¿Qué se hace con todas las mascarillas quirúrgicas que se desechan?
En los últimos meses, operarios de limpieza y vecinos han denunciado la presencia de mascarillas quirúrgicas tiradas en calles, parques y playas, o rebozando alcantarillas y desagües.
Esto pone de manifiesto la falta de civismo y de concienciación de algunas personas respecto al tratamiento de los materiales desechables utilizados con motivo de la pandemia del COVID-19.
De forma más contundente, miembros de la organización conservacionista Oceans Asia y WWF (World Wide Fund for Nature) han advertido la presencia de miles de mascarillas usadas en las playas del archipiélago de Soko, entre Hong Kong y Lantau.
La pregunta es: ¿Qué debemos hacer con las mascarillas desechables? ¿Es posible reciclar mascarillas en su totalidad o parte de sus componentes? ¿Existen mascarillas biodegradables? ¿Genera un riesgo ambiental?
Tipos de mascarillas desechables y reutilizables
Mascarillas higiénicas
Deben desecharse después de un solo uso y se rigen por la especificación UNE 0064-1 (adultos) y UNE 0064-2 (niños).
Mascarillas quirúrgicas
Son desechables y están recomendadas para personas diagnosticadas con coronavirus porque evitan la transmisión de agentes infecciosos.
Mascarillas autofiltrantes
Se consideran EPI (equipos de protección individual). Algunas están destinadas a los trabajadores sanitarios. Dentro de esta categoría encontramos:
- Mascarillas FFP1. Su eficacia de filtración es del 78%, por lo que no se recomiendan para sanitarios.
- Mascarillas FFP2. Poseen una filtración mínima del 92% y están recomendadas para sanitarios.
- Mascarillas FFP3. Con filtración mínima del 98%, son las más recomendadas para trabajadores médicos, pues su porcentaje de fuga es del 2% como máximo.
- Mascarillas N95. Son un tipo de mascarillas autofiltrantes con filtración mínima del 95% y avaladas por la OMS.
Si bien el reciclaje de mascarillas de este tipo no está contemplado aún, si forman (muchas de ellas) de los residuos sanitarios que se reciben día a día.
Mascarillas reutilizables
Las mascarillas reutilizables suelen ser de tela. Son lavables y solo son una opción segura si tienen filtro. Los filtros son una especie de tela que se pone en un bolsillo situado en el interior de la mascarilla. Es fundamental que los filtros se adapten a la normativa UNE-EN 143:2001 y que estén homologados (P2 o P3).
El fabricante debe indicar las horas de uso para garantizar su efectividad, pues el material con el que están fabricados (generalmente carbón activado y varias capas de tela de filtro no tejida) puede degradarse, y entonces la filtración no será efectiva. Lo ideal es aprovechar cada cambio de filtro para lavar la mascarilla de tela, en la lavadora y a una temperatura de 60 °C.
De todas formas, por el momento no existe una política de gestión sobre los residuos de los filtros de las mascarillas.
¿Se pueden reciclar las mascarillas quirúrgicas?
Las mascarillas quirúrgicas son las más recomendadas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, su uso es limitado, y no debemos utilizarlas más de 6 - 8 horas, porque, una vez se impregnan del vaho de nuestro aliento y se humedecen, pierden su utilidad.
Puesto que estas mascarillas no puede reutilizarse ni lavarse, debemos sustituirlas frecuentemente, lo que implica generar millones de toneladas de residuos: se estima que 45 millones de personas usan una o dos mascarillas desechables cada día, unos desechos que tienen el riesgo de unirse a los más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos vertidos anualmente en los océanos y cuyo impacto en los ecosistemas marinos es altamente negativo.
A priori, esto ya supone un importante reto, y más si queremos reciclar en casa. Pero, existe otro problema: la mayoría de las mascarillas quirúrgicas no están fabricadas con materiales biodegradables, y en su fabricación se utilizan derivados del petróleo que pueden tardar entre 300 y 400 años en descomponerse.
Por este motivo, se buscan alternativas que permitan reciclar mascarillas, teniendo presente que es necesaria una gestión de los residuos que generan tanto las mascarillas en su totalidad como parte de las mismas, como los filtros.
Por ejemplo, la empresa francesa Plaxtil, una vez separadas las mascarillas quirúrgicas de los desechos del resto, pone en cuarentena el material, lo tritura y fabrica soportes para EPIs como pueden ser las pantallas transparentes para la cara.
