¿Qué es la economía circular y cuáles son sus beneficios?
La economía circular es un nuevo modelo de producción que promueve la reducción del consumo, el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía, garantizando un crecimiento sostenible en el tiempo.
Debido a que todos los procesos de fabricación de bienes y servicios suponen un coste ambiental, este modelo busca optimizar los materiales y residuos con el objetivo de alargar su vida útil. De esta forma, se separa del actual sistema de usar y desechar, apostando por otro respetuoso con el medioambiente y con bases en la prevención, la reutilización, la reparación y el reciclaje.
¿Por qué es importante adoptar un tipo de economía circular?
El alza de la demanda global de materias primas, provoca que cada año se consuman muchos más recursos de los que el planeta es capaz de regenerar. Estos hábitos productivos suponen un agotamiento del medio ambiente y la aceleración del cambio climático. Sobre esto, de acuerdo al Foro Mundial para la Naturaleza (WWF), los seres humanos vivimos como si tuviéramos 1,75 planetas y, a este ritmo, en 2050 necesitaremos tres para sobrevivir.
A modo de ejemplo, en 2022 el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra fue el 28 de julio -un día menos que el año anterior-, momento en que la humanidad ha agotado los recursos naturales disponibles para todo el año, lo que supone que en 208 días hemos terminado con el capital natural para 365.
Por todo esto, resulta de vital importancia la implementación de un modelo de economía circular con el que reducir la huella ecológica, significando un avance para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la ONU en septiembre de 2015 y actualizados a finales de 2021 en la Cumbre del Clima de Glasgow. Allí también se instó a que todos los países convocados se comprometan a desarrollar programas de recortes en sus emisiones para lograr el objetivo de que el incremento de la temperatura oscile entre los 1,5 y los 2 grados respecto a los niveles preindustriales.
¿Cuáles son los beneficios de la economía circular en la sociedad y las organizaciones?
- Reducción de las emisiones de gases de CO₂
- Reducción de la generación de residuos
- Incremento del valor de la tierra y del suelo como activos
- Reducción del impacto ambiental debido a los procesos extractivos de materias
- Mejoras en el suministro de materias primas con productos más duraderos
- Ahorro por reutilización de recursos y reducción de costes de extracción y traslado
- Nuevas oportunidades de negocio en materia de tratamiento y reutilización de los desechos
- Mayor innovación tecnológica
- Generación de empleo en pequeñas y medianas empresas
- Menor dependencia de la importación de materias primas y mayor seguridad del suministro
Pasar de una economía lineal a una circular es un objetivo que como sociedad debemos asumir para preservar la naturaleza en condiciones óptimas para un desarrollo sostenible. Los beneficios de este cambio incluyen la creación de ciudades más habitables, una mayor distribución del valor de la economía, la reducción de la contaminación de ecosistemas marinos y terrestres y de la pérdida de biodiversidad, así como una disminución de los riesgos para la salud humana.
En SMV somos conscientes de la importancia de la economía circular y ofrecemos servicios de reciclaje y gestión de distintos tipos de residuos, bajo una política de calidad y compromiso con el medio ambiente y su entorno.
Para más información sobre nuestro trabajo y servicios te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactarnos a través del siguiente link.
26 de enero: Día Mundial de la Educación Ambiental
Hoy 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental con el objetivo de concienciar a las personas sobre la importancia de preservar y proteger al medio ambiente, el cambio climático y la sostenibilidad.
La celebración tiene su origen en 1975, año en el que se organizó en Belgrado el primer Seminario Internacional de Educación Ambiental y que contó con la participación de expertos de más de 70 países. En el marco de este programa organizado por las Naciones Unidas, se establecieron los principios fundamentales de Educación Ambiental que hoy se reflejan en la Carta de Belgrado:
Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos.
En 1977 durante la 1º Conferencia Internacional de Educación Ambiental en Tbilisi, Georgia, se establecen objetivos más concretos para poder cumplir con dichos principios para el desarrollo futuro de esta dimensión educativa:
- Consciencia y conocimiento: para que todos podamos adquirir un mayor nivel de sensibilidad, conciencia y comprensión básica del medio ambiente y los efectos de la humanidad en él.
