eliminar aquellos materiales nocivos como pueden ser los compuestos orgánicos, nitrógeno, fósforo, etc. Este proceso se lleva a cabo en las aguas residuales con origen industrial ya que resultan ser las más contaminadas.
El tratamiento de estas aguas produce residuos llamados lodos, mayormente líquidos y que concentran altos niveles de toxicidad. Las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) deben asegurarse de gestionar residuos medioambientales correctamente, ya que suelen ser difíciles de manejar y transportar, por lo que es importante que una empresa especializada se encargue de ellos.
Otro de los residuos ocasionados son los de desbaste los cuales son retenidos mediante rejillas donde se acumularán temporalmente hasta que sean trasladados al vertedero. Estos residuos están constituídos por materiales sólidos como aquellos urbanos o el papel.
En SMV contamos con certificaciones que nos avalan como empresa capacitada para la recogida de lodos, además de garantizar la correcta gestión de residuos de desbaste. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
Conversión de residuos en energía renovable ¿es posible?
La conversión de nuestros residuos en energía es clave para cumplir la normativa europea que establece que la cantidad de residuos urbanos depositados en vertederos en 2035 debe ser menor de un 10%.
Pero, ¿cómo es la energía producida por los residuos orgánicos? ¿Cuál es el proceso a seguir?
Tradicionalmente, el método más "fácil" para convertir los residuos en energía era incinerarlos. Es decir, se quemaban tanto aquellos residuos combustibles seguros como restos de comida, cartones, papeles o telas.
Los resultados obtenidos a nivel mundial era positivos: en Japón se trataban anualmente casi 40 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos por métodos térmicos, mientras que en Suecia las incineradoras podían generar energía suficiente para satisfacer un 20% de las demandas de calefacción del país y suministrar energía a más de 250.000 hogares.
El problema de incinerar los residuos para obtener energía es que, durante el proceso, se generan contaminantes atmosféricos como metales pesados, dioxinas y gases ácidos. Y, aunque con las incineradoras modernas estas emisiones son bajas, era necesario buscar otros métodos más limpios.
Pirólisis y gasificación: dos formas de obtener energía de residuos urbanos
Hoy en día existen diferentes tecnologías para generar energía a partir de residuos. Todas siguen estrictas normas ambientales y nos permiten convertir hasta el 98% de los residuos en energía.
Podemos clasificarlas en dos grupos: térmicas (generan electricidad a través de la combustión directa) y no térmicas (producen metano, etanol, hidrógeno y otros tipos de combustibles sintéticos).
Dentro de estas tecnologías destaca la pirólisis, una forma de termólisis que permite descomponer los residuos, a través de calor (las temperaturas pueden alcanzar los 600 °C), en un entorno inerte completamente libre de oxígeno. Las fuentes de energía que pueden obtenerse a través de la pirólisis son: un 35 % del peso total de los residuos se convierte en carbón; un 40% se transforma en líquido biocombustible; y un 10% en gas artificial.
Actualmente, también podemos convertir los residuos en gas, e incluso transformar los gases de vertedero (que se generan naturalmente al descomponerse los desechos) en energía.
La gasificación permite la conversión de residuos sólidos municipales, combustibles derivados de residuos, plásticos, restos de la industria agrícola, materia seca de los lodos de depuración y carbón en energía sostenible. Concretamente, en gas sintético con valor calorífico equivalente porcentualmente a un 10-15% del gas natural.
Este proceso tiene otras ventajas: alrededor del 50% de los gases de invernadero es metano, perjudicial para la atmósfera y que contribuye a aumentar el efecto invernadero. Si somos capaces de "capturar" este gas, reduciremos la contaminación.
¿Qué fuentes de energía se pueden obtener de nuestros residuos?
Biomasa
La biomasa es una de las fuentes energéticas más antigua. Este concepto engloba toda la materia orgánica susceptible de ser utilizada como fuente de energía. La biomasa puede ser:
- Natural. Se produce en la naturaleza, sin intervención humana.
- Residual. Proviene de las actividades de las personas (por ejemplo, los residuos orgánicos urbanos).
- Producida. Se trata de un tipo de recurso (generalmente vegetal) cuya única finalidad es el aprovechamiento energético.
En el caso de la biomasa residual, algunos procesos como la torrefacción o la pirólisis usan temperaturas elevadas para alterar químicamente y producir un combustible sólido denominado biocarbón.