También se empieza a hablar ya de mascarillas biodegradables. En España, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha diseñado mascarillas fabricadas con nanofibras reutilizables y biodegradables.
Estas mascarillas son lavables, tienen una capacidad de filtración diez veces mayor que los materiales normales, cuentan con la certificación FFP2 y pueden utilizarse durante días. El mismo grupo también desarrolla un modelo de filtro para mascarillas antimicrobianas y biodegradables.
Gestión de residuos: filtros y mascarillas desechables
Todo lo relativo a la gestión de residuos durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 está regulado por el Ministerio de Sanidad en la Orden SND/271/2020, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 22 de marzo.
Las mascarillas quirúrgicas y los filtros de las mascarillas de tela deben depositarse en el contenedor de descarte, que es de color gris o verde según el municipio, preferiblemente dentro de una bolsa independiente, hasta que exista una política de gestión de residuos o la posibilidad de reciclar mascarillas.
Los botes gel hidroalcohólico y otros productos desinfectantes deben tratarse como los productos de limpieza del hogar y, por tanto, se tiran en el contenedor amarillo (con el resto de envases) y no es necesario llevarlos al punto SIGRE para el reciclaje de medicamentos, pues no lo son.
Estas indicaciones son diferentes en personas que se encuentren haciendo cuarentena en su domicilio por padecer o haber padecido la COVID-19. Los residuos que están en contacto directo con estas personas o que hayan manipulado, tanto mascarillas como pañuelos o servilletas, deben recogerse en una bolsa situada en esa misma habitación, tal y como ya explicamos en este artículo sobre cómo gestionar los residuos del COVID.
En SMV somos expertos en la recogida, transporte y gestión de todo tipo de residuos. Si buscas una empresa especializada, con experiencia en el sector, o si tienes alguna consulta, contacta con nosotros.
¿Cómo gestionar los residuos del COVID?
Según algunas fuentes, los residuos sanitarios se han multiplicado un 300% desde marzo. Este aumento se debe al uso de materiales de protección para combatir la COVID-19, tanto en entornos sanitarios como domicilios y en espacios como colegios y centros de trabajo.
La nueva situación también nos plantea preguntas respecto al tratamiento de estos por una empresa de gestión de residuos. La clave es la información y la concienciación: por ejemplo, mascarillas desechables y guantes de látex deben ir siempre al contenedor gris, mientras que los botes de gel hidroalcohólico vacíos pueden ir al contenedor amarillo (con los envases).
Aun así, existen algunas dudas:
- ¿Qué pasa con los residuos de personas que se han infectado con COVID-19?
- ¿Existe alguna normativa específica en este caso?
- ¿Afecta la crisis sanitaria a nuestras rutinas de reciclaje habituales?
¿Qué dice la Ley sobre la gestión de residuos del COVID-19?
La pandemia del Covid-19 ha provocado que, desde el Ministerio de Sanidad, se haya aprobado una Orden Ministerial (Orden SND/271/2020, de 19 de marzo) para establecer instrucciones sobre gestión de residuos procedentes de domicilios, hospitales, ambulancias, centros de salud y/o establecimientos que hayan tenido contacto con la COVID-19.
La orden también aporta algunas recomendaciones relacionadas con el manejo de residuos domésticos en hogares sin positivos o cuarentena durante la crisis sanitaria.
Gestión de residuos del COVID-19 en viviendas y domicilios particulares
En hogares con un positivo de coronavirus COVID-19, es aconsejable gestionar los residuos de la persona contagiada de manera independiente al resto de desechos del domicilio.
Según la orden ministerial, todos los residuos de la persona infectada, incluido el material desechable (guantes, mascarillas, pañuelos, etc.), debe eliminarse en una bolsa de plástico, dispuesta en un cubo de basura en la habitación aislada (preferiblemente con tapa y pedal de apertura) y sin realizar ninguna separación para reciclaje.
La bolsa de plástico debe cerrarse (si es de manera hermética, mejor) e introducirse en una segunda bolsa en la que, además, se depositarán los guantes y mascarilla usados por el cuidador. Esta bolsa se dejará, a su vez, con el resto de los residuos domésticos.
Las bolsas de residuos de domicilios en cuarentena o con personas con COVID-19 se depositarán, convenientemente cerradas, en el contenedor de "resto de residuos", quedando terminantemente prohibido hacerlo en contenedores de recogida selectiva (orgánica, envases, papel, vidrio o textil) o abandonarlos en la vía pública.
