Consecuencias del plástico en mares y océanos

Se calcula que en 2021, los seres humanos hemos desperdiciado una media de 8 millones de toneladas de plástico y que si tenemos en cuenta las cifras de los últimos años, ya hemos superado los 150 millones de toneladas en nuestros mares y océanos. Desde SMV queremos informarte sobre las consecuencias que el plástico en mares y océanos puede suponer, con el objetivo de concienciar de cara a nuestro futuro. 

En primer lugar, debemos tener en cuenta que el plástico es uno de los materiales más contaminantes y que su tiempo de degradación puede alcanzar los 1.000 años. Además, otra característica del plástico es su rápida dispersión, por lo que podemos encontrarlo en distintos puntos del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida.

A pesar de esto, en la actualidad el plástico se ha convertido en uno de los materiales más comunes utilizados por la sociedad, desde envases de bebidas y detergentes, electrodomésticos, el sector sanitario, entre otros. Aunque desde el 3 de julio de 2021 ha entrado en vigor la prohibición de los plásticos de un solo uso en toda la Unión Europea, aún queda mucho por hacer. 

Para que todos podamos tomar conciencia, a continuación, te detallamos las consecuencias que este tipo de contaminación puede ocasionar en el medioambiente, con el objetivo de cambiar nuestros hábitos:

  • El plástico no sólo daña al ecosistema marino, sino que también afecta a una bacteria fotosintética que ayuda a los seres humanos a respirar bajo el agua. Esta bacteria, que resulta ser la más abundante del océano, nos provee el 10% del oxígeno de nuestro planeta.
  • Los pequeños trozos de plástico que se encuentran en los mares por la descomposición  de los plásticos más grandes, son ingeridos por peces y otros animales marinos, lo que puede ocasionar problemas de digestión e incluso la muerte.
  • Los aditivos químicos del plástico contaminan el agua y al ser ingeridos por estos animales, pueden entrar en la cadena alimentaria suponiendo también un alto riesgo para el ser humano.  
  • Además, afecta enormemente a nuestra economía ya que este tipo de contaminación puede suponer diversos daños tanto en el turismo como en el sector pesquero. 

Un ejemplo claro es la denominada “Isla de Basura” también llamada “Isla Tóxica” compuesta de 1,8 billones de trozos de plástico flotante y situada en el océano Pácifico Norte entre Hawái y California. Si bien existen 5 islas de basura en todo el mundo, esta resulta ser la más extensa alcanzando los 1.6 millones de km2, triplicando el tamaño de Francia.

Para evitar las consecuencias del plástico en mares y océanos, resulta importante que todos aportemos nuestro granito de arena mediante pequeñas acciones como su descarte en los contenedores amarillos para su correcto reciclaje. En SMV contamos con una gran flota de camiones y contenedores para la recogida de este tipo de residuos en forma segura, haz click aquí para conocer más sobre este servicio.


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Cómo se realiza la gestión de residuos en restaurantes

La gestión de residuos en restaurantes preocupa a todas las personas vinculadas al sector de la hostelería. Se trata de una cuestión de salubridad que debe entenderse como una cuestión de salud pública.

El correcto manejo de los residuos de restaurantes es importante ya que, debido a su alto contenido orgánico, este tipo de basuras pueden albergar multitud de microorganismos e incluso plagas. En este sentido, la acumulación de los desperdicios de los restaurantes puede constituir un problema sanitario de primer orden. Recomendamos tener una empresa de servicios medioambientales de Valencia.

La gestión de residuos en restaurantes está contemplada en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, donde aparecen catalogados bajo el epígrafe “Residuos comerciales” y en el que se contemplan los “residuos generados por la actividad propia del comercio, al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios”.

Materiales, ubicación y diseño de instalaciones son los tres factores que deben tenerse en cuenta a la hora de manipular residuos de alimentos sin riesgos.

¿Qué tipo de residuos se generan en los restaurantes?

Restaurantes y bares generan muchos residuos orgánicos, plásticos, vidrios e incluso de origen químico. Algunos de ellos son reciclables y podemos utilizar los servicios comunes para su reciclaje siempre que haga la clasificación oportuna:

  • Contenedor verde. Cristal y vidrio.
  • Contenedor azul. Envases y materiales de cartón y papel.
  • Contenedor amarillo. Envases y materiales de plástico y de latón, tetrabricks y latas de conserva y/o bebida.
  • Contenedor gris/marrón. El contenedor marrón está destinado para los residuos orgánicos

Dentro de los residuos de los restaurantes encontramos una tipología con un tratamiento especial: los “residuos grasos”. Dentro estos residuos, que para ser reciclados deben ser recogidos por una empresa profesional autorizada, encontraríamos los aceites de freidoras y otro tipo de grasas animales y vegetales relacionadas con el tratamiento, cocinado o consumo de alimentos.

¿Por qué es importante reciclar el aceite de bares y restaurantes?

El reciclaje de este tipo de los residuos grasos de los restaurantes, como es el caso del reciclaje de aceite usado, es obligatorio porque son un material muy contaminante: se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.

Una vez tratados, los residuos grasos de utilizan para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química (fabricación de ceras y barnices, etc.).

El reciclaje de aceite, como uno de los principales residuos de los restaurantes, tiene como objetivo el cumplimiento de:

  • La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
  • El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR).
  • Las recomendaciones de la Estrategia Temática sobre el Uso Sostenible de Recursos Naturales europea.
  • La Política Energética Europea de producción de energía renovables a través de la producción de biocombustibles.