Biocombustibles (biogás, biodiésel, biometano, etc.)
Los procesos de conversión de residuos en energía pueden crear biocombustibles líquidos a partir de biomasa.
Actualmente, nuestro país utiliza tanto los residuos urbanos como los residuos de depuradoras para generar biogás que puede usarse como combustible para medios de transporte y en el ámbito doméstico (calefacción, cocinas, etc.).
Otro de los combustibles que podemos obtener gracias a la conversión de residuos urbanos en energía es el biodiésel, cuyos principales componentes son aceites vegetales y grasas animales. Las propiedades del biodiésel son prácticamente las mismas que las del gasóleo (gasoil), aunque su punto de inflamación es superior.
Respecto al biometano, es un tipo de gas renovable obtenido a partir del biogás que, por sus características, tiene un poder energético parecido al del gas natural. Su principal ventaja es que puede sustituirlo, siendo una alternativa mucho más sostenible: es neutro en CO₂, limpio y sin partículas. Además, el biometano puede inyectarse en la red de gas natural o comprimirse en GNC para uso como combustible o para producir calor o electricidad. En países como en Suecia, el uso del biometano como combustible ya ha superado al del gas natural (57%).
En SMV realizamos un tratamiento integral de tus residuos. Si tienes dudas, consúltanos.
La valorización de residuos: tipos y beneficios
En los últimos años la preocupación por el medio ambiente es una responsabilidad para los países y sus sociedades. Cada día se presentan nuevas opciones para reciclar y alargar así la vida del planeta.
La reutilización de residuos es una herramienta que nació de esta inquietud por la contaminación. Es un instrumento que permite que la mayoría de los desechos no termine en el vertedero. Se trata de evaluar los restos no como objetos, sino como materia prima de otros procesos.
En SMV ofrecemos servicios de recogida de residuos, a través de los cuales nos encargamos de recoger estos remanentes, no importa cuál sea su origen, para examinarlos y determinar cómo pueden tener una segunda oportunidad.
Gestión de residuos
Este concepto engloba todas las actividades que deben realizarse para tratar cualquier residuo. Esto incluye la recogida, el transporte y su tratamiento final.
El procedimiento de valorización dependerá de la composición del desecho. Por ejemplo, para los restos orgánicos se utiliza un método diferente que para los inorgánicos.
En el caso de materiales altamente tóxicos, como pinturas o disolventes, hay un protocolo específico para su recolección y traslado que responde a la gestión de residuos peligrosos.
De ahí la importancia de contar con un gestor de residuos que cumpla con la normativa vigente, y asegure su correcto tratamiento.
Jerarquía de tratamiento
Debido a la alta generación de basura, la Unión Europea definió una jerarquía cuando se trata del tratamiento de desechos.
Como primer paso, se debe tratar de prevenir al máximo la generación de residuos. Sin embargo, se conoce que no producirlos es una tarea casi imposible. Por eso, el segundo peldaño lo compone la reutilización de estos materiales seguido por el reciclaje.
En cuarto lugar, se coloca otra clase de valorización, que incluye el ámbito energético. En quinto y último lugar, está la eliminación en vertederos. Esta jerarquía obliga a las empresas a agotar todas las opciones posibles antes de utilizar los depósitos de basura.
¿En qué consiste la valorización de residuos?
Algunos expertos en la materia han definido la valorización de residuos como el resultado de un estudio que establece cómo un desecho pudiera sustituir a otros materiales dentro de un objeto que está diseñado para cumplir una función determinada.
De acuerdo con la Directiva 2008/98/CE de residuos, la valorización se define como la “operación cuyo resultado principal es que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular”.
No todo debe terminar en la basura. Por eso, existen plantas que clasifican cada tipo de material. Una vez que termina este proceso, estos desperdicios se preparan para transformarse y tener una nueva utilidad.
Tipos de valorización de residuos
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Valoración energética
A través de la incineración de residuos se obtiene la energía proveniente de estos materiales. Esta energía, a veces, es comparable con las funciones de los combustibles convencionales como el carbón, el gas y la hidroelectricidad.
Este en un concepto relativamente nuevo, en auge y muy beneficioso, dado que no necesita de grandes extensiones de tierra y se rige por un riguroso control ambiental.