Gestión de residuos del COVID-19 en residencias y hoteles medicalizados
La Orden SND/271/2020, de 19 de marzo establece cómo debe ser el tratamiento de residuos del COVID-19 en espacios que tengan más riesgo de contacto, como por ejemplo residencias.
Se recomienda llenar los contenedores disponibles al máximo, “evitando entregarlos sin optimizar su capacidad”, ya que la recogida de residuos es un servicio esencial y las administraciones deben garantizar servicios suficientes.
Tanto en las residencias como en los hoteles medicalizados, las bolsas que contengan residuos que hayan podido estar en contacto con el virus se identificarán externamente (mediante cinta aislante o similar) y se depositarán según lo establecido por las autoridades responsables de la recogida de residuos urbanos.
El objetivo es que estas bolsas, debidamente señalizadas, vayan directamente a la incineración o, en su defecto, al vertedero, pero que en ningún caso se proceda a su apertura manual.
Gestión de residuos sanitarios en hospitales, centros de salud, ambulancias o laboratorios
Los residuos en contacto con COVID-19 procedentes de hospitales, ambulancias, centros de salud, laboratorios o establecimientos similares, así como aquellos derivados de la desinfección de instalaciones (como guantes, mascarillas o batas), se consideran “residuos infecciosos” y se gestionan como tales.
Aunque el ordenamiento jurídico español no dispone de una normativa específica sobre la gestión de residuos sanitarios, en esta situación se aplican los ordenamientos generales previstos en la Ley 22/2011 de 28 de julio de Residuos y Suelos Contaminados, en el Real Decreto 833/1988 de 20 de julio sobre residuos tóxicos y peligrosos y en la Ley 11/1997 de 24 de abril de envases y residuos de envases.
Dentro de la normativa, destaca el RD 653/2003 de 30 de mayo, que exige la observancia de determinados procedimientos antes de aceptar residuos peligrosos para su incineración o co-incineración en función de su naturaleza, especialmente si son desechos clínicos infecciosos.
De la misma forma, el RD 1481/2001 de 27 de diciembre prohíbe que cualquier vertedero admita residuos infecciosos prohibiendo expresamente, en su artículo 10, la manipulación directa de los residuos clínicos infecciosos o su mezcla con otro tipo de residuos.
¿Ha afectado la crisis del COVID-19 al reciclaje?
Aunque las plantas de tratamiento siguen separando la basura para su reciclaje, la epidemia está provocando que aumente el porcentaje de residuos que van al vertedero o a la incineradora, especialmente aquellos procedentes de hospitales, centros de salud, ambulancias o procesos de desinfección.
Respecto al resto de bolsas depositadas en los contenedores de resto, llegan igualmente a las plantas de tratamiento, donde se intenta recuperar la mayor cantidad de desechos reciclables que han llegado a esta bolsa por error. Sin embargo, y siguiendo el protocolo de actuación del Miteco, se elimina cualquier proceso que exija manipulación manual para evitar exponer a los trabajadores al virus.
Una vez seleccionados los residuos reciclables, se embalan y quedan almacenados, al menos durante 72 horas, antes de enviarse a las plantas de reciclaje para garantizar la mayor seguridad.
¿Tienes más dudas sobre la gestión de residuos? Contáctanos y te las resolvemos.
Pautas para el reciclaje de medicamentos caducados
Aunque cada vez estamos más concienciados sobre el uso responsable de medicamentos, con el tiempo podemos acumular en nuestro botiquín pastillas, jarabes o pomadas que acaban caducándose o quedando inservibles. Estos medicamentos que ya no necesitamos, así como sus envases vacíos, no pueden mezclarse con la basura cotidiana ni tirarse al desagüe ya que, por su composición, pueden poner en riesgo el medio ambiente.
Entonces, ¿qué debemos hacer con ellos? ¿Dónde debemos depositarlos? En este artículo, desde SMV resolvemos las dudas acerca de los medicamentos caducados y qué hacer con ellos.
¿Sabes lo que es un punto SIGRE?
Un Punto SIGRE es un contenedor disponible en las farmacias. Este tipo de depósitos son gestionados por el Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases, una entidad sin ánimo de lucro que tiene acuerdos con farmacéuticas, distribuidores y laboratorios.
El objetivo de los Puntos SIGRE es facilitar la recogida de medicamentos caducados o inservibles y de sus envases, con el objetivo de reciclarlos correctamente y de manera segura. De hecho, cualquier envase que esté en contacto con medicamentos (blíster, tubos, aerosoles, frascos, ampollas, etc.), debe se tratado de forma específica incluso estando vacío.
