En un mundo que genera cada vez más basura, encontrar soluciones para su gestión y almacenamiento es cada vez más complicado.

Una de las alternativas más favorables es que los residuos terminen en una planta de reciclaje, donde se les dará el tratamiento adecuado para su reciclaje y/o reutilización. Sin embargo, muchos residuos en Valencia y desperdicios terminan acumulándose en vertederos ilegales.

Pero, ¿por qué son tan peligrosos los vertederos irregulares? ¿Cómo afectan al entorno? ¿Tienen efectos perjudiciales para personas, animales o plantas?

El problema de los vertederos ilegales en España 

Los vertederos ilegales en España son un verdadero problema frente al cual la Unión Europea se ha mostrado firme: en comparación con la media del continente, en nuestro país se generan un 10% más de desechos, lo que está provocando la proliferación sin control de vertederos irregulares a lo largo y ancho de nuestra geografía.

De hecho, a finales del año 2018, en España todavía había una enorme cantidad de vertederos ilegales (aproximadamente 1.500) que debían ser cerrados y sellados por las autoridades.

¿Cómo se forman los vertederos ilegales?

Los vertederos son instalaciones destinadas al almacenamiento de residuos durante un tiempo indefinido y bajo unas condiciones de seguridad y control. El objetivo de estos complejos es evitar el deterioro del entorno, la contaminación de suelos y aguas o la transmisión de enfermedades.

Podemos distinguir entre  vertederos controlados y vertederos ilegales o irregulares.

Los primeros cuentan con una impermeabilización total del suelo, además de con tuberías para recoger el biogás y con sistemas para canalizar los lixiviados que se generan por la descomposición de residuos. En función del tipo de residuos almacenados en ellos, los vertederos controlados pueden ser de residuos inertes (residuos que no sufren transformaciones, químicas, físicas o biológicas, como los escombros de obras menores), de residuos no peligrosos (residuos urbanos) y de residuos peligrosos (residuos ecotóxicos).

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Respecto a los vertederos irregulares o ilegales, no tienen ningún tipo de control ni seguridad, por lo que tienen gran impacto ambiental: son grandes focos de contaminación y pueden poner en riesgo el entorno y la salud de las personas.

Normalmente, los vertederos irregulares se localizan en municipios pequeños o en zonas en las que no existen infraestructuras para la recogida, gestión y tratamiento de residuos urbanos.

En estos casos los particulares se deshacen de sus pertenencias en explanadas abandonadas, agujero o márgenes de ríos. Con el paso del tiempo, dicha acumulación es cada vez mayor.

¿Por qué no deben depositarse residuos en los vertederos ilegales?

Algunos de los peligros de los vertederos irregulares son:

  • Provocan la contaminación de aguas (superficiales y subterráneas), suelos y aire.
  • Alteran la fauna y desencadenan enfermedades en los seres vivos. Además, la bioacumulación de sustancias perjudiciales en algunas especies puede acabar en la cadena trófica, e incluso llegar a los seres humanos.
  • Los residuos se almacenan sin medidas de seguridad, incluyendo aquellas que evitan una posible combustión. Esto hace que en los vertederos ilegales exista un alto riesgo de incendio, pues en ellos se depositan de manera incontrolada todo tipo de sustancias, también aquellas inflamables o explosivas
  • Generan malos olores y emiten gases contaminantes. Los gases contaminantes son un grave problema de los vertederos ilegales que aumenta conforme el vertedero crece. De hecho, los vertederos tienen su parte de responsabilidad en el calentamiento global porque generan y emiten biogás, una mezcla formada por gas metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). Se calcula que en 2025 los vertederos serán los responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en todo el planeta.
  • Están relacionados con un aumento directo del número de animales transmisores de enfermedades. Los vertederos irregulares son un foco de atracción de insectos y de animales como roedores. Su presencia, junto a otros agentes contaminantes, hacen tanto estos lugares como su entorno sean insalubres.

¿Cómo saber si un vertedero es ilegal?

Los vertederos ilegales no tienen ningún tipo de control o sistema de seguridad. Por el contrario, los vertederos legales están ajustados a la legislación y presentan unas características determinadas. Las más importantes son:

  • Limpieza. El entorno de los vertederos legales está limpio y libre de vegetación como matorrales, árboles, muros, etc.
  • Accesos señalizados. Los vertederos legales tienen accesos señalizados, permiten la entrada y salida de vehículos y están perfectamente delimitados con un vallado periférico que impide el acceso de animales o personas no autorizadas.
  • Servicios e infraestructuras. Todos los vertederos controlados tienen una báscula para saber cuál es la cantidad de residuos que aportan las empresas de recogida. Además, cuentan con servicios auxiliares como agua, luz y teléfono.
  • Desviación de pluviales. Los vertederos legales tienen canales abiertos para eliminar aguas fluviales.
  • Pantalla de protección física. Todos los vertederos controlados disponen de una barrera ecológica formada de tierra acumulada y árboles para reducir el impacto visual del vertedero.
  • Sistema de recogida y tratamiento de lixiviados y gases (biogás). Muchos vertederos legales también tienen una pequeña planta para el tratamiento de residuos.

Si un vertedero no presenta estas características, se trata de un vertedero ilegal, por lo que  no debes depositar ningún residuo allí.

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