Aprender a reciclar los desechos que producimos en nuestro día a día es fundamental. Por eso, en los últimos años, instituciones y empresas hemos centrado parte de nuestros esfuerzos en enseñar a los ciudadanos a reciclar sus residuos domésticos de manera correcta.

Sin embargo, el reciclaje va más allá de nuestra “basura” diaria. En una era donde la tecnología lo envuelve todo, además del vidrio, el plástico o el cartón, también es importante saber qué hacer con aquellos aparatos electrónicos que han quedado obsoletos, que no funcionan o que se susitituyen por otros nuevos.

En la gestión de residuos electrónicos, hablamos del reciclaje de tablets, ordenadores, televisiones y, por supuesto, también del reciclaje de móviles usados, uno de los dispositivos que cambiamos con mayor frecuencia.

Normativa sobre el Reciclaje de residuos y aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

La mejor forma de deshacerse de los residuos electrónicos es llevarlos a un Punto Limpio. Estos son espacios habilitados para la recogida de residuos que no podemos depositar en los contenedores urbanos.

A nivel legislativo, la gestión de este tipo de residuos está definida en el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero de 2015. En esta Ley se detalla un modelo de gestión y reciclaje de móviles y de otros aparatos electrónicos conforme a la normativa comunitaria contemplada en la Directiva 2012/19/UE y a la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados.

La principal novedad de este Real Decreto frente a la legislación anterior fue la implantación de medidas de seguridad y eficiencia para la recogida selectiva, gestión y reciclaje de dispositivos móviles y electrónicos a través de una nueva propuesta de clasificación de los mismos. Así, el Real Decreto 110/2015 establece 7 categorías de residuos y aparatos eléctricos y electrónicos para facilitar su entrega y reciclaje:

  • Aparatos de intercambio de temperatura.
  • Monitores, pantallas y aparatos con pantallas de superficie superior a 100 cm.
  • Lámparas.
  • Grandes aparatos electrónicos (dimensiones superiores a los 50 cm.).
  • Pequeños aparatos electrónicos (dimensiones inferiores a 50 cm.).
  • Equipos de informática y de telecomunicaciones pequeños (dimensiones exteriores inferiores a 50 cm., y donde encajaría el reciclaje de móviles viejos).
  • Paneles fotovoltaicos de más de 50 cm.

Reciclaje de dispositivos móviles: por qué es importante

Reciclar los móviles viejos o rotos es muy importante. De hecho, se estima que cada año solo en España se dejan de usar unos 24 millones de teléfonos móviles de los cuales solo un 8% se recicla. Entonces, ¿qué hacemos con ellos?

Muchas veces, los ciudadanos guardan los móviles que no utilizan junto con accesorios como el cargador. Y al hacerlo, no son consciente de que, con el paso del tiempo, las baterías de estos dispositivos pueden hincharse, convirtiéndolos en aparatos inservibles.

A nivel medioambiental, los teléfonos móviles y, más concretamente, sus baterías, suponen un peligro porque están compuestos por sustancias contaminantes como níquel, cadmio, coltán,  arsénico, berilio o zinc. De ellos, el cadmio es especialmente nocivo: el contenido de cadmio de una sola batería de teléfono móvil puede contaminar hasta 600.000 litros de agua.

Además, se estima que el 97% de los materiales con los que se fabrican los teléfonos móviles  pueden reutilizarse (a excepción de las baterías, precisamente donde están los componentes más contaminantes), de ahí la importancia de informarse bien sobre el reciclaje de móviles viejos.

¿Dónde dejo mi móvil antiguo?

Una de las salidas más adecuadas para los antiguos teléfonos móviles es donarlos o venderlos a organizaciones y empresas de reciclaje de móviles. Normalmente, estas empresas recogen móviles usados e incluso rotos, que no funcionan o que ni siquiera se encienden. Algunas ONG también organizan campañas de recogida de teléfonos móviles.

En los supuestos anteriores, y cuando es posible, los móviles viejos se arreglan para que tengan una nueva vida. Cuando no es posible, se llevan a plantas de tratamiento de residuos para clasificar y separar sus componentes, especialmente los metales pesados. Cuando las piezas tienen un tamaño grande pueden recuperarse tal cual pero, en otros casos, es necesario triturar los dispositivos y someterlos a un proceso de separación que utiliza calor e imanes.

La tercera opción para el reciclaje de móviles es depositarlos en un Punto Limpio o en puntos específicos situados en tiendas de telefonía, aeropuertos, etc.

Reciclaje de cargadores de móviles

Una de las dudas más habituales sobre el reciclaje de móviles es qué podemos hacer con algunos de sus accesorios, sobre todo con el cargador y con sus cables. Cambiar estos accesorios es bastante habitual por incompatibilidad con modelos nuevos de teléfonos, pero también porque se estropean con el uso.

En primer lugar, debes saber que los cables son totalmente reciclables, pues son cordones que presentan diversos conductores de metal en su interior que pueden reutilizarse. Alguno de estos materiales, como por ejemplo el cobre, es 100% reciclable.

Por supuesto, y como ocurre con el resto de elementos electrónicos, no podemos depositar nuestros cables o antiguos cargadores de móviles en los contenedores que encontramos en entornos urbanos. La solución recomendada es, de nuevo, llevarlos a un Punto Limpio, desde donde se agiliza su entrega a empresas de reciclaje de móviles y de RAEE, o a empresas gestoras autorizadas como la nuestra.

En SMV reciclamos todo tipo de residuos especiales, entre ellos aparatos electrónicos y eléctricos o reciclaje de móviles. Podemos actuar como una empresa de reciclaje de móviles. Nos encargamos de su clasificación, recogida, transporte y eliminación. ¿Tienes dudas? ¡Contacta con nosotros!