- Actitudes y aptitudes: ayudar a desarrollar valores, actitudes, compromiso y habilidades para proteger y mejorar el medio ambiente.
- Acción y participación: fomentar nuevos patrones de comportamiento desde la responsabilidad que ayuden al individuo y su comunidad a cuidar de su entorno.
Para que todos podamos tomar conciencia, resulta de vital importancia conocer las causas y los efectos del cambio climático, así como la necesidad de incorporar hábitos que promuevan el desarrollo sostenible en nuestro día a día. Además, es indispensable aprender cuestiones tan simples como qué son las energías renovables y que el agua es un bien natural, limitado, escaso y esencial para vivir.
En SMV apoyamos este tipo de iniciativas que fomentan la participación de la sociedad en el cuidado de los recursos naturales de nuestro planeta, para que las futuras generaciones puedan disfrutar y vivir en un mundo mejor.
Para conocer más sobre nuestro compromiso con el medio ambiente, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
¿Cómo es el proceso de reciclaje del vidrio?
¿Sabías que esa botella de vidrio o ese frasco usado pueden ser reciclados infinitas veces? A diferencia de otros materiales, la cadena de reciclaje del vidrio podría considerarse un “círculo perfecto”, siendo todo un ejemplo de economía circular y sostenibilidad, al mantener el 100% de sus propiedades iniciales tras su tratamiento.
El reciclaje de envases de vidrio supone grandes beneficios ambientales, ya que evita la extracción de materias primas de la naturaleza, fomenta el ahorro de energía y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, contribuyendo a la puesta en marcha de una economía circular vinculada al objetivo número 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas sobre producción y consumo responsables.
¿Qué tipo de envases se pueden reciclar?
A pesar de su flexibilidad, debemos tener en cuenta que no todos los productos que llevan vidrio son reciclables, debido a que muchos de ellos están compuestos por materias primas que no se pueden reciclar y que en caso de intentarlo, podrían perjudicar todo el proceso. Para esto es importante saber:
Envases reciclables:
- Botellas de vidrio sin tapones
- Tarros de vidrio sin tapas
- Frascos de vidrio
Envases no reciclables:
- Cerámica
- Porcelana
- Vasos o copas
- Bombillas
- Espejos
¿Cuáles son las fases del reciclaje de vidrio?
El contenedor verde es el destinado para deshacernos de estos envases, los cuales deberán estar vacíos y limpios con el objetivo de facilitar el trabajo de los gestores de residuos para ser transportados a la planta de reciclaje.
Una vez allí, se separa y se clasifica el vidrio por color y elementos para posteriormente retirar todo el material diferente al vidrio. Tras su limpieza, este se pasa por una serie de tamices y martillos en donde se tritura hasta lograr el tamaño deseado para luego utilizar imanes para retirar los posibles vestigios de metal.
Tras ser procesados, los restos de vidrio triturado se denomina calcín. Este material posteriormente se calentará y se mezclará con arena, hidróxido de sodio y caliza para fabricar nuevos productos con idénticas propiedades al original.
En SMV ofrecemos la gestión de este tipo de residuos considerados no peligrosos. Nos encargamos de su recolección y valorización, avalados por la autorización 460/V/RNP/CV de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
Además, contamos con una gran flota de camiones y contenedores de diverso tipo con el fin de adaptarnos a las necesidades de los clientes que requieran recolección de residuos, bien sean peligrosos o no peligrosos con el objetivo de desarrollar nuestras actividades con seguridad y profesionalidad.
Para más información sobre nuestros servicios, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
¿Qué es el Ecodiseño y cuáles son sus beneficios?
Cada vez son más las empresas que apuestan por una estrategia de desarrollo sostenible de productos con el objetivo de generar el menor impacto ambiental posible. Para el ecodiseño de un producto o servicio, no sólo se tiene en cuenta la producción del mismo, sino también todas las fases de su ciclo de vida como la concepción, desarrollo, distribución, consumo y reciclaje/reutilización.
El 80% del impacto ambiental causado por un producto puede resolverse en su diseño, lo que supone producir mejor y con más eficiencia por una razón evidente: las materias primas y los recursos naturales no son infinitos y podrían agotarse si no los cuidamos.
