¿Sabes cuántos electrodomésticos hay actualmente en los hogares españoles? ¿Qué se hace con estos aparatos cuando dejan de funcionar? 

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, como secadores de pelo, teléfonos móviles, tablets, lavadoras, frigoríficos, etc., y que cuando se acercan al final de su vida útil, pasan a ser considerados como RAEE.

Para poder colaborar con su proceso de reciclado, debemos tener en cuenta que estos no deben ser arrojados en contenedores, por lo que existen distintas opciones para deshacernos de estos residuos tecnológicos:

  • En el mismo punto de venta
  • Puntos limpios fijos
  • Puntos limpios móviles (consultando previamente las paradas)
  • Contactando con el servicio municipal de recogida de voluminosos

¿En qué consiste y por qué es importante su reciclaje?

Los constantes avances tecnológicos, provoca que el volumen de este tipo de desechos sea cada vez mayor a lo largo de los años. Su correcto tratamiento y gestión resulta de suma importancia debido a sus altos niveles de componentes tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos que podrían suponer un grave impacto ambiental. 

Por este motivo, el reciclaje del material informático tiene un proceso que consta de varias etapas y se realiza en plantas específicamente acondicionadas para dicho fin. Luego de un primer proceso de recepción, pesado y evaluación, la gestión de los residuos informáticos empieza con la clasificación de los diferentes materiales para su posterior tratamiento. Es decir, se separan las diferentes partes como el plástico o el cristal, con especial atención a las partes que contienen elementos contaminantes.

Ejemplos de estas sustancias son el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, entre otros, que afectan al calentamiento global y que pueden ser perjudiciales para la salud humana si se emiten al medio ambiente. El reciclaje de RAEES resulta beneficioso, ya que mitiga el riesgo de contaminación de agua, suelo y aire al eliminar de forma debida los materiales tóxicos que están presentes en los residuos electrónicos. Además, se reduce la extracción de materiales brutos al poder recuperar elementos como el vidrio, plástico y metales que vuelven al ciclo productivo. 

¿Cómo se clasifican los RAEE?

Los aparatos eléctricos y electrónicos se dividen en categorías y subcategorías en función de su uso y características. A partir del 15 de agosto de 2018, los AEE se clasifican en 7 categorías, según lo dispuesto en el Real Decreto 110/2015. Estas son:

    • FR1 – Aparatos de intercambio de temperatura (frigoríficos, congeladores, bombas de calor, radiadores de aceite, etc.)
    • FR2 – Monitores y pantallas (pantallas, televisores, ordenadores portátiles, etc.)
    • FR3 – Lámparas (fluorescentes rectas, fluorescentes compactas, LED, etc.)
    • FR4 – Grandes aparatos (lavadoras, secadoras, cocinas, hornos eléctricos, equipos de música, etc.)
    • FR5 – Pequeños aparatos (aspiradoras, máquinas de coser, microondas, tostadoras, etc.)
    • FR6 – Aparatos informáticos y de telecomunicaciones con componentes peligrosos (teléfonos móviles, GPS, calculadoras de bolsillo, impresoras, etc.)
    • FR7 – Paneles fotovoltaicos

En SMV somos expertos en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Nos encargamos de su clasificación, recogida de material informático, transporte y eliminación de información. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link