Cómo gestionar los residuos de los restaurantes

La gestión de los residuos de los restaurantes debe ser prioritaria, de la misma forma que lo son la limpieza de espacios de almacenaje o de uso con altas probabilidades de contaminación (neveras, congeladores, superficies, despensa, etc.)

Una de las claves para una tratar los residuos generados en un restaurante de manera eficiente es establecer un sistema de aislamiento desde que son producidos y hasta que son eliminados. Una buena idea es instalar recipientes con cierre hermético y accionamiento no manual en zonas de la cocina donde se manipulen restos de alimentos.

También es muy importante determinar dónde se instalarán los contenedores de basura, fabricados con material resistente y con suficiente capacidad. Su ubicación se hará en zonas específicas fáciles de limpiar y desinfectar, y completamente aisladas de las zonas de circulación y almacenaje de los alimentos.

Se aconseja que estas zonas dispongan de toma de agua, sumidero de rejilla, pocas juntas en el pavimento, medias cañas en la pared y cierre hermético para evitar el paso de insectos y roedores.

Por último, la evacuación de los residuos de los restaurantes debe ser continua para evitar la acumulación. Los residuos serán transportados al exterior por una vía que no suponga riesgo de contaminación para personas, materiales, equipos o alimentos.

Otros consejos para mejorar la gestión de residuos de restaurantes son:

  • Retirar la basura de las cocinas para evitar malos olores, contaminación y aparición de organismos nocivos.
  • Instalar recipientes y cubos de basura antigoteo, a prueba de agua y plagas, y con tapas herméticas o bien ajustadas.
  • Limpiar completamente y con frecuencia los contenedores donde se acumula la basura.
  • Evitar la generación masiva de residuos en la cocina del restaurante gracias a la definición de menú, la rotación de productos (sobre todo de producto fresco), y la compra inteligente.

En SMV disponemos de un servicio de recogida y gestión de aceites usados para restaurantes. También cubrimos el proceso de tratamiento y reciclaje del aceite usado en la hostelería. Si quieres realizar una gestión 100% eficiente de los residuos de tu restaurante, contacta con nosotros.


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Cómo detectar vertederos ilegales y por qué no depositar la basura allí

En un mundo que genera cada vez más basura, encontrar soluciones para su gestión y almacenamiento es cada vez más complicado.

Una de las alternativas más favorables es que los residuos terminen en una planta de reciclaje, donde se les dará el tratamiento adecuado para su reciclaje y/o reutilización. Sin embargo, muchos residuos en Valencia y desperdicios terminan acumulándose en vertederos ilegales.

Pero, ¿por qué son tan peligrosos los vertederos irregulares? ¿Cómo afectan al entorno? ¿Tienen efectos perjudiciales para personas, animales o plantas?

El problema de los vertederos ilegales en España 

Los vertederos ilegales en España son un verdadero problema frente al cual la Unión Europea se ha mostrado firme: en comparación con la media del continente, en nuestro país se generan un 10% más de desechos, lo que está provocando la proliferación sin control de vertederos irregulares a lo largo y ancho de nuestra geografía.

De hecho, a finales del año 2018, en España todavía había una enorme cantidad de vertederos ilegales (aproximadamente 1.500) que debían ser cerrados y sellados por las autoridades.

¿Cómo se forman los vertederos ilegales?

Los vertederos son instalaciones destinadas al almacenamiento de residuos durante un tiempo indefinido y bajo unas condiciones de seguridad y control. El objetivo de estos complejos es evitar el deterioro del entorno, la contaminación de suelos y aguas o la transmisión de enfermedades.

Podemos distinguir entre  vertederos controlados y vertederos ilegales o irregulares.

Los primeros cuentan con una impermeabilización total del suelo, además de con tuberías para recoger el biogás y con sistemas para canalizar los lixiviados que se generan por la descomposición de residuos. En función del tipo de residuos almacenados en ellos, los vertederos controlados pueden ser de residuos inertes (residuos que no sufren transformaciones, químicas, físicas o biológicas, como los escombros de obras menores), de residuos no peligrosos (residuos urbanos) y de residuos peligrosos (residuos ecotóxicos).

Te puede interesar: ¿Qué se entiende por residuos peligrosos y no peligrosos?

Respecto a los vertederos irregulares o ilegales, no tienen ningún tipo de control ni seguridad, por lo que tienen gran impacto ambiental: son grandes focos de contaminación y pueden poner en riesgo el entorno y la salud de las personas.

Normalmente, los vertederos irregulares se localizan en municipios pequeños o en zonas en las que no existen infraestructuras para la recogida, gestión y tratamiento de residuos urbanos.

En estos casos los particulares se deshacen de sus pertenencias en explanadas abandonadas, agujero o márgenes de ríos. Con el paso del tiempo, dicha acumulación es cada vez mayor.

¿Por qué no deben depositarse residuos en los vertederos ilegales?