¿Cuáles son los beneficios del ecodiseño?
El ecodiseño genera beneficios globales no sólo para las empresas, sino también a los usuarios y la sociedad, bajo un interés común tanto medioambiental como económico:
- El productor fabrica productos utilizando menos materiales (energía, agua, etc.), generando menos residuos y reduciendo considerablemente los costes de producción.
- Los usuarios adquieren un producto más duradero y fácilmente reciclable, el cual necesitará menos energía y consumibles para funcionar.
- La sociedad se beneficia gracias a la prevención de los impactos medioambientales debido a una mayor disponibilidad de recursos que pueden ser destinados a otros productos y servicios.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), otros puntos positivos de este sistema es que no sólo mejora nuestra calidad de vida, sino también reduce la pobreza, mejora la competitividad y abarata costes. Además, un diseño sostenible difunde la sostenibilidad con mensajes que forman parte del mismo producto.
Ejemplos de este tipo de diseños pueden ser distintos bienes de consumo como muebles biodegradables, vajillas de cristal reciclado, cepillos de dientes y gafas de sol de bambú, entre otros.
En SMV apoyamos este tipo de iniciativas que fomentan la concientización y la responsabilidad social de los consumidores en pos del crecimiento de una economía circular; promoviendo la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, dándole una segunda vida para convertirlos en nuevos productos.
Mediante la gestión integral de residuos, no solo evitamos la extracción de más materias primas para producir objetos, sino que ahorramos energías, evitamos la generación del efecto invernadero en el planeta por la emisión de gases y creamos menos cantidad de basura.
Para más información sobre este compromiso, te invitamos a conocer más sobre nosotros a través del siguiente link.
Cómo reciclar tu ropa usada
Debido a los materiales con los que está constituida cada prenda, el reciclaje de ropa resulta necesario para combatir el calentamiento global. Cuando le damos una segunda vida a todo aquello que ya no usamos, ayudamos a reducir considerablemente el impacto medioambiental de los textiles. En SMV te informamos sobre cómo prevenir la generación de residuos textiles.
El primer paso es realizar un consumo responsable de estos productos. Algunos ejemplos para mejorar nuestros hábitos son:
- Optar por prendas producidas con fibras recicladas.
- Apostar por aquellas marcas comprometidas con el medio ambiente.
- Comprobar la información de las etiquetas, las características de la prenda y su garantía de origen.
- Comprar ropa de segunda mano.
- Elegir buenos materiales como el lino o el algodón orgánico, los cuales requieren menos agua y fertilizantes para crecer.
Comprender el proceso de producción nos hará aún más conscientes sobre el impacto de su huella de carbono. La fabricación inicial de materias primas puede contener recursos no renovables como el petróleo para producir fibras sintéticas; además, debemos tener en cuenta que los tintes que se utilizan para la producción final de la ropa pueden ser tóxicos para los trabajadores. Finalmente, el medio de transporte dependerá del país de origen en el que se hayan producido estas prendas, por mar o por aire, siendo esta la vía más contaminante.
El reciclaje de la ropa usada nos ayuda a prolongar la vida útil y su correcto cuidado no solo limita tu impacto en el medio ambiente, sino también un ahorro considerable de dinero:
- Repara tu ropa y dale una segunda vida.
- Haz lavados a sólo 30ºC y evita el uso de la secadora para ahorrar tanto agua como energía.
- Elige detergentes con etiqueta ecológica para limitar la emisión de sustancias tóxicas a los océanos.
¿Qué debo hacer para reciclar lo que ya no uso?
A la hora de reciclar, podemos elegir entre distintas opciones dependiendo del fin que vayamos a darle a la prenda:
- Vender la ropa usada: a través de aplicaciones o sitios web, depósitos de reventa o incluso ventas de garage.
- Donar la ropa vieja: a asociaciones que se encarguen de su distribución a aquellas personas que más lo necesitan.
- Programas de reciclaje de grandes marcas: cada vez son más las empresas textiles que promueven este tipo de iniciativas en los que tras un tratamiento en planta, todos los materiales de una prenda se reciclan y se reaprovechan.
- Depositarla en contenedores de reciclaje o en puntos limpios: específicos para ropa y disponibles en la vía pública.