¿Qué puedo y qué no puedo depositar en un Punto SIGRE?
El reciclaje de medicamentos es importante por tres motivos:
- Evitar el riesgo de tomar fármacos caducados o en mal estado.
- No automedicarnos indebidamente.
- Para contribuir a ahorrar energía, reducir las emisiones de CO2, aminorar el volumen de residuos, y en definitiva, mejorar el cuidado del medio ambiente.
Todos los medicamentos puede reciclarse, no importa que sean jarabes, pastillas, pomadas o enjuagues. Sin embargo, no todos los productos que compramos en la farmacia pueden depositarse en los puntos SIGRE. Los medicamentos que puedes dejar en estos contenedores son:
- Medicamentos caducados.
- Envases vacíos o con restos de medicamentos como los blísters.
- Cualquier medicamento que ya no necesites porque has terminado tu tratamiento (por ejemplo un jarabe o un antibiótico para una infección que ya está curada).
- Todos aquellos medicamentos que, por cualquier motivo, no tengan un prospecto o un envase original y, por lo tanto, pueden llevarte a confusión.
- Medicamentos que no se han conservado en las condiciones de temperatura y humedad adecuadas y que, por este motivo, pueden estar en mal estado.
Por otra parte, en un punto SIGRE no debes dejar:
- Agujas.
- Termómetros.
- Productos químicos.
- Radiografías.
- Gasas.
- Materiales de cura.
- Gafas.
- Pilas.
- Objetos cortantes y/o punzantes.
La pregunta es, ¿qué debo hacer con este tipo de residuos? Al igual que ocurre con los medicamentos caducados o inservibles, otros objetos que compramos en las farmacias como termómetros o cortauñas no deben depositarse en los contenedores azul, gris, verde o amarillo. Lo correcto es llevarlos a un "Punto Limpio".
¿Qué se hace con los medicamentos recogidos en el Punto SIGRE?
Los medicamentos de los Puntos SIGRE no se reutilizan, ni se entregan a caridad ni se envían a los llamados países del Tercer Mundo. De hecho, los medicamentos en sí son destruidos.
¿Para qué sirve entonces este proceso de reciclaje? Básicamente para recuperar materiales como cartones o plástico que pueden usarse para crear nuevos envases de medicamentos o para elaborar combustibles.
Una vez los medicamentos son recogidos se llevan a una de las Plantas de Tratamiento de Envases y Residuos de Medicamentos de SIGRE. Allí se separan y clasifican por sus materiales y por el tipo de residuo siguiendo estas pautas:
- Los envases de cartón, papel, vidrio o plástico se envían para su posterior reciclado en empresas especializadas.
- Los medicamentos que no son peligrosos se destruyen por combustión y se utilizan como combustible.
- Los medicamentos peligrosos se entregan a gestores especializados como SMV, empresa con experiencia en la gestión del transporte y la eliminación de residuos hospitalarios y sanitarios de una forma segura y eficaz.
Medicamentos caducados: qué hacer con ellos y consejos para su reciclaje
- Todos los restos de medicamentos caducados o no utilizados y sus envases deben llevarse al Punto SIGRE de cualquier farmacia.
- Para identificar los medicamentos y realizar su correcto tratamiento, debes dejarlos en el contenedor, siempre que sea posible, dentro de su caja y acompañados de su prospecto.
- Conviene revisar el contenido de nuestros botiquines al menos dos veces al año para verificar la caducidad y/o buen estado de nuestros medicamentos. Lo ideal es que los botiquines domésticos únicamente tengamos lo imprescindible para dolencias leves o comunes, material para curas básicas y medicamentos para tratar enfermedades crónicas.
- Por último, y si tienes dudas, consulta con tu farmacéutico sobre qué residuos puedes depositar en un Punto SIGRE y cuáles no.
Encuentra tu Punto SIGRE
Se calcula que en España hay más de 2.000 farmacias con contenedores SIGRE. Gracias a ellos, y según la farmacéutica Kernpharma, en 2016 se reciclaron hasta el 65% de los medicamentos caducados.
Para localizar tu punto SIGRE más cercano únicamente debes buscar una farmacia y preguntar. Muchos medicamentos también están diferenciados con el símbolo SIGRE, que indica que el laboratorio fabricante está adherido a este sistema integrado de gestión de medicamentos.