Algunos de los peligros de los vertederos irregulares son:

  • Provocan la contaminación de aguas (superficiales y subterráneas), suelos y aire.
  • Alteran la fauna y desencadenan enfermedades en los seres vivos. Además, la bioacumulación de sustancias perjudiciales en algunas especies puede acabar en la cadena trófica, e incluso llegar a los seres humanos.
  • Los residuos se almacenan sin medidas de seguridad, incluyendo aquellas que evitan una posible combustión. Esto hace que en los vertederos ilegales exista un alto riesgo de incendio, pues en ellos se depositan de manera incontrolada todo tipo de sustancias, también aquellas inflamables o explosivas
  • Generan malos olores y emiten gases contaminantes. Los gases contaminantes son un grave problema de los vertederos ilegales que aumenta conforme el vertedero crece. De hecho, los vertederos tienen su parte de responsabilidad en el calentamiento global porque generan y emiten biogás, una mezcla formada por gas metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). Se calcula que en 2025 los vertederos serán los responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en todo el planeta.
  • Están relacionados con un aumento directo del número de animales transmisores de enfermedades. Los vertederos irregulares son un foco de atracción de insectos y de animales como roedores. Su presencia, junto a otros agentes contaminantes, hacen tanto estos lugares como su entorno sean insalubres.

¿Cómo saber si un vertedero es ilegal?

Los vertederos ilegales no tienen ningún tipo de control o sistema de seguridad. Por el contrario, los vertederos legales están ajustados a la legislación y presentan unas características determinadas. Las más importantes son:

  • Limpieza. El entorno de los vertederos legales está limpio y libre de vegetación como matorrales, árboles, muros, etc.
  • Accesos señalizados. Los vertederos legales tienen accesos señalizados, permiten la entrada y salida de vehículos y están perfectamente delimitados con un vallado periférico que impide el acceso de animales o personas no autorizadas.
  • Servicios e infraestructuras. Todos los vertederos controlados tienen una báscula para saber cuál es la cantidad de residuos que aportan las empresas de recogida. Además, cuentan con servicios auxiliares como agua, luz y teléfono.
  • Desviación de pluviales. Los vertederos legales tienen canales abiertos para eliminar aguas fluviales.
  • Pantalla de protección física. Todos los vertederos controlados disponen de una barrera ecológica formada de tierra acumulada y árboles para reducir el impacto visual del vertedero.
  • Sistema de recogida y tratamiento de lixiviados y gases (biogás). Muchos vertederos legales también tienen una pequeña planta para el tratamiento de residuos.

Si un vertedero no presenta estas características, se trata de un vertedero ilegal, por lo que  no debes depositar ningún residuo allí.

SMV es una empresa de servicios especializada en la gestión integral de residuos. Si necesitas  un gestor autorizado para eliminar cualquier tipo de residuo, contacta con nosotros. Garantizamos su recogida, traslado y almacenamiento acorde a la legislación vigente.


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Residuos que se generan en las oficinas: cómo eliminarlos

En nuestro blog ya hemos hablado sobre el tratamiento de los residuos generados en sectores como la hostelería o la industria. Pero, ¿qué pasa con los residuos de las oficinas? ¿Requieren algún tipo de tratamiento específico?

¿Qué tipo de residuos se generan en una oficina?

En las oficinas se generan residuos de diferente origen. La gran mayoría (alrededor del 90%) son de papel y cartón, por lo que su reciclaje es bastante sencillo y no revierte mayores problemas.

Sin embargo, en las oficinas también se producen residuos que aparecen marcados con un asterisco en la Lista Europea de Residuos (LER). Esto quiere decir que se consideran peligrosos debido a sus características o potencial corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico, inflamable, infeccioso o radiactivo. Estos residuos suponen alrededor del 5% (incluyendo equipos electrónicos, bombillas, etc.) de los desechos de las oficinas.

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Por otra parte, las botellas y envases del plástico y vidrio y las latas representan un 3% de los residuos producidos en oficinas. El resto (un 2%), son residuos de origen orgánico.

Ejemplos de residuos de oficina que son peligrosos:

Los avances tecnológicos nos han aportado muchas ventajas (ahorro de tiempo, posibilidad de realizar tareas detalladas de manera sencilla, etc.), pero la obsolescencia de los equipos también ha contribuido a generar más residuos electrónicos, cuyo reciclaje no siempre es sencillo.

Según datos de la ONU, los desechos electrónicos representan más del 2% de la basura sólida que se produce en el mundo y suponen el 70% de los residuos peligrosos que acaban en los vertederos, lo que puede provocar problemas en el entorno y en la salud de las personas.

Por este motivo, la gestión de los residuos peligrosos generados en una oficina debe dejarse en manos de empresas profesionales, expertas en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos, según lo establecido en el Real Decreto 110/2015.

Además de los aparatos electrónicos (impresoras, faxes, ordenadores, teclados, etc.), uno de los residuos peligrosos generados en las oficinas son los tóner y los cartuchos de tinta.

Según la legislación, estos productos se consideran de origen electrónico y, por tanto, también deben reciclarse acorde a los tratamientos establecidos en el R.D. 110/2015. Este Decreto establece que los fabricantes y/o importadores son los encargados de organizar una gestión eficiente de estos residuos para su posterior reciclaje.

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Otro de los residuos peligrosos de oficina son las baterías, acumuladores o pilas, ya que contienen materiales que pueden ser nocivos para el medioambiente como el cadmio, el mercurio o el plomo. Algo similar ocurre con los tubos fluorescentes, que también tienen componentes perjudiciales o de reciclaje complejo como el metal o el vidrio.