- Reutilizar y customizar: utilizarlas como base para prendas distintas, modificarlas, etc.
Resulta habitual que en nuestros armarios acumulemos ropa que no vamos a volver a usar y que podrían ser de gran ayuda para gente que realmente la necesita. El poder darle una segunda vida no sólo es una solución sostenible y solidaria, sino que también contribuye a la creación de una economía circular.
¿Necesitas una empresa especializada en la gestión de todo tipo de residuos? ¡Contacta con nosotros!
Reciclaje de residuos de la construcción
En SMV ofrecemos un servicio de alquiler de contenedores de obra centrado principalmente en la gestión de residuos de construcción y demolición aprovechando al máximo la materia prima, que puede ser reutilizada a través de la transformación y la reincorporación.
Los escombros o desechos originados como consecuencia del trabajo de la construcción, son considerados no tóxicos y no peligrosos. Sin embargo, su recolección es de gran importancia para la conservación del medio ambiente.
A continuación detallamos qué tipo de materiales son considerados residuos de la construcción:
- Madera: este material podrá conservarse durante muchos años y ser reutilizado si se conserva adecuadamente para poder convertirlo en materias primas como láminas, paneles, biomasa, entre otros.
- Acero: apto para la transformación en nuevos materiales sin que su calidad se vea afectada.
- Yeso: una vez reciclado mantendrá las mismas características físicas y mecánicas que el original y a un coste relativamente más bajo.
- Vidrio: debido a su composición química, el proceso de reciclaje de este material puede resultar mucho más complejo, a pesar de ello, este podrá fundirse y ser utilizado por ejemplo, como fibra de vidrio.
- Hormigón: al ser un material altamente resistente, este podrá reciclarse para nuevos elementos en la estructura de una nueva construcción. Su correcta gestión lo hará mucho más ligero, por lo que será más fácil de transportar reduciendo enormemente los costes asociados.
¿Cómo debemos gestionar y reciclar estos residuos?
Al realizar una obra, se utilizan distintos tipos de materiales como piedras, ladrillos, hierro, madera, metales, entre otros restos. Este tipo de residuos denominados escombros, no deben ser arrojados en cualquier contenedor, sino que deben ser tratados de forma diferente.
Los residuos de la construcción y demolición (RCD), pueden ser reciclados siempre que no resulten tóxicos para los humanos y el medio ambiente. Para esto, es importante contar con un programa de recuperación de materiales que garantice su correcta valoración cumpliendo con la normativa establecida.
El poder reutilizar estos residuos inorgánicos tiene como objetivo evitar que los restos de la obra se desechen en espacios al aire libre, suponiendo un gran impacto medioambiental. Para evitarlo, son necesarios los centros de aprovechamiento y plantas de reciclaje, quienes serán los encargados de su tratamiento.
La clasificación de este tipo de materiales y el riguroso control de su gestión dependerá de su composición, con el objetivo de que tras su reciclaje podamos obtener nuevas materias primas que se utilizarán en la construcción de nuevas infraestructuras.
¿Cuáles son los beneficios de reciclar estos materiales?
- Ahorro en los costes de producción
- Conservar energía
- Minimizar el volumen de residuos desechados en vertederos
- Generar ingresos a partir de la creación de nuevos materiales
SMV cuenta con el equipamiento necesario para encargarnos de todo el proceso, desde la recogida hasta la gestión final de los residuos mediante el servicio de alquiler de contenedores de obra.
Actualmente contamos con una flota de camiones portacontenedores con una gran versatilidad para la gestión de todo tipo de residuos. Todos nuestros equipos cumplen con las últimas normativas europeas de emisiones; reduciendo las emisiones de CO2 y reduciendo el impacto medioambiental.
Para más información sobre nuestros equipos y el servicio de alquiler de contenedores para obras, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
¿Qué son los RAEE y cómo se reciclan?
¿Sabes cuántos electrodomésticos hay actualmente en los hogares españoles? ¿Qué se hace con estos aparatos cuando dejan de funcionar?
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, como secadores de pelo, teléfonos móviles, tablets, lavadoras, frigoríficos, etc., y que cuando se acercan al final de su vida útil, pasan a ser considerados como RAEE.