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Valoración de materiales sólidos
Es la obtención de materia prima a través del reciclaje. En este aspecto, es común la gestión de residuos no peligrosos como envases plásticos, de papel, cartón, vidrio, entre otros.
Beneficios de la valorización de residuos
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Reducción de la cantidad de residuos
Al implementar la valorización de residuos, se disminuye la cantidad de basura que finalmente llega a los vertederos.
Si un porcentaje de los desechos de cada empresa termina en su reciclaje o reutilización, se hablaría de una disminución importante de la contaminación a la que se somete al planeta.
Es importante recordar que los colectores de basura representan un riesgo para la sociedad, debido a que su descomposición genera líquidos y gases con efectos nocivos para el suelo, el aire y el agua.
Los colectores de basura podrían traer graves consecuencias para la salud de toda una población y, a la larga, para el medio ambiente en general.
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Ventajas económicas para empresas
La reutilización de materiales podría causar una reducción en los costes de la compra de materia prima.
Si una empresa es capaz de producir sus propios materiales, no tendrá que gastar más dinero en sus proveedores.
Si bien la valorización de residuos implica consumo de capital, es preferible pagar este precio y dedicar menos dinero a la adquisición de más materia prima.
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Nuevas plazas de trabajo
Desde que se empezó a utilizar esta herramienta, cada vez más consorcios la están empleando. Por esto, cada vez se ha aumentado la inversión en las plantas de reciclaje.
Esta apuesta ha generado un aumento en puestos de trabajo, favoreciendo así la actividad económica de los países. Se estima que cada año aumente la inversión en esta materia.
La valorización de residuos no solo es una actividad recomendable, sino que se ha convertido en una acción de vital importancia para el mantenimiento de la vida en el planeta.
En SMV somos muy conscientes de ello y, por ello, nos encargamos de valorizar tus residuos y los de tu empresa de la mejor forma posible, anteponiendo tu comodidad y la preservación del medio ambiente.
Cómo se realiza la gestión de residuos en restaurantes
La gestión de residuos en restaurantes preocupa a todas las personas vinculadas al sector de la hostelería. Se trata de una cuestión de salubridad que debe entenderse como una cuestión de salud pública.
El correcto manejo de los residuos de restaurantes es importante ya que, debido a su alto contenido orgánico, este tipo de basuras pueden albergar multitud de microorganismos e incluso plagas. En este sentido, la acumulación de los desperdicios de los restaurantes puede constituir un problema sanitario de primer orden. Recomendamos tener una empresa de servicios medioambientales de Valencia.
La gestión de residuos en restaurantes está contemplada en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, donde aparecen catalogados bajo el epígrafe “Residuos comerciales” y en el que se contemplan los “residuos generados por la actividad propia del comercio, al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios”.
Materiales, ubicación y diseño de instalaciones son los tres factores que deben tenerse en cuenta a la hora de manipular residuos de alimentos sin riesgos.
¿Qué tipo de residuos se generan en los restaurantes?
Restaurantes y bares generan muchos residuos orgánicos, plásticos, vidrios e incluso de origen químico. Algunos de ellos son reciclables y podemos utilizar los servicios comunes para su reciclaje siempre que haga la clasificación oportuna:
- Contenedor verde. Cristal y vidrio.
- Contenedor azul. Envases y materiales de cartón y papel.
- Contenedor amarillo. Envases y materiales de plástico y de latón, tetrabricks y latas de conserva y/o bebida.
- Contenedor gris/marrón. El contenedor marrón está destinado para los residuos orgánicos
Dentro de los residuos de los restaurantes encontramos una tipología con un tratamiento especial: los “residuos grasos”. Dentro estos residuos, que para ser reciclados deben ser recogidos por una empresa profesional autorizada, encontraríamos los aceites de freidoras y otro tipo de grasas animales y vegetales relacionadas con el tratamiento, cocinado o consumo de alimentos.
¿Por qué es importante reciclar el aceite de bares y restaurantes?
El reciclaje de este tipo de los residuos grasos de los restaurantes, como es el caso del reciclaje de aceite usado, es obligatorio porque son un material muy contaminante: se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.
Una vez tratados, los residuos grasos de utilizan para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química (fabricación de ceras y barnices, etc.).
El reciclaje de aceite, como uno de los principales residuos de los restaurantes, tiene como objetivo el cumplimiento de:
- La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
- El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR).
