En nuestro día a día, es habitual que muchas veces nos preguntemos dónde arrojar las pilas y baterías una vez que ya no las necesitamos. Aunque su composición es muy distinta y por lo tanto su duración también, desde SMV resolvemos tus dudas.

En primer lugar, cabe destacar que mientras las baterías pierden su carga eléctrica con el tiempo, en el caso de las pilas, estas conservan su carga eléctrica aunque no se utilicen. Sin embargo, las baterías tienen la capacidad de ser cargadas una y otra vez, siendo esta su principal diferencia frente a las pilas, como sucede con las baterías de los móviles. Un ejemplo de esto son las baterías de los móviles, las cuales tienen una vida útil de entre año y medio y dos años. 

Un error muy común que cometemos, es tirar las pilas al cubo de la basura sin tener en cuenta que tanto las pilas como las baterías son reciclables, y que esto es sumamente recomendable al estar compuestas de metales y sustancias químicas que pueden ser tóxicas como el mercurio, el plomo o el cadmio. Además, el desecharlas junto con el contenido orgánico, implica que estas terminen en vertederos y que al descomponerse sean perjudiciales para la salud y el medioambiente. 

Entonces, ¿Qué tipo de contenedor debo utilizar?

Entre las distintas opciones de reciclaje, destaca Ecopilas, una Fundación fundada en el año 2000 y que en la actualidad cuenta con más de 44.612 puntos de recogida repartidos por toda España. Su objetivo principal es el asistir a los productores sobre la gestión de los residuos derivados de estos productos al término de su vida útil.

Por otro lado, puedes comprobar también si tu comunidad autónoma cuenta con contenedores específicos para este tipo de residuos. Por ejemplo, en el caso de Madrid podemos encontrar dispositivos especialmente preparados para depositar las pilas en las marquesinas de las paradas de autobús. Además, la mayoría de las comunidades cuentan con contenedores de reciclaje distribuidos por la vía pública, lo cual resulta verdaderamente accesible. 

Otra opción son los puntos limpios o en tiendas habilitadas como supermercados, estudios fotográficos o comercios de electrónica, una iniciativa que cada vez cobra más fuerza con una extensa red de establecimientos donde depositar pilas y baterías usadas.

Como última parte del proceso, sólo queda la duda de cómo se reciclan. Para esto, se debe hacer una correcta clasificación de los materiales que las constituyen dependiendo del tipo de pila o batería. Tras la recuperación de los metales y químicos, estos deben someterse a distintos tratamientos para poder reciclarlos y aprovecharlos en su totalidad para fabricar nuevas pilas y baterías o diversos tipos de productos eléctricos.

Para más información sobre dónde arrojar pilas y baterías y la posterior gestión de RAEES (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) que ofrecemos en SMV, te invitamos a contactar con nosotros a través del siguiente formulario