Para poder colaborar con su proceso de reciclado, debemos tener en cuenta que estos no deben ser arrojados en contenedores, por lo que existen distintas opciones para deshacernos de estos residuos tecnológicos:
- En el mismo punto de venta
- Puntos limpios fijos
- Puntos limpios móviles (consultando previamente las paradas)
- Contactando con el servicio municipal de recogida de voluminosos
¿En qué consiste y por qué es importante su reciclaje?
Los constantes avances tecnológicos, provoca que el volumen de este tipo de desechos sea cada vez mayor a lo largo de los años. Su correcto tratamiento y gestión resulta de suma importancia debido a sus altos niveles de componentes tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos que podrían suponer un grave impacto ambiental.
Por este motivo, el reciclaje del material informático tiene un proceso que consta de varias etapas y se realiza en plantas específicamente acondicionadas para dicho fin. Luego de un primer proceso de recepción, pesado y evaluación, la gestión de los residuos informáticos empieza con la clasificación de los diferentes materiales para su posterior tratamiento. Es decir, se separan las diferentes partes como el plástico o el cristal, con especial atención a las partes que contienen elementos contaminantes.
Ejemplos de estas sustancias son el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, entre otros, que afectan al calentamiento global y que pueden ser perjudiciales para la salud humana si se emiten al medio ambiente. El reciclaje de RAEES resulta beneficioso, ya que mitiga el riesgo de contaminación de agua, suelo y aire al eliminar de forma debida los materiales tóxicos que están presentes en los residuos electrónicos. Además, se reduce la extracción de materiales brutos al poder recuperar elementos como el vidrio, plástico y metales que vuelven al ciclo productivo.
¿Cómo se clasifican los RAEE?
Los aparatos eléctricos y electrónicos se dividen en categorías y subcategorías en función de su uso y características. A partir del 15 de agosto de 2018, los AEE se clasifican en 7 categorías, según lo dispuesto en el Real Decreto 110/2015. Estas son:
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- FR1 - Aparatos de intercambio de temperatura (frigoríficos, congeladores, bombas de calor, radiadores de aceite, etc.)
- FR2 - Monitores y pantallas (pantallas, televisores, ordenadores portátiles, etc.)
- FR3 - Lámparas (fluorescentes rectas, fluorescentes compactas, LED, etc.)
- FR4 - Grandes aparatos (lavadoras, secadoras, cocinas, hornos eléctricos, equipos de música, etc.)
- FR5 - Pequeños aparatos (aspiradoras, máquinas de coser, microondas, tostadoras, etc.)
- FR6 - Aparatos informáticos y de telecomunicaciones con componentes peligrosos (teléfonos móviles, GPS, calculadoras de bolsillo, impresoras, etc.)
- FR7 - Paneles fotovoltaicos
En SMV somos expertos en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Nos encargamos de su clasificación, recogida de material informático, transporte y eliminación de información. Para más información sobre este servicio, te invitamos a visitar nuestro sitio web a través del siguiente link.
Reciclaje y recogida de aceite usado
La recogida y tratamiento de aceites usados industriales y domésticos son clave para el cuidado del medio ambiente. Resulta muy común que el aceite usado sea vertido en desagües, atascando tuberías y alcantarillados, además de acabar en ríos y océanos dañando al ecosistema marino.
Se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. En SMV somos conscientes de esta necesidad, y por ello ponemos a su disposición el servicio de recogida y gestión de aceites usados.
¿El aceite usado es reciclable?
El aceite usado es perfectamente reciclable y su correcto tratamiento permite generar otro tipo de materias primas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que su gestión variará dependiendo del tipo de aceite y el uso que se le haya dado.
En el caso del aceite doméstico que utilizamos para cocinar, una vez frío, este debe guardarse en envases correctamente sellados para evitar las fugas, y llevarlo a un punto limpio para deshacerse de él.
Para el aceite de motor y el aceite industrial, el procedimiento para su descarte es el mismo, siempre teniendo en consideración que debemos utilizar distintos envases para cada uno de ellos.
Con el tiempo, este tipo de aceites van perdiendo sus propiedades debido a los procesos mecánicos a los que son sometidos.