- Las recomendaciones de la Estrategia Temática sobre el Uso Sostenible de Recursos Naturales europea.
- La Política Energética Europea de producción de energía renovables a través de la producción de biocombustibles.
Cómo gestionar los residuos de los restaurantes
La gestión de los residuos de los restaurantes debe ser prioritaria, de la misma forma que lo son la limpieza de espacios de almacenaje o de uso con altas probabilidades de contaminación (neveras, congeladores, superficies, despensa, etc.)
Una de las claves para una tratar los residuos generados en un restaurante de manera eficiente es establecer un sistema de aislamiento desde que son producidos y hasta que son eliminados. Una buena idea es instalar recipientes con cierre hermético y accionamiento no manual en zonas de la cocina donde se manipulen restos de alimentos.
También es muy importante determinar dónde se instalarán los contenedores de basura, fabricados con material resistente y con suficiente capacidad. Su ubicación se hará en zonas específicas fáciles de limpiar y desinfectar, y completamente aisladas de las zonas de circulación y almacenaje de los alimentos.
Se aconseja que estas zonas dispongan de toma de agua, sumidero de rejilla, pocas juntas en el pavimento, medias cañas en la pared y cierre hermético para evitar el paso de insectos y roedores.
Por último, la evacuación de los residuos de los restaurantes debe ser continua para evitar la acumulación. Los residuos serán transportados al exterior por una vía que no suponga riesgo de contaminación para personas, materiales, equipos o alimentos.
Otros consejos para mejorar la gestión de residuos de restaurantes son:
- Retirar la basura de las cocinas para evitar malos olores, contaminación y aparición de organismos nocivos.
- Instalar recipientes y cubos de basura antigoteo, a prueba de agua y plagas, y con tapas herméticas o bien ajustadas.
- Limpiar completamente y con frecuencia los contenedores donde se acumula la basura.
- Evitar la generación masiva de residuos en la cocina del restaurante gracias a la definición de menú, la rotación de productos (sobre todo de producto fresco), y la compra inteligente.
En SMV disponemos de un servicio de recogida y gestión de aceites usados para restaurantes. También cubrimos el proceso de tratamiento y reciclaje del aceite usado en la hostelería. Si quieres realizar una gestión 100% eficiente de los residuos de tu restaurante, contacta con nosotros.
Navidad sin residuos: ¿es posible?
La navidad es sinónimo de ilusión y de alegría, pero también de derroche y consumo. Según datos de la Oficina de Estadística Europea (Eurostat), cada español produce anualmente unos 440 kilos de residuos, y un porcentaje importante de los mismos se asocian a la navidad: como media, cada hogar genera diariamente alrededor de dos kilos de basura en estas fechas, casi el doble que durante el resto del año.
De hecho, solo debemos fijarnos en cómo están los contenedores en los días más señalados, a menudo desbordados de embalajes, papeles de regalo o envases de uso "efímero".
Durante las fiestas navideñas también se disparan el consumo de energía (por el alumbrado especial de calles y plazas, que aumenta la emisiones de C02 y contribuye a la producción de gases de efecto invernadero) y el desperdicio de alimentos (casi un 40% acaba en la basura).
- Te interesa: ¿Por qué reciclar ayuda al cambio climático?
Apuesta por una Navidad "reciclada"
Otro de los grandes problemas de la navidad es que, debido a la producción de residuos masiva, muchas veces no reciclamos correctamente.
Apostar por el reciclaje en estas fechas es especialmente importante. Para ello, debemos separar bien los desechos y depositarlos en su contenedor correspondiente.
La tarea es más sencilla de lo que parece. Según el Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam), la mayoría de los residuos generados entre el 24 de diciembre y el 6 de enero, coincidiendo con el principio y el final de las celebraciones navideñas, son vidrios (alrededor de un 50% más que durante el resto del año), cartones y papeles (un 35% más que en otros periodos del año), fáciles de identificar y separar.
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Otra cuestión es si se puede vivir una navidad libre de residuos. La verdad es que es difícil, aunque podemos seguir estos consejos básicos.
Claves para una navidad reciclada: planificar, aprovechar y reutilizar
En nuestro blog ya publicamos un artículo sobre cómo conseguir una Navidad ecológica y disfrutar de ella sin dañar el medioambiente gracias al ahorro energético en la iluminación navideña, la reducción de desechos, la compra de alimentos de temporada o la búsqueda de adornos sostenibles y ecológicos.