¿Necesitas una empresa especializada en la gestión de todo tipo de residuos? ¡Contáctanos!
Cómo clasificar los residuos sanitarios
Los residuos sanitarios son aquellos generados en o por establecimientos y servicios que desarrollan actividades de atención a la salud humana. El material sanitario se considera residuo desde el momento en que su uso o manejo a nivel clínico se concluye de manera definitiva.
Debido a las características y naturaleza de las actividades desarrolladas en hospitales, clínicas y centros de salud, algunos de los residuos sanitarios pueden ser peligrosos. Entre ellos se encuentran residuos infecciosos, material quirúrgico, elementos punzantes, restos humanos, restos químicos y restos farmacológicos.
¿Qué son los residuos sanitarios?
Se consideran residuos sanitarios:
- Residuos urbanos generados en centros sanitarios.
- Residuos urbanos como vendajes, yesos o ropa desechable.
- Residuos infecciosos considerados de riesgo (fluidos corporales infectados, kit de hemodiálisis, vacunas, sustancias de cultivo y/o experimentación, etc.)
- Residuos procedentes de procesos quirúrgicos.
- Residuos radiactivos procedentes de procesos sanitarios.
- Residuos químicos y/ o contaminados con productos como pilas, termómetros, disolventes, reactivos químicos, medicamentos, lubricantes y aceites.
Legislación sobre el tratamiento de residuos sanitarios
La regulación de las actividades sobre la clasificación y gestión de los residuos sanitarios es competencia de las Comunidades Autónomas acorde a la normativa Europea, estatal y regional. Algunos de los Decretos y Leyes que regulan la clasificación y gestión de residuos sanitarios son:
A nivel europeo
- Directiva 2008/98/CE sobre residuos peligrosos.
- Directiva 1994/62/CE sobre de envases y residuos de envases.
- Reglamento 1013/2006 relativo al traslado de residuos.
- Directiva 1999/31/CE relativa al vertido de residuos.
- Directiva 2000/76/CE relativa a la incineración de residuos.
- Directiva 1996/61/CE relativa a la prevención y control integrado de la contaminación.
- Decisión 2000/532/CE (posteriormente modificada por las Decisiones de la Comisión, 2001/118/CE, 1001/119 y la Decisión del Consejo 2001/573) sobre la Lista Europea de Residuos, que recoge en su capítulo 18 los diversos tipos de residuos sanitarios clasificados.
A nivel estatal
El ordenamiento jurídico español no dispone de normativa específica sobre la gestión de residuos sanitarios, siendo aplicable el régimen general en la materia reflejado en:
- Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados.
- Real Decreto 833/1988 sobre residuos tóxicos y peligrosos.
- Ley 11/1997 de envases y residuos de envases.
Destaca especialmente el RD 653/2003 de 30 de mayo sobre incineración de residuos. Este Real Decreto exige la observancia de determinados procedimientos antes de aceptar residuos peligrosos para su incineración o coincineración en función de su naturaleza, especialmente si son desechos clínicos infecciosos.
De la misma forma, el RD 1481/2001 de 27 de diciembre sobre eliminación de residuos mediante su depósito en vertedero prohíbe que cualquier vertedero admita residuo infecciosos prohibiendo expresamente en el artículo 10, la mezcla de los residuos clínicos infecciosos con otros tipos de residuos y su manipulación directa.
Tipos de residuos sanitarios: clasificación
Según la normativa expuesta anteriormente, dentro de los residuos sanitarios encontramos:
- Residuos sanitarios (genéricos). Todos los residuos, independientemente de su estado, generados en centros sanitarios.
- Residuos biosanitarios. Residuos sanitarios específicos de la actividad sanitaria. Algunos de ellos pueden estar potencialmente contaminados con sustancias biológicas al haber entrado en contacto con pacientes.
- Residuos citotóxicos. Residuos sanitarios compuestos por restos de medicamentos citotóxicos y todo el material que haya estado en contacto con ellos.
A su vez, los residuos sanitarios se clasifican en cuatro grupos que, en función de su origen, serán considerados de no riesgo (residuos sanitarios no específicos) o de riesgo (residuos sanitarios específicos). Esta clasificación afecta a su peligrosidad e indicará unas medidas y tratamiento específicas para ellos. Estos grupos son:
GRUPO I
Material no peligroso como papel, cartón, material de oficina, jardines o despachos, restos de cocina, etc. Para recoger estos residuos debe utilizarse un contenedor no desechable y una bolsa de color negro.