Al degradarse sus componentes, aparecen mezclas de diferentes partículas junto con aquellas provenientes del desgaste de las piezas de la maquinaria. Estos componentes como el fósforo, el cloro o el azúfre, contienen altos niveles de toxicidad y peligrosidad.
Además de afectar tener una baja biodegradabilidad, el aceite forma una película impermeable y como consecuencia, puede afectar en gran medida al desarrollo de la vida biológica o de las aguas. Los metales pesados que contiene afectan a la vegetación y a la fertilidad del suelo. Un ejemplo de esto son los acuíferos, ya que la viscosidad de esta película dificulta o impide la oxigenación del ambiente.
La recogida y el transporte de estos desechos debe ser mediante contenedores específicos, para posteriormente ser reciclado en sitios especializados en su tratamiento, extracción y correcto almacenamiento, con el objetivo de evitar cualquier tipo de contaminación.
Este procedimiento resulta fundamental, ya que el aceite está compuesto por distintos recursos energéticos que tras su reciclaje nos permiten extraer biodiesel, jabones, detergentes, barnices y pinturas, entre otros productos.
¿Cómo es su proceso de gestión?
El proceso comienza con la retirada del aceite en los distintos puntos limpios o en otros sitios en donde se haya generado, como pueden ser los talleres o industrias.
Estos son transportados a distintos centros en donde se realizan análisis para determinar tanto su composición como sus niveles de contaminación.
Dependiendo del tipo de aceite, además de poder ser reciclado, este podrá ser regenerado para producir nuevos aceites o valorado energéticamente para ser utilizado como combustible en diversas industrias.
En SMV nos encargamos de la recogida de aceite usado en forma doméstica, de aquel proveniente de la hostelería y de talleres mecánicos, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental que esto supone. Además, somos especialistas en la gestión de todo tipo de residuos como aquellos peligrosos/no peligrosos, residuos sandach, RAEES, entre otros.
Para más información sobre este y otros servicios, te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactar con nosotros.
10 preguntas frecuentes sobre el reciclaje de residuos
¿Sabías que han pasado más de 20 años desde que España ha instalado el primer contenedor amarillo? al día de hoy, todavía hay mucha gente que no conoce lo más esencial del reciclaje, o cree que casi nadie lo hace.
En SMV resolvemos las preguntas más comunes sobre el reciclaje, para que todos podamos tener un estilo de vida más sostenible en pos del cuidado del medio ambiente.
- ¿Cómo puedo deshacerme de un mueble o un electrodoméstico que no cabe en un contenedor?
Este tipo de residuos denominados “voluminosos” deben ser separados y destinados a las recogidas especiales, las cuales pueden ser:
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- En días señalados para dejarlos en los lugares que se indique: esta información suele estar disponible en las webs de cada Ayuntamiento o incluso, hay comunidades de vecinos que son notificadas por cartelería en portales.
- Previa llamada telefónica al 010: con el objetivo de poder coordinar con el Ayuntamiento un día/horario de recogida de estos enseres.
- Llevándolos a sitios que estén preparados para ello: en estos casos, se aconseja consultar previamente su ubicación, ya que arrojar este tipo de residuos en vías o espacios públicos puede suponer sanciones por parte de los Ayuntamientos.
2. ¿Qué significan los colores de los contenedores?
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- Contenedor amarillo: Destinado a envases de plástico (botellas de agua/refrescos, botes de productos de limpieza, envases de cosméticos, tapas y tapones de plástico, etc.).
- Contenedor azul: Para residuos de papel y cartón limpios (folios, libretas, periódicos, cajas, piezas de cartón como hueveras y tubos de papel higiénico/servilletas). No se debe arrojar papeles manchados o con restos orgánicos.
- Contenedor verde: En él podemos depositar residuos de vidrio (botellas y botes de refrescos, zumos, salsas, tarros y frascos de conservas/perfumes).
- Contenedor marrón: Destinado a almacenar residuos orgánicos como restos de comida, con los que se puede generar compost y biomasa. Como este contenedor no está disponible en muchas ciudades, este tipo de materias orgánicas se pueden depositar dentro del contenedor gris/verde oscuro.