En lo que al reciclaje se refiere, las claves son:
Vajillas y cuberterías reutilizables
En muchas celebraciones se utilizan platos, vasos y cubiertos de plástico "de usar y tirar". Estos elementos contribuyen a generar más basura, y, además, tardan cientos de años en degradarse, siendo muy perjudiciales para el medioambiente. Nuestro consejo para estas navidades es utilizar vajillas y menaje del hogar que podamos lavar, ya que es la opción más sostenible.
Alimentos a granel y sin envase
Aunque en muchos supermercados comprar alimentos sin envases es "misión imposible", en los mercados y tiendas pequeñas podemos encontrar productos frescos a granel, sin envoltorio ni embalaje.
Otra opción para reducir el consumo de envases de alimentos es optar por recipientes familiares en lugar de individuales.
Compras con conciencia... y con bolsas de tela
Comprar lo justo, planificando lo que realmente necesitamos, nos ayudará a ahorrar dinero y a producir menos residuos durante las navidades.
El exceso de bolsas es otro de los grandes problemas de las compras navideñas. ¿Un consejo? Utiliza bolsas de tela, cestas o carro para ir al supermercado, de tiendas, etc.
Envoltorios sostenibles
Utilizar bolsas reutilizables o sacos de yute es una opción sostenible para envolver tus regalos de Navidad. Esta fórmula es una excusa para usar bolsas de navidad recicladas de otros años. Además, y a diferencia del papel de regalo, podrás utilizarlas tantas veces como quieras. Otras opciones de envoltorio sostenible son papel de periódico, telas o cajas sólidas (por ejemplo, de metal).
Regalos experienciales o hechos a mano
Las personas concienciadas con el reciclaje tienen cada vez más clara la importancia de regalar experiencias para evitar residuos. Estos regalos pueden ser prácticos y bonitos. Algunos ejemplos son masajes, entradas al teatro, reservas en hoteles o restaurantes, o donativos a ONGs.
También podemos obsequiar a nuestros amigos o familiares con productos de segunda mano o hechos a mano. Estos regalos son más personales y generan menos residuos, sobre todo si están fabricados con productos y materiales sostenibles.
Adornos de navidad con material reciclado
Por último, para conseguir una navidad reciclada, debes poner un árbol de navidad “de reciclaje”. En nuestro blog encontrarás consejos útiles para hacer adornos de Navidad con materiales reciclados como bolsas, antiguos DVD, corchos o botones.
Si le das una vuelta a estas ideas, podrás elaborar una decoración de navidad más sostenible y acorde con tus gustos.
También recuerda que en SMV somos expertos en la recogida, transporte y gestión de todo tipo de residuos, si tienes alguna consulta, contacta con nosotros.
¿Cómo gestionar los residuos del COVID?
Según algunas fuentes, los residuos sanitarios se han multiplicado un 300% desde marzo. Este aumento se debe al uso de materiales de protección para combatir la COVID-19, tanto en entornos sanitarios como domicilios y en espacios como colegios y centros de trabajo.
La nueva situación también nos plantea preguntas respecto al tratamiento de estos por una empresa de gestión de residuos. La clave es la información y la concienciación: por ejemplo, mascarillas desechables y guantes de látex deben ir siempre al contenedor gris, mientras que los botes de gel hidroalcohólico vacíos pueden ir al contenedor amarillo (con los envases).
Aun así, existen algunas dudas:
- ¿Qué pasa con los residuos de personas que se han infectado con COVID-19?
- ¿Existe alguna normativa específica en este caso?
- ¿Afecta la crisis sanitaria a nuestras rutinas de reciclaje habituales?
¿Qué dice la Ley sobre la gestión de residuos del COVID-19?
La pandemia del Covid-19 ha provocado que, desde el Ministerio de Sanidad, se haya aprobado una Orden Ministerial (Orden SND/271/2020, de 19 de marzo) para establecer instrucciones sobre gestión de residuos procedentes de domicilios, hospitales, ambulancias, centros de salud y/o establecimientos que hayan tenido contacto con la COVID-19.
La orden también aporta algunas recomendaciones relacionadas con el manejo de residuos domésticos en hogares sin positivos o cuarentena durante la crisis sanitaria.