GRUPO II
Residuos sanitarios no específicos procedentes de pacientes no infecciosos, entre ellos material de curas, guantes, vendas, yesos, material textil fungible, etc. Estos desechos deben eliminarse en contenedores no desechables con bolsa de polietileno de un solo uso, de color gris y rotulada como “Residuos Sanitarios No Específicos”.
GRUPO III
Residuos biosanitarios, entre ellos residuos de enfermos infecciosos, sangre y hemoderivados, líquidos, recipientes, agujas y material punzante o cortante. Los objetos cortantes y punzantes deben recogerse en contenedores amarillos. El resto, en contenedores negros de un uso elaborados con material que garantice su total eliminación (rígido, impermeable, resistente a agentes químicos y a materiales perforantes, con cierre provisional que garantice su estanqueidad hasta su llenado y cierre hermético definitivo). Este contenedor debe añadir el pictograma de Biorriesgo.
GRUPO IV
Residuos peligrosos por su origen citotóxico como restos de medicación citotóxicos, restos de sustancias químicas y medicamentos caducados. Se eliminarán en un contenedor azul, similar al de los residuos del grupo III, y rotulado con la leyenda "Material contaminado químicamente. Citostáticos".
¿Qué riesgos conlleva un mal tratamiento de los residuos sanitarios?
Los residuos sanitarios tienen una clasificación específica y deben ser gestionados de manera segura tanto por el personal sanitario como de las empresas de recogida de residuos; ya que deshacerse del material sanitario dependerá de su clasificación. Su incorrecta gestión puede afectar negativamente a trabajadores, pacientes y ciudadanos, y tener consecuencias negativas para el medio ambiente. De ahí la importancia de su correcto tratamiento y almacenamiento tanto intracentro (es decir, el hospital o la clínica que genera dichos residuos) como extracentro (fuera de este entorno).
En SMV estamos autorizados para el tratamiento y gestión de residuos sanitarios. Nuestro trabajo incluye las diferentes fases del proceso: nos encargamos de la recogida de los residuos, clasificados en los envases adecuados, de su transporte, de su almacenamiento y de su eliminación.
Si busca una empresa de recogida de residuos sanitarios con las mayores garantías de seguridad, no busques más, contacte con nosotros.
Residuos sanitarios no específicos: ¿sirve una gestión de residuos cualquiera?
Los residuos sanitarios no específicos son todos aquellos materiales que se desechan de las actividades desempeñadas en los centros asistenciales: como clínicas, hospitales, laboratorios y centros veterinarios; los cuales representan un peligro para la salud de las personas. Es por ello que deben ser gestionados de una forma específica para minimizar ese peligro.
Esto quiere decir que los residuos sanitarios no específicos no pueden ser tratados de la misma forma como se tratan otros desechos, pues un error en su manipulación (tanto dentro como fuera de los centros asistenciales y laboratorios), podrían desencadenar problemas de salud pública, contaminando a todos las personas que entren en contacto con ellos.
Todos los residuos sanitarios no específicos poseen una categorización que facilita el proceso de almacenamiento una vez que han sido utilizados. Una clasificación que debe estar especificada en el protocolo para el tratamiento de material de desecho de origen hospitalario del centro asistencial. De esa forma se mantiene un orden adecuado y se evita la posibilidad de que se mezclen sustancias incompatibles o altamente peligrosas.
¿Cuáles son los residuos sanitarios más comunes?
En todos los centros asistenciales y laboratorios clínicos se desechan diversos materiales que han estado en contacto con fluidos o tejidos corporales humanos o de origen animal (en las veterinarias), entre ellos los que más destacan son:
- Ropa, sábanas, centros de cama, yesos, gasas, algodón, vendas, guantes, gorros, pañales, entre otros.
- Kit de hemodiálisis, jeringas, catéter, vacunas, elementos de cultivo y experimentación con microorganismos, tejidos extraídos en cirugías, entre otros.
- Sustancias químicas y radiactivas.
- Termómetros, reactivos, pilas, lubricantes, medicamentos, aceites, entre otros.
¿Por qué es tan importante el tratamiento específico de residuos sanitarios no específicos?
La correcta manipulación y tratamiento de estos materiales de desecho de origen hospitalario garantiza el bienestar de todos los pacientes y trabajadores de dichos centros, pues cualquiera de ellos puede estar contaminado con sustancias tóxicas o infecciosas. Incluso algunos residuos de estos pueden también provocar contaminación de índole ambiental.