Por otra parte, otros materiales de oficina, aunque no se consideran peligrosos, también requieren un tratamiento específico porque están fabricados con plástico, metales pesados, compuestos orgánicos volátiles (COVs) o disolventes agresivos. Hablamos de bolígrafos, pegamentos, carpetas de plástico, algunos tipos de tintas, dispositivos como CD´s, DVD´s o memorias USB.

¿Cómo se reciclan los residuos que se generan en una oficina?

Los residuos peligrosos generados por las oficinas deben gestionarse de manera adecuada  por una empresa autorizada para cumplir con lo establecido por la legislación actual, pues entre sus componentes hay materiales tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos, que, si no se tratan de forma correcta, pueden suponer un grave impacto ambiental.

En empresas como SMV nos encargamos de la gestión de residuos de oficinas, incluyendo todas las fases del proceso: desde la recepción, pesado y evaluación de desechos, a la clasificación por materiales y el tratamiento dependiendo del material y de su nivel de peligrosidad.

10 Consejos para mejorar la gestión de los residuos de oficina

Además de contar con los servicios de una empresa gestora autorizada para el tratamiento de los residuos de oficina, también es muy importante hacer una gestión eficiente de los mismos de manera interna.

Algunos consejos para conseguirlo son:

  • Optimizar el consumo de papel y otros materiales de oficina.
  • Utilizar papel reciclado.
  • Actualizar y reutilizar los equipos informáticos obsoletos.
  • Realizar un mantenimiento preventivo de todo tipo de equipos y materiales electrónicos.
  • Utilizar cartuchos de tinta y tóner de impresora reutilizados.
  • Usar pilas recargables.
  • Depositar pilas en contenedores especiales.
  • Emplear bombillas LED.
  • Eliminar el uso de materiales de oficina que puedan contener materiales peligrosos (PVC, cadmio, mercurio, etc.).
  • Depositar en puntos limpios aquellos residuos que no se reciclan de manera "convencional".

Estas son algunas de las acciones que puedes hacer a diario en tu oficina. No obstante, puedes encontrar más información sobre el reciclaje de residuos electrónicos y de oficina en nuestra web. O si lo deseas, puedes ponerte en contacto con nosotros. Desde SMV te ayudaremos en cualquier duda que tengas sobre el tratamiento de residuos.


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Separación de residuos industriales: guía completa

Escombros, arena, grava, vidrio, aceites usados, disolventes, pintura, envases, baterías, productos corrosivos, materiales químicos,… la industria genera multitud de residuos y desechos que, debido a su origen y composición, deben ser seleccionados y clasificados para su futura reutilización o reciclaje.

La correcta gestión de residuos no solo facilita su reciclaje, sino que es clave para ahorrar costes un servicio de gestión y transporte de residuos. Puesto que fábricas e industrias pueden producir tanto residuos peligrosos/tóxicos como no peligrosos, la primera fase de separación de los residuos industriales consiste precisamente en diferenciar ambos tipos de materiales.

¿Qué son los residuos industriales peligrosos?

La primera pregunta, por tanto es: ¿cómo se diferencian los residuos industriales peligrosos de los residuos no peligrosos?

La clasificación de los residuos y su gestión está recogida en la Ley 22/2011, de 28 de julio. Respecto a la normativa europea, la peligrosidad de todos los residuos, también los industriales, se refleja en la REGLAMENTO (UE) Nº 1357/2014 DE LA COMISIÓN de 18 de diciembre de 2014 sobre los residuos.

Asimismo, la UE pone a disposición de usuarios un listado (LER o Lista Europea de Residuos) que permite establecer una relación de residuos clasificados con un código numérico estándar. Aquellos que aparecen señalados con un asterisco (*) se consideran residuos peligrosos, y muchos de ellos proceden directamente de actividades industriales.

El tratamiento de los residuos peligrosos debe estar realizado de manera específica por compañías, entidades o empresas que conozcan este tipo de deshechos. Dichos organismos deben tener la capacidad de toma medidas pertinentes para evitar riesgos para la salud pública y el medio ambiente durante su recogida, gestión o transporte.

Residuos industriales no peligrosos: ¿cómo debemos clasificarlos?

Según la Ley 22/2011, de 28 de Julio, los residuos industriales son aquellos "resultantes de los procesos de fabricación, de transformación, de utilización, de consumo, de limpieza o de mantenimiento generados por la actividad industrial".

Los residuos industriales no peligrosos son residuos inertes que "no experimenten transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas". De la misma forma, no son solubles ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente. Tampoco son biodegradables ni afectan negativamente a otras materias cuando entran en contacto con ellas, por lo que se consideran no perjudiciales para la salud humana y el entorno.

En cualquier caso, para seleccionar un residuo industrial como "no peligroso" es necesario conocer su nivel de lixiviación, es decir, su capacidad de que, una vez pulverizado, sus componentes puedan ser solubles y contaminar suelos o aguas subterráneas.

Soluciones para la separación de residuos industriales en la empresa

Buscar la mejor solución para la adecuada separación de los residuos industriales en la empresa corresponde a la propia organización, quien debe valorar diferentes opciones a su alcance según criterios ambientales, sociales y económicos, y siempre cumpliendo la legislación vigente.