- Contenedor gris/verde oscuro: Destinado a la basura doméstica que no dispongan de un contenedor específico (restos de alimentos, productos elaborados con materiales orgánicos como los tapones de corcho, etc.).
Existen además tres contenedores denominados “especiales”, como lo son el rojo para residuos tóxicos/peligrosos, el blanco para medicamentos caducados o el naranja para depositar el aceite doméstico, siendo estos los menos habituales de localizar en las ciudades.
3. ¿Qué se debe hacer con el papel aluminio? ¿Y con el transparente?
Estos residuos deben ser desechados en el contenedor amarillo, siempre que no estén manchados o con restos orgánicos. En caso de ser así, deberán ser arrojados en el contenedor gris.
4. ¿Qué tipos de productos se consideran no reciclables?
Existen distintos materiales cuyo reciclaje resulta mucho más difícil debido a su composición, falta de tecnología adecuada, baja demanda o escasez de recursos. Ejemplos de esto son:
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- Papeles: revistas y catálogos, celofán (papel de regalo), fotográfico, etiquetas autoadhesivas, etc.
- Vidrios: tubos fluorescentes, bombillas, espejos, gafas de ver y de sol, macetas y otros objetos de cerámica, etc.
- Textiles: telas impregnadas con distintos contaminantes como combustible o aerosoles.
- Metales y otros: sustancias tóxicas como aerosoles o pintura.
5. ¿Por qué los tetrabriks deben ir al contenedor amarillo y no al azul?
Aunque aparentan ser únicamente de cartón, debemos recordar que su interior está compuesto por aluminio y/o plástico, por lo que su proceso de reciclaje es distinto al del papel/cartón.
6. ¿Dónde debo arrojar las lentes de contacto desechables?
Al no ser biodegradables, debemos tener cuidado de no arrojarlas por el desagüe ya que podríamos contaminar las aguas con microplásticos. Las lentillas entonces tienen que ser desechadas en el contenedor gris de restos.
7. ¿Qué va en el contenedor orgánico?
Aunque este aún no está presente en todas las ciudades, los barrios y comunidades de algunos municipios, ya han comenzado a incluir este tipo de contenedores junto con otras iniciativas como la creación de zonas de compostaje.
En este contenedor debemos debemos echar restos de alimentos como cáscaras de huevo, papel de cocina usado, posos de café y todo aquello que tenga un origen natural no tratado o sea biodegradable.
Teniendo en cuenta esto, es importante que evitemos arrojar otros materiales como por ejemplo las compresas, pañales, cápsulas de café, restos textiles, entre otros.
8. ¿Dónde se deben descartar los aerosoles o los botes de pintura?
En caso de que estos sean de tamaño doméstico y no industriales, pueden ser depositados en el contenedor amarillo, siempre que estos estén vacíos del todo para evitar el desperdicio de sustancias tóxicas y derramamientos. En caso de no ser así, deberemos arrojarlos en el Punto Limpio más cercano.
9. ¿Qué significa la regla de las tres R?
La regla de las tres erres se ha creado para reducir la cantidad de residuos generados y minimizar la huella de carbono:
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- Reducir: simplificar o cambiar los hábitos de consumo como por ejemplo utilizando bolsas de tela al hacer la compra con el objetivo de evitar las bolsas de plástico.
- Reutilizar: darle una segunda vida a las cosas que ya no utilizamos, como los envases de vidrio que podemos utilizar para guardar conservas o las botellas de plástico que podríamos convertir en maceteros.
- Reciclar: transformar los distintos residuos junto con sus materiales en nuevos productos. Un ejemplo claro de esto es el reciclaje de papel, el cual es útil para evitar las consecuencias que puede suponer la tala de árboles en el ecosistema.
10. ¿Por qué es importante reciclar?
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- Además de ser beneficioso para el medio ambiente, el reciclaje nos permite utilizar menos materias primas para fabricar nuevos productos, evitando así la explotación de los distintos recursos naturales.
- Al reducir el uso de la energía, generamos menos CO2 y disminuyen los niveles de contaminación en el aire. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestra salud cardiovascular y respiratoria será mejor cuanto más bajos se mantengan estos niveles de contaminación.