Por ello es tan importante su manipulación correcta, así como la contratación de una empresa de gestión de residuos que se encargue de recoger, transportar, almacenar y eliminar cualquier desecho tanto peligroso como inofensivo.
¿Cómo se hace la gestión de residuos sanitarios?
Los materiales de desecho de los diversos centros asistenciales pasan por diversos procesos de manipulación, tanto a escala interna como externa, para que el proceso de gestión de residuos sanitarios sea el adecuado. Estos consisten en:
Manipulación interna
Una vez que se descarta algún material médico-quirúrgico ya se convierte en un residuo, razón por la cual la gestión de éste comienza dentro del centro asistencial, donde debe recogerse, envasarse en un recipiente adecuado y transportarse de forma segura hasta el lugar de almacenamiento.
En el lugar destinado para su almacenamiento los residuos pueden durar un tiempo determinado, dependiendo de su naturaleza. Por ejemplo, los reactivos, los aceites y otros líquidos pueden permanecer seis meses; mientras que los procedentes de actividades de índole quirúrgica pueden durar sólo una semana.
En este sentido, es importante cumplir con las normas establecidas en el protocolo para el tratamiento de desechos del centro asistencial, con el objetivo de evitar la mezcla de sustancias de desecho que puedan desencadenar un foco de contaminación interno. Del mismo modo el almacenamiento de todo el material quirúrgico: como agujas y tubos de ensayo con sus respectivas tapas y tapones de seguridad.
No todas las personas que trabajan en un hospital, laboratorio o clínica veterinaria pueden manipular el material médico-quirúrgico que se descarta, pues para ello debe existir un equipo capacitado que lleve a cabo las acciones de recolección y almacenamiento de forma adecuada. El objetivo es garantizar el bienestar de los pacientes y todos los trabajadores.
Manipulación externa
En el caso de las empresas de gestión de residuos, desde SMV asesoramos al hospital, laboratorio o veterinaria con la vestimenta y el equipo de seguridad adecuado como guantes y mascarillas. Recogemos en el lugar de almacenamiento el material a desechar -el cual debe estar debidamente clasificado según el tipo de residuo-, lo trasladamos hasta el vehículo/contenedor y lo llevamos a la planta de tratamiento.
Una vez que llegan a la planta lo almacenamos y, posteriormente, pasan por diversos procesos químicos y físicos (según el tipo de material), como la aplicación de calor húmedo, calor seco, radiación, microondas e incineración hasta ser eliminados completamente. Todo ello cumpliendo con los respectivos estándares ambientales, de seguridad y calidad.
Es importante contratar los servicios de una empresa de gestión de residuos no específicos que cuente con el equipo y personal calificado necesario para realizar la manipulación de todos los materiales médicos y quirúrgicos que se desechan en todos los centros asistenciales. En SMV estamos capacitados para realizar la gestión de residuos sanitarios no específicos de manera segura y efectiva. ¡Contáctanos y garantiza el bienestar de las personas y la conservación del medio ambiente!
Cómo deshacerse de los residuos sanitarios eficazmente
Los residuos sanitarios son los productos derivados de las actividades de centros de salud, hospitales, clínicas, etc. Es decir de cualquier centro médico.
Entre 75% y 90% de los desechos sanitarios están compuesto por materiales similares a los que se podrían encontrar en una casa, por lo que el reciclaje sanitario no debería ser un problema. Sin embargo, entre el 10% y el 25% restante está compuesto por materiales que requieren de un tratamiento especial.
Un mal manejo de los residuos sanitarios expone a las personas que estén en contacto con estos a enfermedades, lesiones y efectos tóxicos. Principalmente están expuestos el personal médico, pacientes, familiares, trabajadores de mantenimiento, así como la comunidad cercana al centro de salud. Es por ello que no debes permitir un tratamiento y transporte inadecuado de los residuos sanitarios.
La mala gestión de este tipo de desechos puede considerarse un problema de salud pública, incluso llegando a afectar el medio ambiente. Por ejemplo, su incineración inadecuada puede contaminar el ambiente y causar enfermedades.
En este artículo, desde SMV te explicamos qué tipos existen y cómo debe realizarse el reciclaje de residuos sanitarios.