Algunas de las alternativas para la correcta separación de residuos industriales son:

Contenedores

En empresas como SMV alquilamos contenedores de diferentes tamaños adaptados a todo tipo de empresas y residuos (con o sin tapa, herméticos, contenedores de obra, etc.). También disponemos de las autorizaciones 973/T02/CV y 509/T01/CV correspondientes al Transporte Profesional de Residuos No Peligrosos y el Transporte Profesional de Residuos Peligrosos. De esta forma, ofrecemos contenedores idóneos para cada  tipo residuo industrial no peligroso. Nosotros colocamos los contenedores en la empresa y, una vez llenos, nos encargamos de su recogida y de la sustitución por uno vacío.

Máquinas compactadoras

Las máquinas compactadoras facilitan la correcta separación de residuos industriales en empresas que producen un elevado volumen de residuos y deciden prensarlos para optimizar su almacenamiento y transporte. Las máquinas compactadoras pueden ser automáticas o manuales, y trabajar con papel, cartón, plásticos, madera o con basura "mezclada".

Actualmente las empresas pueden usar este tipo de maquinaria para la selección de los residuos industriales sin necesidad de invertir una gran cantidad de dinero, ya que pueden optar a un sistema de renting o alquiler.

Una vez seleccionados y compactados, los residuos industriales no peligrosos son transportados por empresas como SMV, encargadas de llevarlos hasta las plantas de reciclaje.

Jaulas, volteadores y volquetes

Estos equipos facilitan la selección de residuos industriales de manera sencilla, permitiendo almacenar los materiales separados. Las jaulas son la opción más habitual y barata. Podemos verlas, por ejemplo, en almacenes y supermercados. Estos elementos ocupan poco espacio, pueden moverse y se consideran ideales para industrias que no generan un alto volumen de residuos.

Algunos criterios para realizar la correcta separación de residuos industriales son:

  • Valora el tipo de residuo, su tamaño y su composición.
  • Ten en cuenta la cantidad de residuos que tu empresa genera para elegir el mejor proceso para su separación y/o almacenaje.
  • No es lo mismo separar residuos industriales para reutilización que para su reciclaje, así que también debes valorar esta cuestión.
  • Ofrece a tus empleados un mensaje claro sobre los criterios de tu empresa en relación a la separación de residuos industriales.

En SMV realizamos la gestión integral de los residuos industriales gracias a nuestra completa flota de camiones y contenedores, que permiten adaptar nuestros servicios a los requerimientos clientes de todos los sectores industriales.

¿Buscas una empresa especializada? ¡Contáctanos!


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¿Cómo se tratan las aguas residuales de las industrias?

Las aguas residuales no tratadas pueden estar contaminadas y suponen un importante peligro para la salud pública. De hecho las aguas residuales son uno de los desechos más nocivos que producimos los seres humanos.

Cuando las aguas residuales son vertidas sin control o sin la gestión adecuada, pueden dañar las aguas dulces (ríos y lagos), y el medio marino y convertirse en una grave amenaza para la fauna y la flora. Además este proceso favorece la eutrofización, una proliferación excesiva de algas que asfixian otras formas de vida.

En este artículo, desde SMV te explicamos qué son las aguas residuales, cómo se clasifican (aguas residuales domésticas, aguas residuales de industrias y aguas residuales urbanas) y cuál es el proceso para tratarlas correctamente.

Aguas residuales: ¿qué son?

Las aguas residuales son aquellas resultantes de procesos domésticos e industriales y que han sido afectadas negativamente por la acción del ser humano. El agua que utilizamos en casa (en el inodoro, para lavar los platos o en la lavadora), en procesos industriales (fábricas) y del sector primario (agricultura, ganadería y apicultura) o a nivel urbano (sistema de alcantarillado,etc.) se consideran aguas residuales.

¿Por qué es necesario tratar las aguas residuales?

Normalmente las aguas residuales tienen muchos contaminantes (grasas, microplásticos, partículas de jabón o detergente, materia orgánica, residuos industriales, herbicidas, plaguicidas, etc.) y algunos son altamente tóxicos. Si no se gestionan correctamente por una cuestión accidental o por mala praxis, estos tóxicos pasan a las aguas naturales y acaban contaminándolas a nivel físico, químico o biológico.

Tanto las aguas residuales procedentes de las actividades industriales, como las aguas residuales urbanas deben depurarse antes de volver a la naturaleza. Para ello se conducen a plantas o estaciones depuradoras donde se someten a diferentes tratamientos.

Tipos de aguas residuales según su origen

Las aguas residuales pueden clasificarse en tres grandes grupos:

Aguas residuales domésticas/urbanas

Tienen su origen en las viviendas y están producidas, en esencia, por el metabolismo humano y por las actividades domésticas. Estas aguas suelen estar contaminadas por elementos orgánicos, sólidos sedimentables y bacterias.

Aguas residuales de industrias

Son aguas residuales vertidas desde lugares con finalidad comercial o industrial. Todo el agua derivada de fábricas, plantas de producción energética, de consumibles o manufactureras son aguas residuales industriales.

Aguas residuales de la agricultura y la ganadería

Son aguas residuales derivadas de actividades como el regadío. Puesto que algunos cultivos necesitan mucha agua, también producen muchas aguas residuales. Algo similar ocurre con la ganadería intensiva, que produce aguas residuales contaminadas con productos químicos que se usan para criar ganado, desechos fecales y orina de los animales.

