El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concienciar sobre la importancia de reciclar y sobre la necesidad de tratar los desechos adecuadamente para proteger el medioambiente y frenar los efectos del cambio climático. Esta efeméride, cuyos orígenes se remontan al año 1994 pero que fue reconocida oficialmente por la UNESCO en 2005, pretende poner en valor el reciclaje a través de tres conceptos: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

¿Por qué es necesario celebrar un Día Mundial de Reciclaje?

El reciclaje consiste en someter una materia o producto ya utilizado a un proceso fisicoquímico o mecánico para su tratamiento total o parcial con el fin de obtener una materia prima o un nuevo producto.

Reciclar vidrios, plásticos, papel y otros materiales no debería ser una opción, sino una costumbre asentada en la sociedad y en nuestras rutinas. Aunque, debido a su importancia, es necesario extender la concienciación más allá de las acciones de cada individuo.

Según los expertos, el reciclaje es clave para conseguir un mundo sostenible y libre de contaminación. Esta es, precisamente, una de las principales amenazas para personas y ecosistemas a medio plazo.  De hecho, se estima que la contaminación de mares y ríos puede llegar a ser una de las principales causas de muerte en el año 2050.

Según cifras de 2018, cada milla cuadrada del océano tiene alrededor 46.000 plásticos y microplásitcos con alta capacidad para descomponerse en el medio acuático. Este material se acumula en mares y playas, amenazando la existencia de especies marinas, aves y plantas. Y no solo eso: integrado en este ecosistema, el plástico pasa fácilmente a la cadena alimentaria.

En este sentido, la concienciación de ciudadanos e instituciones, aunque cada vez mayor, es todavía insuficiente y, lejos ser reciclados, muchos desechos tanto plásticos como no biodegradables continúan acabando en el mar.

Estos datos son solo una muestra de porqué el Día Mundial del Reciclaje y su propósito son importantes, y de por qué deben ser promocionados desde todos los sectores de la sociedad, tanto públicos como privados. De hecho, cada año son más los países que se suman a las actividades y campañas del 17 de mayo, entre cuyos objetivos está facilitar información sobre el reciclaje.

El reto debe asumirse, por una parte, desde la Administración Pública, encargada de establecer las estructuras básicas y comunes; por otra, desde el sector privado y desde empresas especializadas como la nuestra, donde implementamos y desarrollamos estrategias sobre reciclaje; y por último desde la sociedad, cuyas acciones a nivel individual también son claves.

¿Cuáles son las consecuencias de no reciclar?

Hablar del Día Mundial del Reciclaje nos hace plantearnos cuáles son las ventajas de reciclar, pero también pone sobre la mesa otra cuestión importante: ¿qué pasaría si dejásemos de reciclar?

Las consecuencias de no reciclar son graves para nuestra supervivencia, especialmente cuando nos enfrentamos a retos como el cambio climático, la contaminación o la deforestación de los bosques.

En primer lugar, si dejamos de reciclar nuestros hábitats acabarán destruidos. Por otra parte, la emisión de gases tóxicos será tan elevada que pondrá en riesgo la salud de las personas debido a la acumulación excesiva de basura en los vertederos.

Actualmente, los vertederos son responsables de la liberación de 700 millones de toneladas de dióxido de carbono en el aire. Si dejamos de reciclar, se saturarán y su liberación podría multiplicarse por diez.

A modo de resumen, otras consecuencias negativas de no reciclar son:

  • Agotaremos nuestros recursos naturales.
  • Nos quedaremos sin espacio físico para depositar nuestra basura.
  • Aumentará el uso de energía para eliminar deshechos, lo que aumentará la contaminación.
  • Destruiremos hábitats naturales como bosques, reservas marinas o humedales, lo que afecta gravemente a la vida silvestre.

Todas estas consecuencias, aunque controladas, son una amenaza real y mucho más aguda en regiones donde el reciclaje no es una práctica cotidiana, o donde no se destinan recursos para generar conciencia sobre su importancia. Por eso la celebración de fechas como el Día Mundial del Reciclaje sigue siendo necesaria.

Ideas para celebrar el Día Mundial del Reciclaje

Según datos de Ecovidrio y Eurostat, durante 2018 se reciclaron 1.453.123 toneladas de envases y el reciclaje de plástico aumentó un 12,3% respecto a 2017. Gracias a la colaboración de todos, España ya recicla el 78,8% de sus envases de plástico, latas, tetrabricks, papel y cartón. Y según Ecoembes, en 2018 cada ciudadano depositó alrededor de 15 kg. de envases en el contenedor amarillo y 18 kg. en el contenedor azul, lo que pone de manifiesto el compromiso de nuestra sociedad con el reciclaje.

La mejor forma de celebrar el Día Internacional del Reciclaje es participar activamente en este proceso y ayudar a difundir este mensaje en nuestro entorno personal, laboral y en redes sociales. También participando en las actividades, muchas de ellas online, organizadas desde Ayuntamientos o Comunidades Autónomas.