El cuero es uno de los materiales naturales más antiguos, duraderos y versátiles. Históricamente ha tenido muchos usos además de aquellos propiamente vinculados a la industria de la moda (fabricación de ropa, calzado, etc.). Ha sido base para la creación de pergaminos y se ha empleado en construcción para fabricar tiendas transportables, barcas o cubiertas. En el ámbito militar, el cuero ha servido a las distintas civilizaciones para el perfeccionamiento de armas y sus fundas, así como para la elaboración de elementos de equitación como correas, botas o sillas de montar.

Actualmente se ha conseguido desarrollar cuero vegetal derivado de la combinación de un tipo de caucho con algodón y que presenta propiedades similares a las del cuero animal. Entre ellas destaca la imputrescibilidad y la durabilidad: es decir, que este material tratado no se pudre y mantiene sus condiciones a pesar del paso de los años.

Aún así, tanto por el desecho de elementos de moda, como por el procesamiento y tratamiento del material en las fábricas, existe un porcentaje de residuos de cuero (en su mayoría piel defectuosa no procesada o pequeños trozos de cuero procesados) a los que podemos dar un nuevo uso gracias al reciclaje.

¿Dónde se recicla el cuero?

Los residuos de cuero no son orgánicos. Piensa que cuando encontramos este material está teñido, grabado, estampado, amolado con abrasivos, charolado e incluso metalizado, y que para conseguir este resultado se emplean productos químicos, algunos de ellos tóxicos; como el cromo o el titanio.

Por tanto, el reciclaje de cuero no puede hacerse a través del contenedor de residuos orgánicos, aunque muchos de estos elementos se reutilicen después conjuntamente para fabricar compost o biogás. Entonces, ¿dónde hay que depositar los residuos de cuero?

Depende de cuero o de la prenda en cuestión. En la mayoría de los casos este tipo de productos son clasificados como «impropios» y descartados en los procesos destinados a la valorización de residuos. Si los depositamos en el contenedor amarillo en cualquier momento del proceso serán apartados, y si los hacemos en el contenedor de «restos» (gris), es probable que sean rechazados en alguna de las cribas destinada a separar materia orgánica pastosa susceptible de ser compostada. En los dos casos es probable que los residuos de cuero acaben en un vertedero convencional. Únicamente aquellos zapatos o productos de cuero catalogados como 100% reciclables pueden convertirse en compost porque su fabricación está libre de cromo.

Nuestro consejo para facilitar el reciclaje de cuero es que lo deposites en los contenedores de ropa y tejidos. Es importante tener esto en cuenta para evitar los errores comunes que se cometen al reciclar.  Existen asociaciones que recogen textiles para los más desfavorecidos o que reutilizan las prendas. El material sobrante se deposita en un punto limpio, donde es recogido por empresas especializadas en el reciclaje de cuero y ropa.

Tratamiento de los residuos de cuero

El proceso de reciclaje del cuero se realiza casi siempre gracias a la pirólisis, un proceso similar al que utiliza en el reciclaje del material orgánico y que consiste en depositar los residuos en una atmósfera inerte para facilitar su descomposición química a causa del calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno.

El reciclaje del cuero tiene como objetivo la producción de gases que pueden utilizarse como materia prima para elaborar combustible, productos químicos o carbón activado. Hasta ahora, los carbones activados obtenidos a partir de virutas de cuero y nilinas vegetales son una buen opción para el tratamiento y recuperación de agua no destinada al consumo humano gracias a su capacidad para eliminar fenoles, azul de metileno o cromo hexavalente.

Por otra parte, y debido a sus propiedades como aislante térmico y acústico, algunas empresas se han lanzado a valorar los beneficios del reciclaje de cuero en la industria y la construcción. En este caso, el procesamiento es el siguiente:  los retales o residuos del cuero se trituran y compactan mezclados con una sustancia aglomerante (pegamento blanco, látex o resinas) para obtener una pieza similar a la madera tríplex o de varias capas que podría usarse para reforzar el aislamiento de techos y paredes.

¿Para qué sirve el cuero reciclado?

  • Fabricación de compost. Cuando el cuero no incorpora cromo ni pequeños metales puede utilizarse, junto con la materia orgánica, para elaborar gelatina, cola o abono agrícola.
  • Material de combustión. Los residuos de cuero pueden usarse como fuente de combustión. La producción de combustible sólido con residuos de cuero es una alternativa técnicamente viable, aunque todavía no se ha implementado a nivel industrial.
  • Limpieza de aguas. Las propiedades multifuncionales de los materiales carbonatados permiten su aplicación para el «secuestro de CO2» en cosmética, medicina o veterinaria. También como agente adsorbente de tintes en soluciones acuosas, que es precisamente donde el carbón activado derivado del reciclaje de cuero se ha mostrado útil.
  • Obtención de biodiésel. El biodiésel se está consolidando como una alternativa al petróleo. Sin embargo, cuando se obtiene de aceites vegetales y grasas animales, entra en conflicto con los intereses de la industria alimentaria y su precio se dispara. Estudios recientes buscan materias primas para fabricar biodiésel no comestibles, de bajo coste y con alto contenido lípido, tres características que los residuos de cuero cumplen.
  • Mejora del asfalto y refuerzo del caucho. El comportamiento físico-mecánico del cemento asfáltico mejora modificado con residuos de cuero. De la misma forma,  la incorporación de residuos de cuero a una matriz de caucho actúa como refuerzo de la misma.

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