Normativa sobre el tratamiento de aguas residuales de industrias

La depuración de aguas residuales es obligatoria desde la publicación de la Directiva 91/271/CE de 21 de mayo. De hecho, todos los núcleos urbanos deben disponer, según su aglomeración y extensión, de instalaciones que garanticen la recogida y el tratamiento de aguas, y no pueden verter aquellas residuales directamente en ríos o espacios naturales.

Las empresas, además, deben disponer de un permiso de vertido específico, y todas sus aguas deben tratarse y sanearse antes de ser descargadas en el alcantarillado. Esta autorización es estándar (Orden AAA/2056/2014, de 27 de octubre, por la que se aprueban los modelos oficiales de solicitud de autorización y de declaración de vertido), y se obtiene en función de:

  • El origen de las aguas residuales.
  • La localización del punto de vertido.
  • El caudal y valores límite de emisión del efluente.
  • Las instalaciones de depuración y evacuación de la empresa.
  • El pago de una tasa del canon de control de vertidos destinada a la protección, mejora y estudio del medio receptor de las aguas residuales de industrias.
  • Las actuaciones desarrolladas por la empresa para reducir la contaminación de sus aguas.
  • El lugar donde se depositen los vertidos: conectores, cauce público, medio natural o el mar.  En este último caso, el tratamiento y gestión de agua se observa en el REAL DECRETO 1471/1989, modificado por RD 1115/1992, sobre legislación de aguas marinas.

 

La Directiva 91/271/CE está recogida, a su vez, dentro del Marco del Agua europeo contemplado en la Agenda 2030. Otras directivas que se aplican directamente a las aguas residuales de industrias son:

  • Directiva 96/61/CE relativa a la prevención y al control integrados de la contaminación.
  • Directiva 86/278/CEE relativa a la protección del medio ambiente y, en particular, de los suelos, en la utilización de los lodos de depuradora en agricultura.
  • Directiva 86/280/CEE del Consejo, de 12 de junio de 1986, relativa a los valores límite y los objetivos de calidad para los residuos de determinadas sustancias peligrosas comprendidas en la lista I del Anexo de la Directiva 76/464/CEE.

En el marco nacional, la gestión y el tratamiento de aguas residuales de la industria se recoge, entre otras, en la Ley 5/2002, de 3 de junio, sobre vertidos de aguas residuales industriales a los sistemas públicos de saneamiento.

Gestión y tratamiento de las aguas residuales de origen industrial

Las aguas residuales de industrias pueden tener diversos orígenes y su tratamiento es diferente en cada caso, aunque siempre buscando que el vertido no cause impacto en el medioambiente. Si el agua tratada vuelve a la red pública de saneamiento, su composición deberá adaptarse a la normativa vigente. Cuando un vertido cero sea imposible, la única solución es aplicar los tratamientos necesarios para su adecuación a los límites de vertido establecidos por ley.

El tratamiento de las aguas residuales industriales debe realizarse en una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDRA). El agua llegará hasta ella a través de conectores y allí permanecerá 24 - 48 horas antes de ser devuelta a su cauce receptor.  En este tiempo se somete al siguiente proceso:

  • Pretratamiento. Permite eliminar residuos de gran tamaño, grasas flotantes y arenas y sólidos de mayor grosor.
  • Tratamiento Primario. El agua se deja reposar en unos grandes estanques de agua llamados decantadores. El objetivo es que los residuos ligeros suban a la superficie y los pesados (fangos) vayan hacia el fondo. Los métodos usados en este tratamiento son sedimentación, flotación o neutralización (disminuyendo los niveles de pH del agua).
  • Tratamiento Secundario. Las aguas residuales pasan a unas grandes balsas en las que se someten a procesos aeróbicos y anaeróbicos para eliminar restos orgánicos. En este tratamiento el agua se remueve constantemente con unas batidoras. Para la depuración se usan lodos activos, lechos bacterianos, filtros verdes o digestión anaeróbica.
  • Tratamiento de fangos. Sirve para eliminar los agentes patógenos del agua. Esta fase se centra en el tratamiento de fangos agua, que pasan a otra instalación (digestor) donde se tratan antes de ser almacenados. Normalmente esta última parte del proceso es opcional y se realiza cuando el agua se va a reutilizar, por ejemplo para riego de jardines o cuando se vierte en espacios protegidos. 

En SMV somos expertos en el tratamiento de residuos de industrias. Si necesitas asesoramiento sobre esta materia, contacta con nosotros.


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Microplásticos: cómo evitar sus consecuencias desde casa

Los microplásticos se han convertido en un problema de primer orden porque, debido a su tamaño imperceptible, son imposibles de eliminar por nuestros sistemas de filtración de agua. De esta forma, muchos de ellos se cuelan por los desagües para terminan en mares, ríos, océanos, arenales y cuencas de los ríos, donde son ingeridos por peces, especies marinas o aves.

No trata de un problema que atañe únicamente al medioambiente: gran parte del pescado y marisco que comemos, o la sal con la que acompañamos los alimentos pueden tener microplásticos, por lo que técnicamente cada día ponemos en nuestra boca bacterias y sustancias tóxicas derivadas del plástico que terminan en nuestro organismo.

Aunque el efecto de los microplásticos en la salud humana es desconocido, estas partículas contienen a menudo aditivos y sustancias químicas -posiblemente tóxicas-, perjudiciales para  animales y las personas. Los microplásticos también pueden llegar a nuestra cadena alimentaria a través de la miel o de bebidas como la cerveza, e incluso el agua del grifo.