Gestión de residuos del COVID-19 en viviendas y domicilios particulares
En hogares con un positivo de coronavirus COVID-19, es aconsejable gestionar los residuos de la persona contagiada de manera independiente al resto de desechos del domicilio.
Según la orden ministerial, todos los residuos de la persona infectada, incluido el material desechable (guantes, mascarillas, pañuelos, etc.), debe eliminarse en una bolsa de plástico, dispuesta en un cubo de basura en la habitación aislada (preferiblemente con tapa y pedal de apertura) y sin realizar ninguna separación para reciclaje.
La bolsa de plástico debe cerrarse (si es de manera hermética, mejor) e introducirse en una segunda bolsa en la que, además, se depositarán los guantes y mascarilla usados por el cuidador. Esta bolsa se dejará, a su vez, con el resto de los residuos domésticos.
Las bolsas de residuos de domicilios en cuarentena o con personas con COVID-19 se depositarán, convenientemente cerradas, en el contenedor de "resto de residuos", quedando terminantemente prohibido hacerlo en contenedores de recogida selectiva (orgánica, envases, papel, vidrio o textil) o abandonarlos en la vía pública.
Gestión de residuos del COVID-19 en residencias y hoteles medicalizados
La Orden SND/271/2020, de 19 de marzo establece cómo debe ser el tratamiento de residuos del COVID-19 en espacios que tengan más riesgo de contacto, como por ejemplo residencias.
Se recomienda llenar los contenedores disponibles al máximo, “evitando entregarlos sin optimizar su capacidad”, ya que la recogida de residuos es un servicio esencial y las administraciones deben garantizar servicios suficientes.
Tanto en las residencias como en los hoteles medicalizados, las bolsas que contengan residuos que hayan podido estar en contacto con el virus se identificarán externamente (mediante cinta aislante o similar) y se depositarán según lo establecido por las autoridades responsables de la recogida de residuos urbanos.
El objetivo es que estas bolsas, debidamente señalizadas, vayan directamente a la incineración o, en su defecto, al vertedero, pero que en ningún caso se proceda a su apertura manual.
Gestión de residuos sanitarios en hospitales, centros de salud, ambulancias o laboratorios
Los residuos en contacto con COVID-19 procedentes de hospitales, ambulancias, centros de salud, laboratorios o establecimientos similares, así como aquellos derivados de la desinfección de instalaciones (como guantes, mascarillas o batas), se consideran “residuos infecciosos” y se gestionan como tales.
Aunque el ordenamiento jurídico español no dispone de una normativa específica sobre la gestión de residuos sanitarios, en esta situación se aplican los ordenamientos generales previstos en la Ley 22/2011 de 28 de julio de Residuos y Suelos Contaminados, en el Real Decreto 833/1988 de 20 de julio sobre residuos tóxicos y peligrosos y en la Ley 11/1997 de 24 de abril de envases y residuos de envases.
Dentro de la normativa, destaca el RD 653/2003 de 30 de mayo, que exige la observancia de determinados procedimientos antes de aceptar residuos peligrosos para su incineración o co-incineración en función de su naturaleza, especialmente si son desechos clínicos infecciosos.
De la misma forma, el RD 1481/2001 de 27 de diciembre prohíbe que cualquier vertedero admita residuos infecciosos prohibiendo expresamente, en su artículo 10, la manipulación directa de los residuos clínicos infecciosos o su mezcla con otro tipo de residuos.
¿Ha afectado la crisis del COVID-19 al reciclaje?
Aunque las plantas de tratamiento siguen separando la basura para su reciclaje, la epidemia está provocando que aumente el porcentaje de residuos que van al vertedero o a la incineradora, especialmente aquellos procedentes de hospitales, centros de salud, ambulancias o procesos de desinfección.
Respecto al resto de bolsas depositadas en los contenedores de resto, llegan igualmente a las plantas de tratamiento, donde se intenta recuperar la mayor cantidad de desechos reciclables que han llegado a esta bolsa por error. Sin embargo, y siguiendo el protocolo de actuación del Miteco, se elimina cualquier proceso que exija manipulación manual para evitar exponer a los trabajadores al virus.
Una vez seleccionados los residuos reciclables, se embalan y quedan almacenados, al menos durante 72 horas, antes de enviarse a las plantas de reciclaje para garantizar la mayor seguridad.
¿Tienes más dudas sobre la gestión de residuos? Contáctanos y te las resolvemos.