Reciclaje de residuos sanitarios: diferentes formas de tratarlos
Para que haya un reciclaje sanitario efectivo es necesario conocer cada tipo de desecho y la mejor manera de tratarlo. Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la clasificación de los residuos sanitarios se divide de la siguiente manera:
Residuos urbanos generados en el centro médico
Conforman la mayor parte del residuo sanitario. Están compuestos de residuos que no han estado en contacto con pacientes con alguna infección.
Para el correcto reciclaje sanitario de estos desechos, han de ser separados según su material -plástico, cartón o vidrio-, para ser transportados y, eventualmente, reciclados.
Residuos radioactivos
Provienen de líquidos, gases y sólidos contaminados con radionucleoides, cuya radiación es dañina para el ADN. Están contaminados con sustancias radioactivas, provenientes de material utilizado al realizar rayos X, A y G.
Es importante destacar que la radiación proveniente de los rayos X solo permanece mientras estén encendidos, mientras que las partículas de los rayos G y A emiten radiación continuamente.
Este tipo de deshechos es exclusivamente manejado por empresas especializadas en el sector, dado que el reciclaje de residuos sanitarios de este tipo conlleva una serie de acciones específicas.
Residuos humanos
Procedentes de cadáveres y restos humanos, los cuales pueden provenir de abortos y operaciones, entre otros procedimientos.
El reciclaje sanitario de los residuos humanos suele ser la cremación o el entierro. En este sentido, además es el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria (Decreto 2263/74, M. Gob., BOE de 17.8.1974.), el que se encarga de regular el correcto manejo de estos residuos.
Residuos citotóxicos
Se derivan de los medicamentos utilizadas en las unidades de oncología y radioterapia que tienen un alto efecto mutagénico y citotóxico. Los fluidos generados por los pacientes tratados con estos medicamento también se incluyen en esta categoría.
Estos desechos deben ser empaquetados, transportados y tratados con incineración o combustión. El manejo de estos desperdicios está regulado por la Ley 22/2011 de residuos y contemplados en el ámbito de aplicación de la normativa de gestión de residuos sanitarios. Y solo empresas destinadas a ellos, como SMV pueden encargarse de ello de manera eficiente.
Material altamente infeccioso
Consiste principalmente en cultivos de microorganismos y fluidos corporales de pacientes que padecen enfermedades altamente infecciosas. Los desechos infecciosos deben ser transportados e incinerados.
Por su parte, los recipientes que contienen los cultivos deben ser esterilizados con una autoclave. Esta debe encontrarse preferiblemente en el laboratorio.
Residuos químicos
Contienen sustancias químicas potencialmente peligrosas para la salud. Esta categoría de residuos sanitarios incluye materiales muy diversos, como termómetros rotos, baterías, reactivos de laboratorio, solventes y contenedores presurizados, entre otros. Su peligro radica en el carácter tóxico, explosivo y/o inflamable de estos elementos.
Para llevar a cabo un correcto reciclaje sanitario se deben seguir las instrucciones que indica el envoltorio de cada uno de estos.
Material infeccioso
Es todo aquel material que contenga suficientes patógenos como para causar enfermedades en un potencial huésped. Aquí se encuentra el material médico que haya estado en contacto con pacientes. Las secreciones corporales de los pacientes también pertenecen a esta categoría. El material infectado ha de ser empaquetado, transportado e incinerado.
Desechos punzantes
Trozos de vidrio, jeringas, equipos de infusión, bisturís, y otros materiales médicos que hayan sido utilizados pertenecen a este grupo. Estos desechos deben ser envueltos debidamente en un recipiente resistente.
Desechos farmacéuticos
Están conformados por medicamentos o productos que ya pasaron su fecha de expiración. Estos desechos deben ser tratados junto con los residuos citotóxicos.
SMV, especializada en el reciclaje sanitario
El reciclaje de residuos sanitarios es una labor que exige de un alto profesionalismo, coordinación y planificación. Esta gestión de los residuos sanitarios no solo debe ser realizada dentro del centro de salud, sino también fuera de él.
En SMV nos encargamos de la gestión extracentro de los residuos sanitarios. Desde la recogida, hasta el almacenamiento y la eliminación de todos los tipos de residuos sanitarios.
Con más de 10 años de experiencia en el sector de la gestión integral de residuos y certificaciones internacionales de calidad ISO 9001, 14001 y EMAS, somos capaces de gestionar los residuos sanitarios de forma segura y profesional.
Cuando se trata del reciclaje de residuos sanitarios, no te la juegues, tú salud podría estar en juego. Contacta con SMV y deja que nosotros nos ocupemos de todo.