¿Qué son los microplásticos?

Según el Parlamento Europeo, los microplásticos son piezas diminutas de material plástico cuyo tamaño es inferior a 5 milímetros. Por estar fabricadas con materiales sintéticos a partir de polímeros derivados del petróleo o de base biológica, no son degradables ni solubles en agua.

Posiblemente, el entorno en el que los microplásticos son más peligrosos es el agua, donde ya son elementos omnipresentes en todos los compartimentos (playas, fondo marino, sedimentos, columnas de agua, superficie del mar, etc.).  De hecho, según un estudio reciente, el 83% de las muestras de agua de grifo de una docena de países están contaminadas con microplásticos.

Las cifras sobre los microplásticos en el agua son alarmantes. Cada año llegan a nuestros océanos  8 millones de toneladas de plástico. De ellas, alrededor de 8.627 proceden de microplásticos cosméticos. Puede parecer un porcentaje global bajo, pero su peligrosidad es elevada. Además, de esta cifra, apenas un 1% se encuentran flotando o cerca de la superficie, por lo que se almacenan en el fondo del mar siendo su localización y limpieza imposible.

¿De dónde vienen los microplásticos que acaban en el mar?

Más del 80% de los plásticos y microplásticos que llegan a los océanos provienen de fuentes terrestres. Las más habituales son la basura plástica, los microplásticos primarios (partículas emitidas directamente al medioambiente) y los plásticos liberados en el mar, en muchas ocasiones resultado de la actividad pesquera.

Respecto a cómo se originan los microplásticos, podemos identificar cuatro situaciones:

  • Materiales plásticos de mayor tamaño fragmentados por agentes externos como la oxidación de la atmósfera, las radiaciones solares, o la fuerza mecánica de las olas.
  • Pérdidas en la cadena de producción y transformación de granza.
  • Composición de cosméticos, pinturas plásticas, productos de limpieza industrial, etc.
  • Degradación de neumáticos y similares.

Tipos de microplásticos

Microplásticos primarios

Se trata de partículas “lanzadas” al medioambiente, y que actualmente representan entre el 15% y el 31% de los microplásticos de los océanos.

Más de un 30% de los microplásticos primarios provienen del lavado de ropa sintética y, alrededor de un 28%, de la abrasión de neumáticos. Aproximadamente un 2% son microplásticos cosméticos agregados intencionadamente a productos de higiene personal y limpieza.

Microplásticos secundarios

Estos microplásticos se originan por la degradación de grandes objetos de plástico (bolsas, botellas, redes de pesca, etc.), y suponen entre el 69% y el 81% de los microplásticos del agua de los océanos.

Lista de microplásticos

En nuestro día a día utilizamos muchos productos con microplásticos. De hecho, una persona con hábitos de consumo medios mantiene contacto con varios tipos de microplásticos diariamente sin saberlo, ya que están presentes en:

  • Pasta de dientes.
  • Gel de ducha y de baño.
  • Exfoliantes.
  • Detergentes.
  • Protectores solares.
  • Productos de limpieza.
  • Prendas de ropa de fibra sintética.

¿Qué dice la Ley sobre los microplásticos?

Fabricar cosméticos y productos de limpieza con microperlas o microesferas de plástico está prohibido en EEUU desde 2017. Reino Unido también tomó esta medida recientemente, y Dinamarca y Suecia desarrollan actualmente leyes similares al respecto.

¿Y qué dice la Unión Europea al respecto? Por ahora, la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), estudia la necesidad de restringir legalmente la comercialización y uso de microplásticos, especialmente de aquellos empleados deliberadamente en la fabricación de ciertos productos. La UE también ha puesto sobre la mesa diferentes normativas para que en 2030 todos los envases de plástico sean reciclables, lo que eliminaría el uso de microplásticos.

10 rutinas para reducir los microplásticos

A nivel doméstico podemos reducir el uso de microplásticos tomando conciencia de cuáles son sus consecuencias y evitando consumir ciertos productos. También podemos contribuir a reducir este problema gestionando de manera adecuada todos los residuos plásticos, incluso los más pequeños, clasificándolos correctamente y depositándolos en el contenedor amarillo.

Otras rutinas básicas para disminuir el uso de microplásticos en el hogar son:

  • Usa cepillos de dientes biodegradables.
  • Utiliza hilo dental de fibra natural recubierto con cera de abeja (la seda dental tradicional se fabrica con nylon).
  • Evita usar sartenes anti-adherentes recubiertas de teflón.
  • Usa champús que no contengan silicona o petróleo.
  • Sustituye los bastoncillos y toallitas de algodón desechables por toallas de algodón, algodón orgánico y fibra de cáñamo.
  • En las fiestas evita globos y pajitas para los refrescos.
  • Usa siempre botellas de agua reutilizables.
  • Envuelve tus almuerzos y comidas en recipientes reutilizables no plásticos.
  • Opta por tejidos naturales para tu ropa.
  • Usa detergentes ecológicos y esponjas de fibra natural para lavar tus platos.

Evitar el consumo de microplásticos es una responsabilidad que todos debemos adoptar como propia. Nuestra salud y la de nuestro planeta están en juego.

Si reúnes numerosos residuos plásticos, u otro tipo de residuos, y no sabes cómo deshacerte correctamente de ellos, desde SMV nos encargamos. ¡Ponte en contacto con nosotros!


