El reciclaje es uno de los grandes retos contemplados dentro del Plan “Horizonte 2020”, el programa de investigación e innovación más ambicioso puesto en marcha por la Unión Europea hasta ahora. En materia de reciclaje, este plan observa la reducción de un 20% los residuos generales y la consecución de un 50% de residuos preparados para su reutilización.

El objetivo es ambicioso y, por ello, desde la Comisión Europea se han puesto en marcha diferentes iniciativas y acciones que contribuirán al desarrollo de una economía circular, es decir, a “cerrar el círculo” del ciclo de vida de los productos, extrayendo el máximo valor de las materias primas y residuos, fomentando el ahorro de energía, reduciendo la contaminación y, en definitiva, aportando beneficios tanto al medio ambiente como  a la sociedad.

Una de estas acciones es la implantación de un nuevo contenedor marrón que algunas Comunidades Autónomas ya han ubicado en las zonas urbanas.

¿Para qué sirve el contenedor marrón?

En el nuevo contenedor marrón de reciclaje deben depositarse aquellos residuos orgánicos destinados a la fabricación de compost, un biorresiduo que puede aprovecharse como fertilizante y como generador de energía. Se estima que el 40% de nuestras bolsas de basura tienen bioresiduos cien por cien aprovechables.

De esta forma, los residuos reciclados pueden usarse como abono ecológico y natural (vuelven al proceso “natural” de creación de vida) o para producir biogás, un combustible 100% renovable y respetuoso con el medioambiente.

¿De dónde procede la basura orgánica?

La basura orgánica puede proceder de diversas fuentes domésticas, comerciales (bares, restaurantes, centros comerciales, carnicerías, pescaderías, supermercados, comedores de colegios y hospitales, servicios de jardinería y parques, etc.) o industriales (fábricas de manipulación de alimentos, cooperativas agrícolas, etc.)

Basura orgánica vs. Basura inorgánica

El contenedor marrón está destinado al reciclaje de basura orgánica. La basura orgánica es aquella que tienen su origen en los seres vivos o que es resultado del procesamiento de productos alimentarios. Los residuos orgánicos son  biodegradables y se descomponen sin dificultad, resultando poco problemáticos para el medio ambiente.

Por contra, la basura inorgánica es aquella que tiene origen no biológico, generalmente sintético. Al ser artificiales, estos residuos son difíciles de degradar y algunos incluso pueden permanecer inalterables durante años, siendo altamente contaminantes. Los residuos no orgánicos deben reciclarse y tratarse de manera especial en contenedores habilitados especialmente para ello (vidrio, plásticos, metal, etc).

¿Qué depositar en el contenedor marrón para su reciclaje?

Los residuos reciclables que puedes depositar en el contenedor marrón son:

  • Pieles y restos de frutas, verduras, hortalizas, cereales o legumbres.
  • Restos de panes y bollería.
  • Frutos secos.
  • Huesos, cáscaras y semillas.
  • Restos de carne, pescado y marisco (crudos y cocinados, incluidos huesos y raspas).
  • Restos de café (poros).
  • Bolsas de té e infusiones.
  • Papeles biodegradables usados (servilletas y papel de cocina).
  • Serrín, astillas y virutas de madera.
  • Palos de madera (de helados, por ejemplo) y palillos de dientes.
  • Tapones de corcho 100%.
  • Restos de flores, hojas secas y plantas.

Por contra, los desechos que no deben tirarse nunca en el contenedor marrón son:

  • Aceites.
  • Productos de higiene de un único uso (compresas, pañales, toallitas, preservativos, tampones, etc.)
  • Productos de limpieza.
  • Excrementos.
  • Arena, tierra de jardín o piedras.
  • Cerámica.
  • Cenizas.
  • Colillas.
  • Corchos fabricados con resinas o plásticos.
  • Restos de podas de gran volumen (troncos, ramas, raíces, etc.).
  • Material no compostable (vidrio, plástico, metal, etc.)

Uno de los consejos para utilizar el contenedor marrón con mayor eficiencia es usar bolsas de basura biodegradables para depositar en ellas los desechos orgánicos.

Gestión de residuos orgánicos del contenedor marrón: legislación y beneficios

El reciclaje y la gestión de residuos urbanos se recoge en diferentes directivas tanto nacionales como europeas, entre ellas la  Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y la Ley 22/2011 sobre residuos y suelos contaminados (artículo 24). Ambas instan a las instituciones a promover planes y programas de gestión de biorresiduos y a aplicar leyes respecto al tratamiento de los mismos recogidos de manera separada para la producción de compostaje doméstico, compostaje comunitario o digestión anaeróbica (con la que se obtiene el biogás).

La gestión de residuos orgánicos reporta beneficios a nivel ambiental y económico. Transformar la materia orgánica en compost mejora la calidad del suelo y disminuye la emisión de gases. Por otra parte, el reciclaje de estos residuos contribuye a aumentar la vida útil de los vertederos, que tardan más tiempo en llenarse. También se reduce su gasto en transporte.

La recogida de los residuos del contenedor marrón debe realizarse por empresas especializadas en gestión de residuos que, en el interior de sus camiones, tengan separaciones compartimentadas para que los contenidos sigan separados tras su recogida.

En SMV contamos con los servicios más adecuados para atender todas las necesidades de reciclaje realizadas por profesionales acorde a los marcos  legales, económicos y sociales establecidos.