- Reciclar también nos permite controlar el vertido de basuras domésticas o desechos procedentes de la industria, como los productos químicos agrícolas que están contribuyendo a contaminar algunos ríos del planeta.
- Por último, debemos destacar la creación y el mantenimiento de nuevos empleos que supone el proceso de reciclaje, el cual requiere de empresas y personas trabajadoras que recojan estos materiales y los clasifiquen.
Tomar conciencia sobre la importancia de la separación, recogida, y tratamiento de los residuos, es un paso imprescindible para su reciclaje y la obtención de mejoras en la sostenibilidad de nuestro planeta. Desde SMV te invitamos a visitar nuestro blog para estar al tanto de todas las tendencias y novedades del sector del reciclaje.
Reciclaje de productos especiales
¿Sabías que hay productos que resultan más complicados de reutilizar? Como ciudadanos, cada vez estamos más concienciados sobre en qué contenedor arrojar descartar ciertos productos como el papel, botellas u otros envases. Sin embargo, hay ciertos productos que pueden resultar “raros” y que generan dudas a la hora de desecharlos. En SMV te informamos sobre algunos de ellos:
- Bombillas: si bien estas han evolucionado con el objetivo de reducir el consumo eléctrico alargando su vida útil, su reciclaje dependerá del tipo de bombilla que estemos hablando. Las únicas bombillas que no se pueden reciclar son las incandescentes, ya que todas las demás (bajo consumo, LED, halógenas, etc.) pueden ser recicladas. A pesar de estar compuestas mayormente de vidrio, estas tienen distintos componentes que deben ser separados antes de tratarse. De esta manera, las bombillas deberán ir a un Punto Limpio más cercano.
- Aceite usado: se calcula que un litro de aceite usado contamina 1.000 litros de agua, además de provocar grandes atascos en las tuberías debido a sus grandes niveles de grasa. Al llegar a los ríos y mares, genera una película en la superficie afectando a los seres vivos que habitan en ellos. La mejor alternativa entonces es que sea descartado en puntos limpios como los contenedores urbanos, evitando así este impacto en nuestras ciudades y ecosistemas.
- Medicamentos: al igual que con el aceite, arrojarlos por el desagüe contamina la flora y la fauna de nuestros ríos y mares. Llevar los fármacos ya caducados a tu farmacia o a un punto limpio, supone la eliminación de los residuos más peligrosos, propiciando la conservación del medio ambiente.
- Chicles: resulta común que muchas personas arrojen los mismos a las aceras, sin tener en claro sus consecuencias. Su degradación resulta muy compleja, demorando varios años en desintegrarse por completo. Muchos de nosotros creemos que deben tirarse al contenedor amarillo, sin embargo, estas golosinas no se reciclan y deben ir al contenedor amarillo. A pesar de esto, ya hay quienes han empezado con algunas iniciativas en forma privada, encargándose de reciclar este material utilizándolo incluso para confeccionar suelas de zapatos.
- Discos de vinilo: a pesar de que estos están constituidos por un 98% de plástico, resulta importante que los desechemos en un punto limpio. A pesar de ello, no todos los puntos limpios los recogen, por lo que resulta fundamental que te informes antes de llevar los tuyos. Otra opción es llevarlos a tiendas de segunda mano en las que puedan aprovecharlos, en una época en la que han vuelto a estar muy de moda. En este caso, resulta fundamental saber que debemos evitar que estos lleguen a un vertedero, ya que en su degradación pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente al desprender estos químicos.
- Móviles viejos: para su correcto reciclaje, los puntos limpios son la mejor opción ya que estos se encargarán de la gestión de estos residuos. En caso de no tener un punto limpio cerca de casa, puedes llevarlo a una tienda de telefonía, ya que muchas de ellas cuentan con contenedores específicos para estos deshechos. Estos espacios serán encargados de trasladar los dispositivos a un gestor de RAEES, en donde procederán con su reciclaje separando las partes más delicadas y peligrosas como las baterías. Una vez separados todos los materiales, se obtendrán nuevas materias primas con las que se fabricarán nuevos dispositivos.
En SMV somos expertos en la gestión integral de todo tipo de residuos, por lo que te invitamos a visitar nuestro sitio web y a contactar con nosotros para mayor información sobre nuestros servicios.