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Por qué NO deshacerse de los residuos en vertederos ilegales

Los vertederos ilegales son peligrosos tanto para la salud humana como para el equilibrio medioambiental. Además de poner en riesgo el bienestar de los ciudadanos, la acumulación de basuras sin control es un foco de suciedad y contaminación, tanto para el agua como para el aire.

El problema es grave, sobre todo si tenemos en cuenta que uno de los propósitos de la UE para garantizar la valorización de materiales de reciclaje es reducir al 50% de los residuos se depositados en vertederos para el año 2020. Por supuesto, estos gestión de residuos para vertederos deben ser siempre legales y cumplir con todos los requisitos de salubridad.

Esta medida, junto con la labor concienciación, son claves para el desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. En nuestro país, este objetivo reflejado de manera específica en el Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006, está respaldado por el control y la persecución institucional a los vertederos incontrolados. Bajo las premisas de este plan se han sellado 4.000 vertederos ilegales de España, una acción para la que planificó una inversión superior a los 400 millones de euros.

El problema de los vertederos ilegales

No es un fenómeno nuevo. De hecho, tradicionalmente era habitual que los vecinos, sobre todo de las localidades pequeñas, utilizaran vertederos incontrolados en las afueras para eliminar basura doméstica, restos vegetales o  escombros. Estos vertederos o escombreras carecían de cualquier control sanitario, técnico o físico, llegando a tener efectos nocivos para el entorno en el que se ubicaban y para sus alrededores.

Los problemas asociados al uso de vertederos incontrolados son:

  • Su presencia es sinónimo de focos de infección.
  • La basura en descomposición atrae a roedores e insectos que, a su vez, generan un entorno insalubre.
  • En lugares donde la basura se acumula sin control existe peligro de combustión y, por lo tanto, de incendios forestales. Además, el metano acumulado en el vertedero puede provocar  explosiones.
  • Todos los vertederos generan gases contaminantes. La descomposición y fermentación de la materia orgánica genera biogás, una mezcla de  gas metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), responsable del calentamiento global. En los vertederos ilegales, a un mayor número de gases hay que añadir los malos olores que producen.
  • Una mala gestión de la basura degrada el suelo y el paisaje, además de contaminar acuíferos y aguas superficiales. La contaminación se produce por el arrastre de materiales pesados como  el plomo o el mercurio, presentes en algunos tipos de basura. 

¿En qué se diferencian los vertederos legales de los ilegales?

La principal diferencia entre vertederos legales e ilegales es el control de riesgos y efectos negativos en la eliminación de residuos complejos. Aunque las sustancias vertidas en los vertederos no se pueden re-aprovechar, facilitan la degradación de la materia orgánica posibilitando el aprovechamiento, al menos, de los gases generados. También se garantiza la futura reutilización de la zona.

Los vertederos, como estructura, tienen un funcionamiento regulado. Algunas de sus características son:

Limpieza

Tanto en accesos (caminos), como dentro de las instalaciones para garantizar el acceso de maquinaria, camiones, etc. También disponen de servicios auxiliares como luz, agua corriente, teléfono, etc.

Adecuación del terreno

A diferencia de los vertederos ilegales, los vertederos legales tienen una geometría y una características físicas y geológicas establecidas. Entre ellas, se observa cierta inclinación e impermeabilización del terreno en función del residuo depositado para evitar filtraciones.

Accesos y vallados

Los vertederos legales tienen caminos que permiten el fácil acceso. Su perímetro también está delimitado para evitar la entrada de personas y animales.

Báscula

Esta herramienta sirve para conocer con precisión la cantidad de residuos que se aportan al vertedero. Como en ellos almacenan las basuras de varios municipios, este control facilita repartir los gastos de gestión de forma compensada.

Red de desviación de pluviales

El objetivo de esta red es que el agua de las lluvias no arrastren residuos. Muchos de ellos tienen canalizaciones subterráneas.

Pantalla vegetal de protección

Todos los vertederos legales tienen una “barrera ecológica” de tierra y árboles para reducir su impacto visual y los olores generados por el vertido de basuras.

Recogida y tratamiento

Sistema de recogida y tratamiento de lixiviados (líquidos que se forman como resultado de pasar o “percolarse” a través de un sólido, y gases (biogás).

Por un futuro con menos basura

A pesar de los esfuerzos todavía siguen existiendo los vertederos ilegales en España y, acabar con ellos, es una responsabilidad de todos.

La sociedad cada vez consume más y genera una mayor cantidad de Residuos Sólidos Urbanos que terminan en vertederos o en incineradoras. Aproximadamente, el 60% del volumen y el 30% del peso de las bolsas de basura, son recipientes de usar y tirar. Si reducimos su uso, también reduciremos la cantidad de basura generada.

En SMV somos conscientes de la importancia del reciclaje para reducir el consumo de materias primas y de volumen en los vertederos. Algunos consejos para producir menos basura son:

    • Reciclar el cartón y el papel en los contenedores azules.
    • Depositar el vidrio en los contenedores verdes.
    • Depositar las pilas y los residuos peligrosos caseros (aerosoles), en contenedores especiales para que no terminen en el vertedero.
    • Reducir el consumo de bolsas de plástico.

Si necesitas una gestión de residuos segura y eficaz para tu empresa o para una acción puntual, desde SMV garantizamos la recogida y transporte de residuos adecuada en base a sus características. ¡Contáctanos!