En nuestro blog ya hemos hablado sobre el tratamiento de los residuos generados en sectores como la hostelería o la industria. Pero, ¿qué pasa con los residuos de las oficinas? ¿Requieren algún tipo de tratamiento específico?

¿Qué tipo de residuos se generan en una oficina?

En las oficinas se generan residuos de diferente origen. La gran mayoría (alrededor del 90%) son de papel y cartón, por lo que su reciclaje es bastante sencillo y no revierte mayores problemas.

Sin embargo, en las oficinas también se producen residuos que aparecen marcados con un asterisco en la Lista Europea de Residuos (LER). Esto quiere decir que se consideran peligrosos debido a sus características o potencial corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico, inflamable, infeccioso o radiactivo. Estos residuos suponen alrededor del 5% (incluyendo equipos electrónicos, bombillas, etc.) de los desechos de las oficinas.

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Por otra parte, las botellas y envases del plástico y vidrio y las latas representan un 3% de los residuos producidos en oficinas. El resto (un 2%), son residuos de origen orgánico.

Ejemplos de residuos de oficina que son peligrosos:

Los avances tecnológicos nos han aportado muchas ventajas (ahorro de tiempo, posibilidad de realizar tareas detalladas de manera sencilla, etc.), pero la obsolescencia de los equipos también ha contribuido a generar más residuos electrónicos, cuyo reciclaje no siempre es sencillo.

Según datos de la ONU, los desechos electrónicos representan más del 2% de la basura sólida que se produce en el mundo y suponen el 70% de los residuos peligrosos que acaban en los vertederos, lo que puede provocar problemas en el entorno y en la salud de las personas.

Por este motivo, la gestión de los residuos peligrosos generados en una oficina debe dejarse en manos de empresas profesionales, expertas en la gestión integral de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos, según lo establecido en el Real Decreto 110/2015.

Además de los aparatos electrónicos (impresoras, faxes, ordenadores, teclados, etc.), uno de los residuos peligrosos generados en las oficinas son los tóner y los cartuchos de tinta.

Según la legislación, estos productos se consideran de origen electrónico y, por tanto, también deben reciclarse acorde a los tratamientos establecidos en el R.D. 110/2015. Este Decreto establece que los fabricantes y/o importadores son los encargados de organizar una gestión eficiente de estos residuos para su posterior reciclaje.

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Otro de los residuos peligrosos de oficina son las baterías, acumuladores o pilas, ya que contienen materiales que pueden ser nocivos para el medioambiente como el cadmio, el mercurio o el plomo. Algo similar ocurre con los tubos fluorescentes, que también tienen componentes perjudiciales o de reciclaje complejo como el metal o el vidrio.

Por otra parte, otros materiales de oficina, aunque no se consideran peligrosos, también requieren un tratamiento específico porque están fabricados con plástico, metales pesados, compuestos orgánicos volátiles (COVs) o disolventes agresivos. Hablamos de bolígrafos, pegamentos, carpetas de plástico, algunos tipos de tintas, dispositivos como CD´s, DVD´s o memorias USB.

¿Cómo se reciclan los residuos que se generan en una oficina?

Los residuos peligrosos generados por las oficinas deben gestionarse de manera adecuada  por una empresa autorizada para cumplir con lo establecido por la legislación actual, pues entre sus componentes hay materiales tóxicos, tanto sólidos como gases o líquidos, que, si no se tratan de forma correcta, pueden suponer un grave impacto ambiental.

En empresas como SMV nos encargamos de la gestión de residuos de oficinas, incluyendo todas las fases del proceso: desde la recepción, pesado y evaluación de desechos, a la clasificación por materiales y el tratamiento dependiendo del material y de su nivel de peligrosidad.

10 Consejos para mejorar la gestión de los residuos de oficina

Además de contar con los servicios de una empresa gestora autorizada para el tratamiento de los residuos de oficina, también es muy importante hacer una gestión eficiente de los mismos de manera interna.

Algunos consejos para conseguirlo son:

  • Optimizar el consumo de papel y otros materiales de oficina.
  • Utilizar papel reciclado.
  • Actualizar y reutilizar los equipos informáticos obsoletos.
  • Realizar un mantenimiento preventivo de todo tipo de equipos y materiales electrónicos.
  • Utilizar cartuchos de tinta y tóner de impresora reutilizados.
  • Usar pilas recargables.
  • Depositar pilas en contenedores especiales.
  • Emplear bombillas LED.
  • Eliminar el uso de materiales de oficina que puedan contener materiales peligrosos (PVC, cadmio, mercurio, etc.).
  • Depositar en puntos limpios aquellos residuos que no se reciclan de manera «convencional».

Estas son algunas de las acciones que puedes hacer a diario en tu oficina. No obstante, puedes encontrar más información sobre el reciclaje de residuos electrónicos y de oficina en nuestra web. O si lo deseas, puedes ponerte en contacto con nosotros. Desde SMV te ayudaremos en cualquier duda que tengas sobre el tratamiento de residuos.